Los enredos del PRI
CIAC
Sábado 17 de Marzo de 2007
En la reciente asamblea extraordinaria celebrada por el revolucionario institucional se vio de todo, menos el ánimo de reconstruir al partido con el objetivo de recuperar terreno perdido y ubicarse como opción atractiva en un ambiente de abierta competencia política y electoral.
No hubo introspección, sino ánimo de bloqueo no sólo de iniciativas que se ventilan en materia de reforma política o económica, sino del mismo proyecto de su nueva lideresa nacional. Beatriz Paredes ganó con un amplio margen, lo que hacía pensar que su proyecto de reubicar ideológicamente al partido en el centro izquierda del espectro político contaba con simpatías. Para un partido que cayó estrepitosamente en las preferencias de los ciudadanos, la dinámica de su reciente asamblea resultó anticlimática.
Como si gozarán de cabal salud, pospusieron decisiones importantes no sólo referidas a la organización interna del partido, sino a las estrategias de corto plazo con las que habrán de enfrentar elecciones locales próximas o la federal en el 2009.
Este primer encuentro entre el PRI y la nueva dirigencia evidenció el enorme reto que Paredes tiene frente a sí, si es que es del todo posible plantear un proyecto en un partido debilitado, fragmentado, con poderes locales aferrados a sus cotos de poder.
Lo anterior no dejaría de ser un problema interno de un partido – tercera fuerza política a nivel nacional- si no fuera porque el PRI es más necesario que nunca a fin de lograr equilibrios y las mayorías necesarias para avanzar reformas prioritarias para el país.
Al respecto, en los temas de agenda política, la asamblea se pronunció en contra de la reelección de legisladores y presidentes municipales; la disminución de legisladores, el recuento de votos en elecciones federales cuando la diferencia sea menor a un punto porcentual y homologar las elecciones estatales.
Todos ellos puntos que se ventilan como parte de una agenda para la eventual reforma electoral. Se proclamaron al unísono por revocar el mandato de los consejeros electorales al tiempo que rechazaron las alianzas, coaliciones y candidaturas comunes con otros partidos.
Ratificaron su rechazo a la aplicación del IVA en alimentos, medicinas y educación, o de nuevos impuestos que afecten a los sectores más desprotegidos. Se pronunciaron por la propiedad de la Nación sobre sus hidrocarburos y las entidades paraestatales como
PEMEX y CFE.
Esta no es la primera vez que una Asamblea sale del control de la dirigencia e impone candados no sólo a la conformación de candidaturas, sino a asuntos programáticos. Se explica por la debilidad de Mariano Palacios Alcocer que ya no tenía los hilos para ejercer un ascendente y conducir un encuentro de esta naturaleza de manera más estructurada y eventualmente productiva.
Beatriz Paredes, quien asumió la dirigencia en el marco de esta asamblea, tendrá unos meses para consolidar su liderazgo e imprimir su huella y proyecto en la próxima asamblea nacional a celebrarse en noviembre próximo. Buen termómetro para evaluar si logró tomar el control del partido.