Alegorías
Jesús Huerta Suárez
Martes 17 de Abril de 2007
¡Niños muertos, niños muertos!,
¿Pájaros muertos?
Al abrir los ojos esta mañana miré por mi ventana hacia afuera y vi todo borroso, entonces me quité las lagañas y seguía viendo borroso, fue cuando me di cuenta que la neblina cubría el patio de mi casa, que es su casa.
Inmediatamente me levanté, me puse las chanclas y salí volando para afuera; los días nublados son mis favoritos, no me quedaría en casa menos en cama ni un segundo más. Afuera el aire corría con frescura llevando consigo los olores de los últimos azares y demás flores de la primavera. La misma neblina durante la noche lavó las hojas de los árboles para que al amanecer soltaran libres sus olores propios.
Las campanitas “espanta fantasmas” sonaban acompasadas, como repasando, cada nota alegremente una y otra vez. Estaba entre las nubes y el aire seguía corriendo, esto es un sueño pensé, quisiera vivir aquí por siempre, en la algarabía del despertar de un nuevo día.
Cuando surgieron los primeros rayos del Astro Rey la estampa se iluminó, los pájaros comenzaron a cantar y las palomas a recitar su cu cu cu cu al amor que ayer tuvieron y al amor que ahora tendrán, el Sol, dador de vida, apareció majestuoso llevándose todos los aplausos.
El viento siguió corriendo como si nada, y así dentro de este vaivén de maravillas aparecieron ante mí un par de colibríes que danzaban frenéticamente mientras sus cuerpos de multicolores metálicos detenían el tiempo para juntar sus picos, cual si estuvieran besándose, yo creo que sí, pues segundos después, ese par, comenzó a copular.
Después de todo este remolino de emociones, de aromas, de colores y de maravillas, dije para mí: Dios existe. Luego el pensamiento me traicionó, pues se me vino a la mente la pregunta ¿hacen el amor y luego abortarán?, entonces esa misma luz que iluminaba todo a mi alrededor iluminó también ese oscuro rincón de mi corazón que me hizo dudar.
Los colibríes no abortarían, de hecho ningún animal o planta lo hacen, bueno, si hay unos animales, que se piensa más que los animales, se dicen seres humanos, que sí lo hacen y que ahora está deseando que se haga algo común y pasajero.
Si los seres “humanos” están teniendo dudas sobre si está bien o mal abortar, por qué no mejor le hacemos como los animales, que hasta ahora han hecho las cosas mejores que nosotros ¿qué no?, ¿o acaso contaminan?, ¿matan por matar? ¿Se avergüenzan? ¿Dudan?
Mira nomás hasta dóondee fui a parar, el gozo se fue al pozo, pero al menos algo en mí se aclaró, al mismo tiempo que el sol de la mañana barrió las nubes del cielo y de mi memoria. Dios existe.
Jesushuerta3000@hotmail.com