EN LOS ULTIMOS 30 años, Sonora y México ha sido testigo de las más aberrantes y descocadas puntadas políticas que ni el mismo Nicoló de Bernardo dei Machiavelli, mejor conocido como Miaquevelo habría imaginado. De hecho, antes de aventurarme en estos apuntes leí por quinta ocasión su obra cumbre, El Príncipe que no es otra cosa que todo un tratado de cachirul político y lectura obligada para grillos principiantes (porque a los ya curtidos lo que único que les causa es risa ante el atraso que acusa el material escrito por el Florentino y no recuerdo haber leído en apartado capítulo semejante alianza como la que recién acaban de anunciar los dos partidos políticos más apuestos no solo en ideologías políticas sino hasta en lo religioso.
Y cuando hablo de aberraciones, no me refiero, por supuesto, al político transformer que hoy viste la casaca tricolor y mañana amanece pintado de azul o a la inversa, o al furibundo amarillo que hoy luce más rojo que el mismo Mao y al día siguiente se le ve de progresista legislador independiente pero con todas las intenciones de correr a la esquina azul como tal han sido los casos de incontables grillos de manufactura perredista. Qué va, en la grilla, como en la viña del señor, se ha visto de todo; desde aquellos que militando y dándose golpes de pecho a favor de un partido inclinan la balanza a favor de un candidato opositor dejando a un lado principios e ideologías.
El territorio nacional está lleno de estos casos. De ahí que no tiene porque cundir el pánico. La fiebre o el fenómeno chaquetero no es privativo del terruño, pues. La historia reciente nos demuestra que de Ensenada a Yucatán suele correr el aire.
De la alianza de marras y de la que recientemente nos ha venido hablando el líder del PAN César Nava, se han venido ocupando desde el mismo Cuauhtémoc Cárdenas, el padre y jefe putativo del PRD, en lo sucesivo, “el aliado”, para las pizcas del 2012 con los azules, lo mismo que infinidad de grillos de mediano y grueso calado pasando por Betty la jefa, Manlio Fabio Beltrones quien calificó de ENGENDRO el acuerdo citado y por supuesto, la voz que faltaba para colocar la cereza en el pastel de esto que más que emparedado se ha convertido en toda una capirotada política que a juicio del columnista solo viene a demostrar dos cosas que por igual descobija a nuestra ilustre clase política: que en tratándose de grilla y de alcanzar el objetivo fijado, al diablo con las ideologías, al diablo con los principios y a la mier…con lo que diga el raza al fin que ya lo dijo el propio Maquiavelo hace más de quinientos años, cuando de solapar engendros se trataba; el fin justifica los medios.
Y, como lo que no se huele se ventea, cómo se me hace que la citada alianza no es otra cosa que una desesperada respuesta de Calderón ante la inminente caída del PAN en el plano nacional y la consecuente pérdida en las elecciones federales de julio del 2012 en castigo, por supuesto, a su falta de respuesta ante los muchos males que aquejan en este momento a los mexicanos; ejemplos?, al por mayor!.
El desempleo y la inseguridad, para acabar luego que han sido el sello distintivo de un gobierno que llegó bajo el estribillo y la pantalla de que llegaba al cargo para que usted y yo viviésemos mejor, cuando los magros resultados están a la vista de todos.
Y la voz que faltaba, naturalmente es la que acaba de escucharse de labios del ex candidato del PAN a la presidencia de la república, ex diputado federal y ex senador, Diego Fernández de Ceballos, convertido ahora en exitoso litigante de casos difíciles, aunque millonarios. Para Fernández de Ceballos, que en mucho coincide con Manuel Espino, acaso el más afilado de los críticos de Calderón, al PAN sólo le queda reiterar que se trata de una decisión absolutamente perversa y negativa. Y por si quedara por ahí alguna duda les precisa las razones muy a su estilo: Políticamente, les dice, es una idiotez que el PAN se alíe con el PRD, un partido político que insiste en desconocer a Calderón y por igual lo repudia y lo descalifica. Y arremete en contra de ambos cuando de su filosa lengua precisa sin el menor empacho: Es una idiotez, les reitera, ir en alianza con un partido que va en contra de los derechos fundamentales de los niños que se pretenden entregar en adopción a los homosexuales, independientemente del derecho que cada quien pueda tener siendo homosexual. Recontrapácatelas!.
Y que me disculpen aquellos políticos perredistas, amigos míos que ya hacen maletas con rumbo al DF para legalizar su situación con sus respectivas “novias barbudas”, pero en esto último se tiene que estar de acuerdo con don Diego. De siglos, el hombre tiene derecho a escoger a sus amistades, a sus parejas, no así a sus padres y a sus hermanos, tarea por siempre dejado a la mano de la divinidad y el destino. Y por supuesto que Fernández de Ceballos no se declara un enemigo de las alianzas. Lo que pasa es que hay que saber con quién, y aclara: “no creo que debamos estar en contra de las alianzas, porque las alianzas de todas partes del mundo pueden ser saludables.
Pero depende con quién y para qué. Una alianza que se da con un partido político como el PRD, en el Distrito Federal, que está decidiendo afectar y agraviar toda la estructura social básica, no puede recibir el aval del Partido Acción Nacional. Así sea en unas partes o en unas entidades de la República”. Alguna duda?
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