El próximo gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, deberá convivir con un Congreso local que estará dominado por la oposición.
De acuerdo con los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), hasta la tarde del lunes el PRI llevaba la delantera en trece distritos locales, mientras que el PAN aventajaba en ocho.
Con la suma de los diputados por representación proporcional, y la escasa votación que tuvieron los demás partidos, incluido el PRD que no logró ninguna diputación local directa, el próximo Congreso local será básicamente una órgano bipartidista donde ni siquiera pesarán las alianzas que se tengan con los partidos menores, que apenas alcanzarán unas cuantas diputaciones proporcionales.
Esta circunstancia seguramente tendrá un gran peso en el gobierno de Padrés Elías, quien deberá pactar acuerdos con la oposición priísta si quiere llevar a buen puerto sus principales iniciativas legales y de políticas públicas.
Pero conociendo el proceder de los tricolores, reducidos a un solo color en el sexenio que termina, lo más probable es que Elías gobierne combatiendo con un Congreso adverso, siempre renuente a aprobarle cualquier iniciativa importante.
Es previsible una actuación de diputados locales del PRI opuestos a todo, con razón o sin ella.
Y en esta confrontación previsible, sin duda los perdedores seremos todos los sonorenses.