Convencidos, tal vez de que es más fácil acabar con los surtidores de la droga que con los cientos de miles de drogadictos que tiene en casa, el gobierno de Barack Obama envió éste pasado martes a su gabinete de seguridad encabezado por doña Hillary Clinton, para que nos digan a los mexicanos lo que piensan hacer para enfrentar juntos este grave cáncer corrosivo y ponerle fin a la guerra de tres largos años iniciada por Calderón y que ya ha empezado a tocar a sus puertas.
El último hecho registrado en Juárez en donde dos norteamericanos miembros del consulado gringo resultaron muertos, vino a ser la gota que derramó el vaso y que Calderón ha desestimado los escalofriantes resultados adversos que se han tenido hasta el momento con más de 17 mil bajas entre sicarios y gente inocente, que lo mismo se ha dado en Yucatán que en Baja California.
De que la reunión es más de un solo lado que bilateral, -- es decir, no hace falta que nos invites, nosotros vamos—lo dice el hecho de que en esta reunión instrumentada de último momento está presente ni más ni menos que la ex gobernadora arizonence Janet Napolitano cuyo grito de yo acuso se mantiene fresco en la memoria no solo del gabinete de seguridad de Calderón sino del pueblo mexicano, todo, al que no le queda otra que estar de acuerdo con doña Janet cuando dijo en días pasados, a los cuatro vientos que en Juárez no había Estado de Derecho.
Y cobra mayor dimensión lo dicho por la ex gobernadora de Arizona por la sencilla razón de que lo hace en su carácter de Secretaria de Seguridad Interior de los Estados Unidos y no una dama más que venga de falluca a Tepito o a posar para la foto.
A esto habría que agregar que tanto a Obama como a Napolitano les valió un cuerno los gritos destemplados de nuestros asesores en materia de relaciones exteriores o el mismo grito que pegara apenas ayer el ex candidato perredista a la presidencia Andrés Manuel López Obrador el que en un desplegado le exige a la señora Clinton respeto a la soberanía mexicana.
La presencia del gabinete de seguridad en pleno con Napolitano incluida es la mejor prueba de que el agua les ha llegado al cuello a los más grandes consumidores de droga en el mundo y que ya es hora de irse poniendo las pilas para contener el mar de sangre en que se ha convertido la llamada guerra contra el narco de Calderón. Será? Por lo pronto, a esta larga lista de bajas de la que hablamos líneas arriba habría que ir agregando los otros tres asesinatos ocurridos, apenas ayer en Sonora; dos encobijados en Nogales, cuyos nombres se revelarán en uno o dos días más por la PGJE como quien habla de bajas en la guerra de Irán o el golfo pérsico y en cuestión de segundos el carpetazo infaltable y cómplice que solo habla de más y más impunidad en Sonora. Así de fácil. El otro caso es el ejecutamiento ocurrido en plena vía pública en Hermosillo, en perjuicio de quien en vida llevara el nombre de Juan Antonio Contreras Domínguez, de 43 años e identificado como ex agente de la judicial del estado.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Nos escribe el señor César Pablos Domínguez, vecino, dice él, de la colonia Náinari del Yaqui, de la calle Julián Rodríguez, para denunciar lo que a su juicio es un atropello a la tranquilidad a la que tenemos derecho todos. Ocurre que por la calle París, concretamente entre la calle 200 y seis de abril se halla un salón de eventos, el PARIS, precisamente, en donde los fines de semana, y a veces hasta en otros días, tienen lugar algunos eventos que por su propia característica de francachela y la dolche vita, trastocan el ambiente hasta altas horas de la madrugada con la consabida desvelada para los habitantes de ese sector, considerado como residencial. Refiere en su carta, el señor Pablos, quien por cierto nos deja sus números telefónicos y su domicilio exacto para quien quiera comprobar que la denuncia es real con nombre y apellido, que la historia de la “ empedería” en cuestión es la siguiente; se inicia en la administración de Ricardo Bours, pero tras la denuncia hecha por los vecinos, esta fue clausurada de inmediato; lo mismo pasó en el gobierno de Chuy Félix al volverse abrir; tras la denuncia y el levantamiento de firmas, el dos veces alcalde la clausuró de inmediato; la historia se repitió en la siguiente administración encabezada por Francisco Villanueva quien también respondió positivamente a las quejas de los vecinos. Lo curioso, dicen los moradores de la colonia Náinari, que a la llegada del actual gobierno, el salón se vuelve abrir; en respuesta, se presentan de nuevo las firmas solicitadas por la autoridad, sólo que ahora, dice el señor Pablos, nos queda la impresión que hay algún funcionario municipal que está haciendo dinero a costillas de la tranquilidad de los vecinos porque el local de eventos sigue abierto con los infaltables escándalos propios de una zona de tolerancia y no hay quien responda por ello. Servidos, señores. Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com o al celular, 6449972972