Alegorías
Jesús Huerta Suárez
Jueves 26 de Abril de 2007
¿Llegará algún día en que celebremos el Día del Libro con la misma algarabía con que se celebra el Día del Amor y el Día de las Madres? Te imaginas, reuniones de lectura, libros a bajos precios en todas partes, regalos literarios, promociones del 2x1 en los bares a quienes gusten de leer, descuentos del tanto por ciento en las librerías para que te consientas con un nuevo libro, fotografías en los periódicos de los lectores más asiduos, libros en forma de corazón, descuentos especiales en las ópticas y así muchas otras formas de celebración por el Día del libro, ese instrumento o esa herramienta, que por siglos a formado, enseñado, asustado, provocado, cultivado, desmitificado, conciliado y revelado al hombre.
Se ha instituido el 23 de abril, como el Día Internacional del Libro, ya que ese día en el año de 1616, aunque según distintos calendarios, fallecieron tres grandes escritores de la literatura universal: Miguel de Cervantes (calendario gregoriano), William Shakespeare (calendario juliano), y Garcilaso de la Vega, por lo que se eligió este día para conmemorar a los libros, fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio de los derechos de autor. La propuesta fue presentada por la Unión Internacional de Editores a la UNESCO, y en 1995 se aprobó el 23 de abril como “El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor”.
Se dice que el primer libro impreso por Gutenberg fue la Biblia, allá por el año de 1455, y fue un proceso que duro 5 años en culminarse.
A la fecha la Biblia sigue siendo el libro más conocido y más vendido de todos los tiempos. Aunque antes existieron libros sobre filosofía y otros temas hechos por los sumerios, griegos, romanos, chinos e hindúes, los egipcios pero que fueron hechos manualmente.
Algo que me llama la atención es que los libros o te gustan o no te gustan, pero como que no hay medias tintas, los lectores apasionados de los libros son siempre constantes, siempre buscan más y ves como un libro te lleva a otro y así sucesivamente.
Aparte de todo lo que los libros te enseñan, de lo que amplían tu imaginación esta el detalle de que el leer fortalece la capacidad para la concentración, ya que por lo general, si no te concentras no puedes leer, pues cada palabra que lees hace que tu mente se ponga a divagar sin poder avanzar en la lectura o sin poder disfrutar de las palabras escritas, creo que esté es una de las principales razones por las que muchas personas no les gusta leer, pues no lograr controlar su mente y esta los trae como locos haciendo que encuentren desagradable la lectura.
El caso es que este problema se puede ir domando si se forma y se cultiva el hábito de la lectura, una vez que se tiene, se encuentra un remanso de paz y un abrevadero de conocimiento bastante gratificante para los simples mortales.
La poca cultura de leer que tenemos en nuestro país es evidente en todos los extractos de la sociedad, son pocos los que leen, aún cuando tienen la obligación de hacerlo, como es el caso de los profesores, funcionarios públicos, curas, padres de familia, periodistas quienes tarde o temprano se darán cuenta que la lectura ampliará sus horizontes y llenará de luz sus noches, será entonces cuando la cultura del libro comience a florecer entre la gran mayoría de los mexicanos, quienes, según las estadísticas, completan de leer medio libro al año, mientras los japoneses leen hasta cuatro libros y medio en ese mismo tiempo, y vera usted, la diferencia en desarrollo si se nota.
¿Qué les parece si nos ponemos a leer y hacemos de los libros nuestros mejores amigos?
“Prefiero la biblioteca a la discoteca”
JHS
Jesushuerta3000@hotmail.com