Jorge A. Lizárraga Rocha
Son dos temas de los que tampoco quería escribir, pues mucho se ha dicho al respecto y poco se ha podido encontrar de verdad sobre ellos, ya que la información ha sido manipulada como pocas veces se había visto en la historia contemporánea. Pero lo mitotero no se nos quita a algunos y aquí voy con mi escrito al respecto, el cual aprovecharé para tocar los dos y así pasar el trago amargo de una vez por todas.
La “Profecía Maya”, que por lo que he leído en algunas fuentes “serias, científicas y bien fundamentadas” no es siquiera profecía, sino una serie de mediciones hechas por los astrónomos mayas, reconocidos como los mejores desde tiempos inmemoriales, habla de que el 21 de diciembre de 2012, se cumple otro ciclo que dura más de cinco mil años, y que las alineaciones de los astros, el planeta Tierra y la Vía Láctea, presentarán características muy especiales. Algunos “sabios” actuales le han querido dar a esta situación un giro catastrófico, ya que dicen que al cumplirse ese ciclo se tendrán variaciones en el eje de la tierra, que los terremotos, tsunamis, el cambio climático y otros desastres naturales son el preámbulo de lo que se vendrá en esa fecha (eso que vendrá tampoco lo especifican).
Varias cadenas televisivas han aprovechado esta situación para hacer programas especiales con tintes apocalípticos, sobre todo el Jístori chanel y el Discóveri, que se las dan de muy culturales, pero que en estos últimos meses han mostrado el cobre al verse supercomerciales y vendiendo tiempo de televisión en cantidades monumentales, cuya finalidad la mera verdad no he logrado comprender, fuera de generar dinero para sus dueños y escritores.
Otros han aprovechado el raite para decir que esta situación prevista por los Mayas nos debe de dar la oportunidad de ser mejores, dar más amor a los demás, cuidar nuestro planeta y sus condiciones ambientales, etc.
En cuanto al Agua en Sonora para el 2012, también ha sido tema de escritos, pláticas, establecer posturas, etc. que tampoco he logrado comprender bien. De repente se presentó un Plan Sonora SI, del cual pocos tenían información, si es que algunos, para resolver la problemática del agua en nuestro Estado; eso sí, se presentó como la panacea para la solución de TODOS los problemas del agua en Sonora, sin depender, o casi sin depender de lo que se decida en los estados aledaños.
De la misma manera y casi en forma simultánea se presentó una oposición a ultranza contra uno de los componentes del Plan, y se formó la corriente NO al Novillo; fundamentada también en quien sabe qué argumentos, los cuales también aparecieron de repente.
De la noche a la mañana aparecieron por todos lados “expertos en el manejo de agua” (eso sí con colores bien reconocibles de la camisa que usan), quienes empezaron a presentar argumentos para solucionar la problemática del agua, una problemática que hemos tenido también desde tiempos inmemoriales, y que incluye los siguientes aspectos:
•Un historial de desperdicio del agua durante décadas.
•Históricamente una inexistente verdadera Administración Pública Ambiental, tanto a nivel estatal como municipal, que ayudara a administrar el agua no solamente como un recurso que genera dinero, sino como un recurso natural indispensable para el desarrollo sustentable de toda la población.
•Variaciones en los ciclos hidrológicos que están totalmente fuera de nuestro control, aun cuando se hizo creer que sí las podríamos controlar, como cuando trajeron unas antenas rusas que iban a generar agua de la nada. ¿Se acuerdan?
•Un desconocimiento, o mejor dicho un hacer de lado la legislación que se supone rige el uso del agua y su administración.
En fin, y ya para terminar con estos dos temas de moda, pero que no están siendo tratados de una manera realista (es mi opinión personal) me permito externar la siguiente pregunta, de la cual no espero respuestas pues no creo que alguien las tenga:
•¿Se sabe en realidad cómo nos irá en el año 2012 con el fin del Ciclo Maya o con el Sonora SI o con el NO al Novillo?
Mi apreciación en cuanto al Ciclo Maya es: solamente Dios sabe, pues no está en nuestras manos, pero si el ser humano ya ha aguantado 3 ó 4 cambios de Ciclo Maya, no creo que este sea la excepción.
En cuanto a lo del agua, creo que nosotros como sociedad sí podríamos hacer algo al respecto, pero que las dos o tres o cuatro partes (o partidos) que están manipulando la situación, sean objetivos y se haga un análisis serio del problema.
En lo que respecta a mi campo de especialidad, que es el ambiental, no el hidráulico, no he visto ningún escrito o escuchado ningún comentario acerca de estudios ambientales, requeridos por la Ley de Aguas Nacionales y por el sentido común, sobre los impactos ambientales (tanto positivos como negativos) que cualquiera de las acciones que se tomen para resolver la problemática del agua acarrearía en los diferentes ecosistemas adonde se planea cambiar los regímenes hidrológicos para redistribuir el agua, dado que esa redistribución implica, necesariamente, el quitar el agua a algunos componentes de los ecosistemas (tanto bióticos como abióticos) con la consiguiente modificación de sus entornos y sus funciones en la sustentabilidad.
Ahora sí finalmente, como dijo el tétrico Monje Loco. Nadie sabe, nadie supo y nadie lo sabrá… hasta diciembre del 2012.