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En estos días los habitantes del Valle del Yaqui y los sonorenses en general estamos siendo testigos de cómo la iniciativa del Gobierno del Estado del programa Sonora SI ha realizado pláticas en privado y discusiones en público utilizando los desplegados de prensa en relación al acueducto de la presa del Novillo a Hermosillo.
Pero observamos con preocupación que muy pocos se han detenido a analizar algunas de las demás obras propuestas, entre las que resaltan la del “revestimiento del canal Chículi - Derivadora Hornos” y “revestimiento de canal represo Porfirio Díaz - represo Náinari”. Para los que somos de esta región sabemos que en el primer caso no hay ningún canal a revestir, lo que hay es el Río Yaqui, y en la segunda obra se trata del canal Bajo que nace en el pueblo de Hornos y pasa por Esperanza, Laguna Náinari, Providencia, etc.
En uno de los desplegados de prensa de hace un poco más de una semana se planteó la inconveniencia técnica y ecológica de hacer ambas obras, lo que generó una respuesta (por medio de otro desplegado) del Gobierno del estado afirmando que se aceptaban dichas observaciones y que se cambiarían por obras de revestimiento de canales en la red secundaria de riego del Valle.
Sin embargo ha sido muy notorio que a pesar de dichas afirmaciones el plan Sonora SI sigue siendo difundido con esas obras incluidas y las notas periodísticas de este 28 de
febrero reflejaron además un endurecimiento del discurso oficial en torno a este tema. Esto es muy preocupante para nosotros pues si no se han considerado las modificaciones publicadas en el desplegado mencionado, pone en tela de juicio la seriedad de los planteamientos.
A esto hay que agregarle que los desplegados a favor insisten en dar su apoyo al programa con “todas sus obras” tal y como están planteadas desde el principio.
Nosotros los habitantes del Valle del Yaqui debemos oponernos firmemente a que pavimenten el Río Yaqui lo cual es un CRIMEN contra la Naturaleza y un atentado a todo lo que proporciona a las familias en áreas de esparcimiento y recreación durante el verano.
Es increíble que haya quienes acepten que se pavimente el único tramo de río al alcance de los habitantes del Valle por lograr un ahorro de unas cuantas decenas de millones de metros cúbicos con el argumento de evitar que se filtren al subsuelo, sin detenerse a pensar que las filtraciones al subsuelo forman parte del ciclo del agua y son necesarias para los ecosistemas. Entre más arriba se eviten las filtraciones naturales más procesos naturales afectamos.
Ya lo advertía uno de los desplegados: “Ustedes pavimentan el canal de Hornos a la Laguna Nainari y automáticamente secan por lo menos ochenta pozos….”.
Parafraseando a un jefe de una tribu norteamericana del siglo 18: debemos de tomar en cuenta que lo que le hagamos al Río Yaqui nos lo hacemos a nosotros mismos. Los pueblos yaquis, el valle agrícola y Ciudad Obregón misma deben su existencia al río, es el origen y sustento de los yaquis como etnia y como nación.
Este no es un mensaje priísta ni panista, es un grito desesperado de un habitante del Valle del Yaqui que ve con preocupación que las cosas se están politizando, que los argumentos de ambos bandos se centran en los costos, estadísticas, conveniencias de construcción, etc.
Mis argumentos son ecológicos y culturales pues nadie está defendiendo al Río.
Durante miles de años los ríos siempre fueron considerados entes vivientes, al calor de las diferencias que están protagonizando esta discusión –de ambos bandos- ven al Río Yaqui como un simple proveedor asegurado del agua que proporciona la lluvia, y al agua como una mercancía.
Yo crecí nadando a las orillas del Río como lo han hecho muchas generaciones a lo largo de los siglos, y todas las cifras publicadas en esta discusión nos indican incluso que es posible que el Río Yaqui sea un usuario más del distrito de riego y siempre tenga un poco de agua en su cauce completo.
Las presas se construyeron para retener las avenidas de las épocas de lluvia, no para secarlo. Sabemos las razones que llevaron a los administradores del agua a secarlo después del poblado de Hornos para pasar toda el agua al canal que ahora pretenden pavimentar, pero es bueno recordarles que todos los habitantes, como nativos del Valle TENEMOS TANTO DERECHO A DISFRUTAR EL RIO Y SUSECOSISTEMAS COMO ELLOS A REGAR SUS TIERRAS.
El Río al dar agua nos da la vida.
POR AMOR A LA VIDA, PORQUE ES LA HERENCIA QUE RECIBIMOS DE NUESTROS PADRES Y LA QUE DEBEMOS DE DEJAR A NUESTROS HIJOS: NO TE QUEDES SIN HACER NADA, DEBEMOS SALVAR AL RIO YAQUI.
Fernando Navarro López. Periodista.
