Alegorías
Jesús Huerta Suárez
Jueves 03 de Mayo de 2007
Es una lata el trabajar todos los días te tienes que levantar y después de eso…
Así decía una canción que se escuchaba en la radio, allá por los años setentas; yo, por supuesto, ni sabía lo que era trabajar, ni siquiera me lo imaginaba; afortunadamente tenía un padre al que le decíamos el “traidor”, pues el se encargaba de traer todo lo necesario para la casa, por lo tanto no tuve la necesidad de hacerlo como lo tienen que hacer millones de niños en nuestro país, que pasan su infancia partiéndose el lomo para poder comer y vivir, descuidando, además, su educación, lo que de alguna manera les traerá problemas en el futuro, tanto en lo social como en lo económico, por el hecho de no vivir una niñez “normal” y, por otra parte, se supone que por el hecho de no estudiar se les dificultará encontrar un trabajo que les brinde la suficiente remuneración económica como para poder alimentarse, afrontar los costos básicos de los servicios públicos como el agua, electricidad, de salud y de recreación.
Con el tiempo te das cuenta que aún con estudios universitarios, diplomados, cursos de capacitación, idiomas, relaciones, es difícil conseguir un trabajo que cumpla con tus expectativas, tanto en lo económico como en lo profesional, al menos aquí en esta ciudad.
Yo recuerdo que desde que regresé a vivir en Obregón, hace poco más de 15 años, siempre ha sido la misma, nadie quiere pagarte, te necesitan, pero gratis, esto es por una parte, pero por otra parte, esto te hace ir desarrollando una especie de conciencia de contracultura, llegas a pensar que tampoco se debe vivir para trabajar, qué caso tendría la vida entonces, y aún trabajando 8 horas diarias durante 5 días a la semana no alcanza por lo mal pagado que está; entonces a buscar otro trabajo y otro para que con tres entradas poder sobrevivir.
La situación no es simple, y por más programas que implementan ¿? los gobiernos no se obtienen los resultados deseados. En otros países como Alemania sucede lo mismo, pero la gente no se muere de hambre gracias a redes sociales que brindan su apoyo a los más necesitados; acá en México la gente no se muere de inanición gracias a… los milagros.
¿Cuánto trabajo se necesita para ser feliz?
En Berlín un grupo de “desempleados felices”, llamó la atención de todos cuando comenzaron a ocupar las plazas públicas quedándose acostados para poner en duda los fundamentos de la ética laboral y la sociedad de trabajo, al negarse a lamentar y sufrir por no tener trabajo. Exigían “deseconomizar la vida diaria”. Hablaron también de que la posibilidad de que hay un trabajo para todos es un mito, por lo que han surgido iniciativas como la de la Red de Ingreso Básico, que habla de separar el trabajo y el sueldo, lo que ha sido apoyado por algunos políticos y economistas que hablan de un ingreso básico para todos.
“Seguro de existencia, derecho individual y nula obligación de trabajar”, es de lo que habla el contra modelo a la política implementada en Alemania y muchos otros países que presionan a los desempleados y aquéllos que reciben apoyo del Estado para que encuentren un trabajo y sean autosuficientes.
Dicen que el problema radica en los modelos de financiamiento, pero se han presentado a nivel internacional , como por ejemplo “ Basis Income Earth Network (BIEN), creada en 1986 y que propone soluciones similares al “problema” del trabajo.
Mientras los expertos le encuentran la cuadratura al círculo en esto de la necesidad de trabajo para que todos puedan subsistir dignamente, seguiremos yendo a ver el desfile del 1ero de Mayo con un cachito de la lotería en la bolsa por si las flays.
La ventaja de tener fama de idiota es nunca sospechan de ti
Anónimo
Jesushuerta3000@hotmail.com