Ye Gon: Mitos y Realidades
Jorge Zepeda Paterson
Domingo 29 de Julio de 2007
La historia de Zhenli Ye Gon tiene todos los ingredientes para convertirse en la telenovela del verano en México. Ya lo ha hecho: dinero en cantidades irreales, corrupción entre la clase política, escándalo internacional, orgullo patrio lastimado por las autoridades estadounidense. Pero lo cierto es que en medio del festín mediático han circulado toda suerte de mitos, verdades a medias y fantasías, que convendría clarificar. Por ejemplo:
Mito 1: Ye Gon recibió el dinero durante la campaña presidencial de parte de Javier Lozano, hombre cercano a Calderón y actual secretario del Trabajo en su gabinete. Supuestamente era un “guardado” destinado a desestabilizar el gobierno en caso de un triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
Realidad: La tesis es absolutamente inverosímil, por donde se le mire. Basta decir que el PAN, o cualquier otro grupo o institución política, nunca habría entregado tal cantidad de dinero a alguien que no formase parte del círculo de personas de su mayor confianza. Pero eso no quiere decir que autoridades y políticos de los gobiernos de Fox y Calderón estén exentos de alguna responsabilidad. Por un lado, por las muchas instancias involucradas en el tráfico de seudoefedrina para la fabricación de drogas sintéticas que Ye Gon venía realizando desde hace tiempo: Aduana, Secretaría de Salud, Secretaría de Hacienda y PGR (miembros de esta última institución lo habrían extorsionado seis meses antes de descubrirse los 204 millones de dólares). Por otro lado, el hecho de que Vicente Fox lo distinguiera en febrero de 2003 como uno de los once nuevos mexicanos que recibieron de su mano su certificado de naturalización, en nombre de 1737 que los acompañaban, revela que Ye Gon tenía relaciones de alto nivel dentro del gabinete del sexenio anterior. Ernesto Derbez, ex Canciller, a quien se señala como el responsable de tal distinción al chino, se ha negado a ofrecer alguna explicación.
Mito 2: El gobierno de Calderón ha buscado diseminar una cortina de humo, haciendo saber que Ye Gon habría tenido relaciones cercanas con prominentes priistas.
Realidad. Ciertamente al gobierno panista le han caído de perlas las referencias que la defensa de Ye Gon ha hecho sobre gobernadores y políticos priistas: por ejemplo, que habría conocido a Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México, quien incluso habría visitado su fábrica asentada en esa entidad; o que fungía como asesor de Fidel Herrera cuando éste era senador; o que él mismo, el chino, pertenecía al PRI. Fidel Herrera, actualmente gobernador de Veracruz, ha dicho que inexplicablemente las autoridades federales no han sometido a peritaje oficial la credencial que acreditaba a Ye Gon como un asistente suyo cuando él era senador. Empleados de Herrera aseguran que la credencial es falsa, pero que la PGR ha demorado en divulgar esa información. Asimismo, el PRI rechaza que Ye Gon haya sido militante de su partido, y Peña Nieto afirma que nunca lo conoció. Hasta el momento es la palabra de todos ellos contra la del chino; pero ha sido suficiente para que el PRI se haya mostrado más cauto en sus exigencias de que se investigue al gobierno de Calderón sobre este asunto.
Mito 3. Ye Gon fue detenido en Estados Unidos por el cargo de introducir de manera ilegal y fabricar drogas por el equivalente a una cantidad apenas de medio kilo, cuando en México habría traficado más de un centenar de toneladas, lo cual supondría una pena mucho menos severa en aquél país que en el nuestro.
Realidad. No es así. La ley norteamericana considera que a partir de medio kilo pueden imputarse al detenido cargos como narcotraficante; eso significa que para efectos de aprehenderlo y quitarle el derecho a fianza da lo mismo medio kilo o una tonelada. Una vez iniciado el juicio, los fiscales tendrán la tarea de aportar las pruebas y precisar las cantidades que Ye Gon efectivamente traficó ilegalmente en Estados Unidos, antes de que se dictaminé su inocencia o culpabilidad y, en su caso, la severidad de la condena.
Mito 4: Ye Gon forma parte de una banda fabricante y distribuidora de metanfetaminas, lo cual muestra la existencia de un nuevo cártel en el país.
Realidad: No es así. En su carácter de importador Ye Gon habría comenzado simplemente como proveedor de la seudoefedrina procedente de China, a los cárteles que ya se dedicaban a la fabricación de metanfetaminas. En algún momento decidió establecer laboratorios reales, fuese como camuflaje para las importaciones de estos químicos o quizá con la ambición de ponerse a fabricar la droga misma.
Recordemos que los tianguis de todo el país están inundados de ropa, juguetes, zapatos, relojes y todo tipo de mercancías procedentes de China. Es un fenómeno que se ha extendido desde hace varios años no sólo en México, sino en buena parte del mundo occidental. Detrás de este tráfico se encuentra una red de comerciantes e intermediarios chinos instalados en nuestros países, que operan con grandes márgenes de ganancia gracias a su habilidad para contactar a los proveedores de oriente con los circuitos comerciales y las autoridades locales. Es un comercio que con frecuencia bordea los límites de la legalidad, pues los subterfugios para burlar las normas y los topes de importación con frecuencia incluyen el reetiquetado de mercancías y la alteración de guías de embarques. Ye Gon estaba en la posición correcta para dar un destino ilegal a sustancias aparentemente legales. Pero eso no lo convierte en cabeza de un nuevo cártel dedicado a la venta y distribución de metanfentaminas.
La saga de Ye Gon habrá de extenderse en tanto Estados Unidos siga dorando la margarita respecto a su posible extradición. Mientras tanto, los intereses políticos y el frenesí mediático seguirán ofreciendo nueva información del caso, pero también urdiendo nuevas y fascinantes fantasías. Habrá que estar atentos para no separar la realidad de los cuentos chinos.