• Banner
  • Banner
Sábado 19 de Abr de 2025
El tiempo - Tutiempo.net

Vivir con miedo

Jorge Lizárraga
Lunes 16 de Novimiebre de 2009
 

Jorge Agustín Lizárraga Rocha

Del diccionario saqué la siguiente definición:
Miedo: Sentimiento de inquietud causado por un peligro real o imaginario. A alguien que es miedoso se le llama cobarde.

En los tiempos actuales, y me atrevo a decir que de alrededor de unos 15 años para acá, nos hemos visto en situaciones, como comunidad, en las que el miedo se ha vuelto parte de nuestra forma de vida.

Ya es difícil hacer algo sin temor a que resulte contraproducente, ya sea en daños materiales, económicos o físicos; además, como sociedad nos hemos encargado de infundir miedo a nuestros descendientes desde chiquillos, como lo hacían nuestros mayores con nosotros.

La diferencia es que nuestros mayores nos metían miedo por cosas muy distintas a las que nosotros usamos ahora para asustar a nuestros menores.


Recuerdo que de chico nos decían, por lo menos en Mazatlán, “no se acerquen al cerro  (de la Nevería) porque ahí hay robachicos”, algo que quizá no era cierto, pero no querían que nos fuéramos lejos de la casa, o a veces nos decían que se aparecía “La Llorona”, que al acordarme de ella todavía se me pone la piel de gallina.

Sinceramente me es difícil recordar algunas otras cosas con las que nos asustaban.
Ahora, asustar a la gente se ha convertido en un buen negocio para muchos y si consideran que exagero, a continuación les presento unos cuantos ejemplos:

• Cuando veía televisión recuerdo que todas las mañanas, y creo que a lo largo del día también, se la pasaban con comerciales de medicinas, para evitar enfermedades de todo tipo, desde diarrea, estreñimiento, dolor de cabeza (migraña para los ricos), manchas de la piel, desnutrición, sobrepeso, descalcificación, etc. usted póngale el nombre de una “enfermedad” y encontrará la “solución” propuesta por los laboratorios fabricantes de fármacos.
Esto necesariamente genera el temor de la población, y al menor síntoma que se parezca a lo que nos dijeron en la tele, se recuerda el nombre del “medicamento” y se va a comprarlo. Como resultado, y siento que no exagero, hay muchísima gente que se llena de pastillas a lo largo del día, al grado de que parecen maracas al caminar por el ruido que hacen.
En realidad, para evitar todo ese tipo de “enfermedades” lo único que se necesita es una alimentación balanceada, ejercicio y una actitud positiva hacia la vida, eso evitaría muchos de estos temores inducidos.

• Otro temor inducido es el de la falta de aceptación por parte de los demás si no nos “vestimos adecuadamente” y de acuerdo con los últimos lineamientos de la moda. Esto lleva a mucha gente a tener que renovar su vestuario constantemente, con el consiguiente gasto; ni pensar en usar la ropa del año pasado.
¿Qué tal si la gente se acuerda de que ya la usamos antes? Nos van a ver feo en las reuniones.

• Piense usted en qué temores inducidos más ha hecho suyos y busque el origen para poder erradicarlos.

Otros temores, y desgraciadamente estos son reales, son los inducidos por la inseguridad que como sociedad estamos viviendo, cada vez la violencia se apodera más y más de nuestro medio.

Lugares tan pacíficos como era Ciudad Obregón, se ven ensangrentados con sucesos como los del sábado en la noche en que cuatro jóvenes perdieron la vida al quedar en medio de un enfrentamiento de bandas criminales rivales. Ante esto es muy difícil hacer algo, sobre todo cuando los sucesos se dan a horas normales en que se desarrollan nuestras actividades.

A lo que nos ha llevado esta inseguridad es a tener que vivir en “fortalezas” con protección de rejas, candados, triples chapas, etc. que en un caso de emergencia hasta pueden ser contraproducentes al no poder salir rápido de la casa, por ejemplo en el caso de un incendio o una fuga de gas.

Miedo a la inseguridad económica, este también es un temor muy arraigado en mucha gente; hay quienes suponen que si no tienen dinero, a veces en demasía, están incompletos. En mi opinión es necesario tener una seguridad económica solvente y además un “colchoncito” por lo que pudiera ofrecerse, pero de eso a querer tener una cantidad de dinero excesiva para sentirse seguro, se me hace exagerado y hasta enfermizo si para ello se le dedica tiempo valioso de la vida, el cual se podría dedicar a actividades más trascendentes, las cuales se descuidan por andar tras el dinero.

Hay quienes llevan su miedo a extremos exagerados, como el miedo a las cachoras, que usan como pretexto para no salir al campo a disfrutar de la naturaleza; si vamos al campo, sobre todo a lugares adonde no hayan grupos de gente tomando que nos causen miedo, veremos que los animales no tienen miedo, se la pasan muy a gusto viviendo la vida, solamente se inquietan si los humanos nos les acercamos de más y con intenciones de atacarlos. Entonces, no creo que el miedo sea un sentimiento natural, sino inducido por factores externos.

En fin, y después de haber leído en un texto por ahí que en los escritos religiosos se habla de Temor a Dios, y que esto pudiera ser por una traducción no muy correcta de Respeto a Dios, más que Temor, consulté otra vez el diccionario y vi la siguiente definición:

Respeto: Miramiento, atención.

Entonces, que le parece, si en muchos casos cambiáramos las palabras miedo o  temor, por respeto, y verá que se sentirá menos miedo a las cosas diarias de la vida.

Parece que le tenemos más miedo a la palabra respeto, que respeto a la palabra miedo.

Finalmente, señores Regidores y Cabildo del Ayuntamiento de Cajeme, no sean miedosos de la prensa, aprueben sanciones más fuertes, muchísimo más que las actuales, para quienes manejen bajo los influjos del alcohol y la droga, mejor sean respetuosos por la vida y la calidad de vida de quienes pueden ser afectados por los que violen las reglas de tránsito en condiciones de mayor peligro para la ciudadanía.

Política de Privacidad    Copyright © 2006-2025 InfoCajeme.com. Todos los Derechos Reservados.