La desmemoria de Cajeme
Marcelino Pérez Arenas
Jueves 29 de Novimiebre de 2007
El cabildo de Cajeme, Sonora, con excepción de dos de sus miembros, acaba de institucionalizar, el día 28 de noviembre de 2007, el tributo a los delincuentes electorales. Se nombró en conmemoración de los 80 años de Cajeme,Sonora a Eduardo Estrella Acedo como Ciudadano Distinguido.
25 años no son muchos como para no recordar los sucesos de 1982, en donde en Cajeme se suscitó el fraude electoral más escandaloso de todo el país.
La semilla de la democracia, incipiente, germinado por aquél grupo de entusiastas demócratas opuestos a la dictadura perfecta, germinó a nivel local con el triunfo de Adalberto Rosas en 1979. Sin embargo, en la siguiente elección, la de 1982, al candidato ganador de oposición al PRI, Pablo Ávila Castro, le fue despojado el triunfo por el entonces gobernador Samuel Ocaña García. Entonces por decisión de cúpula gubernamental le fue entregada la presidencia municipal al candidato perdedor Eduardo Estrella Acedo.
No por nada el entonces periodista Mario Rivas Hernández acertadamente lo bautizó como “El presidente por decreto”, ello, en su periódico El Observador, acérrimo crítico del sistema-PRI que circulaba en aquella época.
Adalberto, valiente como siempre e inconforme con los acontecimientos, no le quiso entregar la paquetería electoral al congreso y eso le valió la más dura persecución penal de que se tenga memoria. Rosas, finalmente a través de la protección de la Justicia Federal salió avante y no se consiguió que Ocaña aparte de imponer a su títere, metiera tras las rejas al entonces apóstol de la democracia Sonorense. De esta historia hay mucho, pero nos quedamos cortos…
Quizás Estrella ha tenido sus logros en la vida: rector del ITSON, maestro de Universidad, etcétera, pero todo eso se ve empañado con el asqueroso fraude de 1982 realizado en perjuicio de la voluntad popular y de las instituciones democráticas.
Por eso se propone al pueblo de Cajeme, que ante la desmemoria de su pueblo, se vote para que se ponga una estatua de Adolfo Hitler por fuera del edificio de la ONU, una estatua de Bin Laden en el baldío donde se encontraban las Torres Gemelas, otra estatua para Porfirio Díaz en el Zócalo de la Ciudad de México y finalmente una estatua del Chango Alatorre en la plaza Álvaro Obregón.
Lo que debió de haber pasado en cabildo, dicen los conocedores, que lejos de premiar a un delincuente electoral era la de crear una Comisión de la Verdad para esclarecer los hechos de 1982; como se estila en Europa y en este país en el caso de Tlatelolco y Halconazo. Así las democracias avanzan y no retroceden.
Bueno, se nos olvida también, que el padrino de Estrella, el exgobernador Samuel Ocaña García es íntimo amigo de Eduardo Bours…así como no pues.
Foro Democrático Pro Comisión de la Verdad en Cajeme.