Varios países de Latinoamérica han tenido en alguna etapa de su historia un sistema de gobierno que hasta el día de hoy no se ha permitido en México. Vienen a mi recuerdo dos momentos del desarrollo político en nuestro pais donde el partido representante de la izquierda estuvo a punto de lograr llegar a la silla presidencial; primero con Cuauhtémoc Cardenas en 1988, quien encabezó una ardua lucha políticamente contra el que fue a la postre presidente electo, Carlos Salinas de Gortari.
La segunda ocasión fueron las pasadas elecciones del 2 de julio de 2006, cuando AMLO (PRD) y Felipe Calderon (PAN) mantuvieron una contienda muy cerrada hacia la Presidencia de la República. Estas dos elecciones tuvieron un común denominador; se vieron envuelta en medio de grandes impugnaciones y sospechas sobre la legitimidad de los resultados electorales.
Desafortunadamente en México siempre está primero el beneficiar a un grupo social, la clase empresarial, y manejar el poder político a favor de los intereses partidistas, negándole a los mexicanos un gobierno que realmente se preocupe por el desarrollo de una sociedad que desgraciadamente en su gran mayoría es de nivel socio-económico bajo.
Para lograr un gobierno de esta magnitud, se necesita una DEMOCRACIA POLITICA en toda su extensión, donde los mexicanos no solo participen en las elecciones. Es primordial la inserción de la ciudadanía en el proyecto político como juez y parte de todos los decretos de la nación. Es necesario exigir en todo momento una mayor rendición de cuentas a los servidores públicos, apoyando los proyectos que son para beneficio de todos y por supuesto siendo los primeros en buscar un crecimiento del país. Los gobiernos serán exitosos en la medida que el pueblo exija sus derechos y lleve a cabo todas sus obligaciones.
La nación chilena es un claro ejemplo de un gobierno de izquierda que realiza grandes cambios para el beneficio de sus ciudadanos anteponiendo a los intereses partidistas las necesidades de la población. Si bien es cierto que no se pueden implementar los mismos proyectos políticos en distintos países, sí se puede planificar un proyecto propio de los mexicanos que tenga un impacto mayor a todos los que ya han sido implementados a lo largo de la historia.
Creo que hoy el Partido de la Revolución Democrática se encuentra inmerso en un contexto político poco conveniente, al parecer sus dirigentes están mas preocupados por alcanzar el poder a toda costa, aunque esto implique dejar a un lado toda su ideología política. Espero que en algún lugar de México se encuentre un mexicano que pueda ser el abanderado de izquierda y marque la pauta para tener un mejor país.
José Amador González, egresado de la licenciatura en Psicología (Itson)