Angélica Beltrán
La tarde de este martes en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, los 17 gobernadores de extracción priísta, junto con su dirigente nacional Beatriz Paredes, disfrutaron juntos las miles del triunfo del partido en los comicios del 5 de julio.
Todos los gobernadores celebraron, menos uno, Eduardo Bours de Sonora.
No obstante no tener nada qué festejar, curiosamente el mandatario sonorense asistió a esta reunión en la que estuvieron presentes también los coordinadores parlamentarios del Senado, Manlio Fabio Beltrones y de la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa Patrón.
Curioso porque en los encuentros, que antes de las elecciones organizó Beatriz Paredes para exponer las generalidades de la estrategia electoral del PRI, y conocer las inquietudes de la militancia; Eduardo Bours fue reiterativo en no asistir.
De acuerdo a la información que se conocía entonces, el gobernador de Sonora estaba tan seguro del triunfo de su candidato al gobierno del Estado, Alfonso Elías Serrano, que su posición se centró en la idea de que no necesitaba de nadie; ni de los priístas de la entidad, menos aún de la dirigencia nacional.
Y en los hechos así lo demostró. El jefe del ejecutivo de Sonora preparó solo el camino del candidato del PRI al gobierno estatal, sin tomar parecer de nadie.
Con un pequeño séquito, que no abarcó ni a la mayoría de los priístas de la entidad, Bours Castelo armó la campaña electoral del senador con licencia.
Al resto de los priístas, además de no permitirles formar parte de este equipo, los “desterró” del partido; aunque se tratara de cuadros valiosos dentro de la estructura partidista.
Esto derivó en una desbandada de militantes a las filas del candidato panista al gobierno estatal, Guillermo Padrés; quien abrió sus puertas al resto de las fuerzas políticas para que coadyuvaran en su campaña; y posteriormente, de ganar la elección, incluirlos en su gobierno.
Así lo constataron priístas que se unieron al equipo de campaña del hoy gobernador electo, Padrés Elías; y lo reiteraron otros priístas más, que siendo invitados, prefirieron mantenerse al margen.
Comento lo anterior porque la derrota del PRI en Sonora se ha atribuido mayormente a la parte de responsabilidad que corresponde al gobernador Eduardo Bours en el caso de la guardería ABC.
Lo cual puede ser una interpretación superficial, ya que ampliando el panorama preelectoral, encontramos debilitamiento del PRI en la entidad, división y fractura, debido a la dinámica de desgaste y exclusión que llevó a cabo el jefe de facto del partido en el estado, Bours Castelo, desde el inicio de su administración.
Paralelamente a ello, en Sonora el PAN había ganado el terreno suficiente como para arrebatar en cualquier momento el gobierno del estado al PRI.
En la Ciudad de México asimismo, se concibe que el PAN destronó al PRI del gobierno de Sonora, por un hecho coyuntural, la tragedia en la estancia infantil. Aunque en los últimos años, la alternancia ya se veía venir.
Para desgracia personal del gobernador Eduardo Bours, quien siempre estuvo seguro de su triunfo en la persona de Elías Serrano, cobijado además por la líder magisterial Elba Esther Gordillo; la historia lo colocará como el último gobernador del PRI en Sonora.
Y a su administración se le recordará como aquella que dio paso –por error—a la alternancia en poder; en un contexto de fortalecimiento y ascenso nuevamente del PRI en la vida política del país.
Visto desde lejos, el caso de la guardería ABC fue el hecho que llevó al PRI a su derrota en Sonora, pero con antecedentes anteriores al 5 de junio, se puede interpretar que esta derrota tuvo que ver más con el aislamiento del Eduardo Bours del resto de sus correligionarios a nivel local y nacional.
El ascenso del PAN al gobierno en Sonora cambió trágicamente el panorama del aún gobernador. El que pasó de sentirse fuerte en la soledad de sus aposentos; a cargar solo, sobre sus hombres, la derrota del PRI en la entidad.
Y con ese nuevo rostro, Eduardo Bours acudió, ahora sí, a la reunión de los gobernadores priístas en el CEN, en la que escuchó atento el discurso de la presidenta Paredes Rangel, cuando refirió que “la unidad y la cohesión interna fueron fundamentales en el triunfo electoral del PRI”.
En medio de briosos gobernadores priístas, rebosantes ante el rotundo triunfo del partido, se ubicó el gobernador Bours, único perdedor de las elecciones del 5 de julio.