¿Cuántas veces escuchamos o leímos esta advertencia?:
El siglo XXI estará marcado por las luchas por el agua.
Y apenas empieza el siglo nos tocó a nosotros, los habitantes de Sonora, ser actores de un enfrentamiento como el que nos anticipaban los agoreros del desastre. Sí, el siglo XXI está aquí y nosotros ya estamos peleando por el agua, no contra una potencia extranjera, ni siquiera contra los habitantes de otra entidad, sino contra nosotros mismos: sonorenses contra sonorenses.
Hay en todo esto de apoyos y rechazos al Sonora SI mucho que discutir, pero también hay cosas más claras que el agua en disputa.
Queda claro, por ejemplo, el intento de convencer a la opinión pública con propaganda sentimentaloide y pueril acerca de las buenas intenciones del plan gubernamental.
Pero también está claro el intento de hacernos creer que el agua es de todos los cajemenses y que todos debemos ir en contra del mencionado plan. Una mentira evidente.
Aquellos que hoy defienden sus derechos de propiedad sobre el agua, son los mismos –ellos o sus amigos- que cortaron el suministro del agua a todos los cajemenses hace poco más de 12 años, cuando Javier Lamarque era el presidente municipal y los Usuarios del Distrito de Riego, por un conflicto político con Lamarque, cerraron las compuertas de los canales que surten al Oomapasc.
Fue un día a principios de verano, con temperaturas de casi 40 grados, cuando nos quedamos sin agua sólo por caprichos y rabietas de la asociación que reúne a quienes hoy están contra el Sonora SI. La ciudad se desquició, las madres desesperadas buscaban agua para sus hijos, los hospitales vivieron un caos, experimentamos un día el horror de vivir sin agua.
El agua del Yaqui es de unos cuantos.
Otra cosa muy clara en todo esto es el oportunismo de quienes perdieron las elecciones el pasado 5 de julio, y que hoy toman revancha arengando a la gente para que pidan la renuncia de Manuel Barro. Si el movimiento contra el acueducto es tan puro, como dicen que lo es, por qué entonces se usa para cobrar revancha de unas elecciones donde la mayoría de la sociedad decidió con su voto?
El revanchismo político de los perdedores del 5 de julio va a ahogar a este movimiento contra el Sonora SI. Al tiempo lo veremos.
Finalmente quiero expresar mi indignación por la falta de solidaridad de aquellos que hoy marchan contra un proyecto de Gobierno, independientemente de que tengan o no razón, y jamás dijeron algo ni alzaron su voz, ni protestaron ni acompañaron las marchas ciudadanas que se organizaron en Cajeme por la muerte de los 49 niños en la guardería ABC.
Todo esos que hoy se rasgan las vestiduras, cerraron la boca, los ojos y su corazón para no molestar al entonces señor gobernador EB, y nunca expresaron la mínima solidaridad con los niños fallecidos y sus familias. ¡Hipocresía!