¿Qué es la derecha?
Carlos Monsivais
Domingo 15 de Abril de 2007
S i no hay una encuesta a mano, o si el tema de la señora Ascencio de Zongolica resulta comprometedor o dramático porque su "muerte por anemia" (dictamen del doctor Soberanes) nos recuerda que aún quedan algunos problemillas entre nosotros, lo usual es ordenar encuestas sobre la izquierda. Las preguntas bien pueden ser de esta índole:
-¿Qué es la izquierda y por qué ha fracasado desde siempre?
-¿Es López Obrador un peso muerto o un verdugo del PRD?
-¿Por qué la izquierda partidaria aún no formula su análisis crítico del stalinismo y el socialismo real?
-¿Le quedan intelectuales a la izquierda? Y si le quedan, ¿por qué no la denuncian y buscan que se le retire el uso de membretes?
-¿En qué momento se dio usted cuenta que ser izquierdista es renunciar al entendimiento?
-¿Cuántas horas de vida le quedan al movimiento de resistencia?
* * *
Las preguntas varían, hay mesas redondas que -ocasionalmente- valen la pena, y todo está bien porque, en parte, de eso se trata la libertad de expresión. Sin embargo, hay un tema que no se formula así, a la manera de necropsias, la derecha. No he leído encuestas al respecto que, para corresponder, deberían incluir algunas de estas preguntas:
-¿Podría usted recordar algún triunfo cultural reciente de la derecha, digamos desde la prohibición de las minifaldas en Guadalajara al día de hoy?
-¿Por qué los ideólogos de la derecha prefieren darse a conocer por su auspicio del humor involuntario?
-¿Cree usted que Diego Fernández de Cevallos, Manuel Espino, Santiago Creel, Jorge Serrano Limón y Carlos Abascal representan la conciencia moral de la nación? Si la respuesta es positiva, no la deje allí y extiéndase.
-¿Estamos listos para recibir de nuevo en nuestros comportamientos al siglo XIX de los conservadores?
-¿Quiénes son, según usted, los intelectuales del PAN? (Según usted, porque el PAN en este tema cita a varios animadores de festivales de coronación de las reinas, a futbolistas y al Chapulín Colorado).
-¿Es la ideología fundamentalista conservadora un peso muerto o un verdugo del PAN?
-Si le dicen la expresión "sepulcros blanqueados", ¿en quiénes piensa: en los que mienten siempre y cuando se les prueba se declaran citados fuera de contexto? ¿O en funcionarios que acompañan sus derrotas culturales con desmentidos de la más pura hipocresía?
-¿Por qué los panistas no denunciaron en 1942 o en 1955 o 1970 los crímenes de la dictadura franquista? ¿Por qué -según le refirió Felipe Calderón a Ciro Gómez Leyva- en el PAN en que Calderón creció Franco era bien visto?
-¿Qué es la derecha? ¿Son derechistas el secretario de Salud y el secretario de Gobernación?
-¿Es Carlos Abascal la vanguardia reconocida del integrismo en México?
* * *
Por desgracia, las encuestas sobre la derecha nunca se practican porque se le atribuye o nula o demasiada importancia.
Pero en el segundo sexenio en que formalmente gobierna Acción Nacional, ya no debería causar alarma el que se analizase a la derecha, que protege desmedidamente a la cúpula empresarial, etcétera.
Insisto: ¿por qué nada más se habla de la izquierda y su agonía celebrable? ¿Alguien de los enterradores de la izquierda puede citar algunas ideas del PAN?
* * *
¿Qué es la derecha? Entre las posibilidades para definir el término, hay una siempre actual: "La decisión de pensar por los demás y de ordenarles el comportamiento debido, la usurpación del libre albedrío a nombre de Dios (o de la empresa y el mercado libre), la censura y las represiones a cargo de la moral y las buenas costumbres".
En México, la derecha encarna y vivifica la tradición de intolerancia, todavía absoluta en México antes de las Leyes de Reforma.
En 1856, en el primer debate sobre libertad de creencias en el Congreso Constituyente, sólo un parlamentario vota a favor de la tolerancia. En 1859, en la preparación de las Leyes de Reforma, el panorama se transforma, entre otras cosas, por el hostigamiento de los conservadores, los preparativos bélicos alentados por el clero y la necesidad política de liberalizar a la sociedad para manejar el Estado.
Juárez y los hombres de la Reforma producen las leyes indispensables para el desarrollo de las libertades, en oposición notoria a la Constitución de 1824, y a los otros proyectos constitucionales donde se identifica la libertad de cultos con "la traición a la patria". Y a la reforma liberal se añade la Revolución de 1910, otro gran movimiento de apertura de conciencia.
Derrotada por los liberales, la derecha se cohesiona en los sectores "nostálgicos" de las ciudades y en los pueblos tradicionalistas que, como prueba notablemente Agustín Yáñez en Al filo del agua, son literalmente "campos de concentración de la ortodoxia". Y a la Revolución se responde, muy fallidamente, con la rebelión cristera.
* * *
En el enfrentamiento entre el Estado y la derecha, la Iglesia católica y sus representantes disponen de una última fortaleza: la formación de la clase dirigente, que en algo los compensa de la pérdida de la educación pública. De la República Restaurada (1867-1872) a 1910, la derecha insiste en tutelar la educación mientras exige y acepta amplias concesiones del Estado.
Por eso, al lanzar Plutarco Elías Calles "el grito de Guadalajara" en 1933, y al negarse a cederle a la reacción "el alma de los niños", reafirma el sentido político del laicismo.
En términos modernos, la reivindicación del control educativo del Estado para combatir "el fanatismo", es la garantía de continuidad del sistema político. La persecución religiosa es una falla monumental, la educación laica el mejor de los aciertos.
Desde la década de 1940, la derecha insiste en su proyecto de corto y largo plazo: apropiarse de la educación de las élites. Para ello nada más necesita un porcentaje mínimo de la educación primaria y superior, nunca más de 7%. Si se adoctrinan futuros gobernantes y empresarios, se instruye directamente al poder.
Dicho sea de paso, en México no tiene sentido hablar de la derecha religiosa porque éste es su adjetivo irremplazable. No hay tal cosa como una derecha liberal o agnóstica y, por ejemplo, el vínculo interno del empresariado es la confesión de fe tradicionalista, no el comportamiento ético, sino la declaración de bienes ultraterrenos.
* * *
La censura, el enclave más poderoso de la derecha, es, desde el principio, un tributo del Estado a los poderes de la derecha. La censura le niega la mayoría de edad sicológica y cultural a la sociedad, y retiene el dictamen de lo que debe verse y lo que no, lo que debe oírse y lo que no.
La censura fomenta un "retraso mental colectivo" al no permitir el derecho a decidir de lectores y espectadores, y evita informaciones y obras fundamentales, atenida a su ideal: si la sociedad es el eterno menor de edad, nunca conocerá la autonomía. Pero ya en la década de 1970 la censura está en el terreno de la cultura francamente en retirada.