Por Ovidio A. Villaseñor L.
El plan hidráulico presentado por el gobernador Guillermo Padrés en esta ciudad es una gran obra con magníficas intenciones pues pretende asegurar el abasto de agua para las siguientes generaciones y nos da la oportunidad de ser solidarios con otras regiones.
Pero en este plan conocido como el Sonora SI, el gran ausente es sin duda “El Medioambiente”.
De manera superficial se menciona el tema de la reforestación de las cuencas hidrológicas, pero existen temas de fondo que fueron ignorados o bien, esperamos que puedan ser abordados próximamente, y es necesario ponerlos en la mesa de discusión.
Hemos escuchado en repetidas ocasiones que existe una cantidad importante de agua que fluye por los ríos y llega a las zonas costeras sin ningún aprovechamiento productivo, la cual creemos que “se pierde” sin pensar en la importancia que tiene el agua para los ecosistemas de las zonas costeras y el aporte de nutrientes provenientes de la masa continental.
Los ecosistemas costeros tienen tolerancia a la salinidad pero necesitan un caudal constante de agua dulce para poder cumplir sus funciones. Cuando alteramos estos frágiles ecosistemas con nuestras actividades productivas, ponemos en riesgo nuestra propia subsistencia y de las especies que habitan en ella, además de los problemas económicos que se derivan de la ausencia de las mismas, inclusive hasta para nuestro consumo.
No hemos escuchado en la presentación del Plan Hidráulico, las medidas de mitigación producidas por las obras que se realizarán, tampoco el manejo del caudal de agua que será destinado para la subsistencia de los ecosistemas mencionados anteriormente. Por otra parte el efecto barrera que generan las presas separan a las poblaciones de fauna y provocan la extinción de las especies terrestres y migratorias en los propios caudales.
Escuchamos también que se realizarán obras importantes en el revestimiento de canales para evitar infiltración y aprovechar mejor el agua para los cultivos, pero también estos escurrimientos son necesarios para la recarga de los mantos acuíferos que también evitan la intrusión salina a las mismos suelos agrícolas y que siguen extrayendo por sistemas de pozos en muchas regiones.
El río Yaqui de manera natural evitaba por la fuerza de gravedad el desequilibrio en la zona costera, pero al ser canalizado inducimos poco a poco la intrusión salina. Nuevamente menciono la importancia de los manglares en este fenómeno de intrusión.
Existe un apartado que se mencionó en relación a la reforestación de las cuencas hidrológicas que celebro hasta cierto punto. Es muy importante evitar la erosión producida por la ausencia de especies forestales, sobretodo para la sedimentación de las presas, así que considero un acierto esta medida en relación al suelo y control de la erosión. Habrá que hacer una selección de especies forestales para este fin, preparación de los sitios, labores de plantación y mantenimiento, pero lo más importante será monitorear la supervivencia de las intervenciones silvícolas.
Tenemos un fracaso desde el punto de vista forestal, porque del total de los árboles destinados a los programas de reforestación en el estado de Sonora, siendo optimistas sólo tenemos el 10 % de supervivencia.
La silvicultura no es solo plantar árboles, es el cultivo del bosque, asegurando el establecimiento y subsistencia del mismo, pero si queremos ser exitosos, se necesitan recursos económicos y estímulos que permitan al dueño de los sitios forestales hacerse cargo del mantenimiento de las plantaciones. En ese sentido quiero detenerme en explicar la función que juegan los bosques en el tema del agua.
En la reunión con el señor Gobernador escuchamos la distribución y la cantidad de metros cúbicos que se movilizarán por toda la red que se pretende construir, pero han pasado por alto lo más importante para el aprovechamiento del agua: la generación de la misma.
Se han manejado cifras como si fuera posible tener agua de manera constante sin pensar que antes de repartirla tenemos que “producirla” y la única manera de hacerlo y garantizar de manera permanente el abasto de agua para el futuro de nuestra especie y todas aquellas que habitan en nuestro planeta es mediante la realización de las fabricas más eficientes de agua creadas por la naturaleza: los bosques.
Es ahí donde está el origen de nuestro problema, porque no somos capaces de detener la deforestación indiscriminada en Sonora y tampoco somos efectivos en promover programas de reforestación y hacernos responsables de nuestros terrenos forestales.
Si queremos tener agua de manera permanente, tenemos que establecer los mecanismos económicos y hacer un uso sostenible de nuestros recursos forestales, mediante la promoción de plantaciones forestales comerciales en algunos casos, que le permitan al dueño del monte vivir con calidad de vida y dignidad, para hacerse cargo de su tierra, es decir, que le sea rentable establecer especies forestales, dedicarse al mantenimiento y aprovechamiento de los mismos.
Los programas forestales gubernamentales en la actualidad no son efectivos porque la producción, preparación de los sitios, sistemas de riego necesarios inicialmente para el establecimiento de plantaciones y el total de las actividades de manejo forestal no son cubiertos por los programas existentes y no le aseguran a los productores la subsistencia durante los próximos 30 años que no podrá ser aprovechado el bosque a nivel comercial.
Mientras no exista el equivalente a un Procampo forestal que le otorgue a los propietarios de los terrenos un subsidio permanente que le permita vivir de sus bosques y promover el establecimiento de especies arbóreas, estamos destinados a fracasar antes de iniciar las obras del Plan hidráulico, porque no tendremos la manera de activar el ciclo del agua que nos asegure la suficiente precipitación que abastecerá obras hidráulicas tan costosas.
Es muy importante buscar los mecanismos para generar riqueza y ser solidarios con las comunidades que carecen del vital líquido, porque podría mal interpretarse que las personas que nos dedicamos al medioambiente estamos en contra del progreso y no es así. Nuestra función como investigadores es impulsar el Desarrollo Sostenible con tecnologías que le permitan a la sociedad resolver los problemas generados por nuestras actividades como especie.
Por último, espero que las personas que toman las decisiones tengan la suficiente sensibilidad para detenerse y analizar el origen del abasto de agua. La ética científica nos obliga a realizar un ejercicio de análisis de los problemas, estudiarlos hasta encontrar el origen y proponer una forma de resolverlos, al margen de los diferentes intereses de los partidos políticos.
Muchas gracias
Mtro. Ovidio A. Villaseñor L.
Egresado del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. México
Master en Procesos Contaminantes y defensa del Medio Natural, Universidad Politécnica de Madrid. España
Doctorante en Ciencias Forestales, Universidad Pinar el río, Cuba
Investigador del Instituto Tecnológico de Sonora