Viven el domingo de tianguis
Sergio Anaya
Domingo 29 de Abril de 2007
Todo lo que uno busca, y hasta lo que no necesita, lo encuentra en el tianguis.
Desde un par de zapatos a revistas viejas, ropa de segunda y de primera, muebles de madera, herramientas, yerbas, frutas, verduras, carne… Todo está aquí, a buen precio y con el añadido de la convivencia social que sólo se da en el tianguis.
Aquí encuentra uno al amigo, a los compañeros de trabajo, vienen los vecinos y desconocidos, todos con el mismo ánimo de ver qué hay y comprar lo que haga falta.
En la tradición milenaria de la cultura mexicana, el tianguis ocupa un papel de primer orden.
Esta es la forma en la que mercadeaban los antiguos mexicanos y cuando llegaron los españoles la costumbre persistió, pero desde entonces aparecieron los obstáculos.
Primero porque eran indios y no tenían derecho a ejercer el comercio nomás porque sí.
Luego porque no pagaban los impuestos correspondientes. Y más acá, hace apenas unos años, porque significaban una competencia desleal para el comercio organizado.
Esta fue la barrera que encontró el establecimiento de los tianguis en Ciudad Obregón hace casi 30 años.
Los tiangueros fueron vistos como intrusos en el sector comercio. Pero en la medida en que fueron creciendo se convirtieron en un grupo de presión que no era tan fácil de vencer.
Luego, cuando algunos líderes políticos se dieron cuenta de la presencia social y fuerza organizativa que tenían los tiangueros organizados, fueron por ellos y los hicieron compañeros del partido.
Así, después del primer tianguis surgieron otros impulsados por líderes deseosos de tener una plataforma desde la cual lanzarse en busca de una regiduría, un puesto en el partido, lo que sea.
Y los tiangueros siguieron el juego con tal de mantenerse en la actividad.
El tianguis ya es parte de nuestra vida citadina y nadie los ve como una competencia desleal, aunque de vez en cuando se oyen voces que se quejan porque el tianguis parece un lugar especial para la venta de artículos robados.
A pesar de ello los tiangueros tienen la confianza de miles de personas que acuden a la plaza del ferrocarril los sábados, a la calle Michoacán y 6 de abril, o a la calle 300 entre Chihuahua y California, los domingos.
La noche del viernes en Villa Bonita, aquí y allá siempre hay un tianguis y cientos de familia que obtienen el sustento diario con sus puestos de verduras, tenis usados, taquitos de puerco, ventas de cd´s…