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Pues por lo visto, el frente que se está levantando en contra de las casetas de peaje y el pésimo servicio que ofrece la llamada carretera de cuatro carriles, ahora si viene en serio. Para abrir boca, ahí está la marcha manifestación que tendrá lugar este próximo sábado 24 de los corrientes y que estará partiendo desde los municipios de Navojoa y Cajeme para tomar como punto de reunión la llamada caseta de Fundición misma que, a diferencia de las muchas otras que se hayan realizado, tendrá la grande particularidad de que ésta, está siendo avalada por los alcaldes de ambos municipios, Manolo Barro Borgaro y José Abraham Mendivil además de los diputados federales, Rogelio Díaz Brown y Onésimo Mariscales Delgadillo.
A esto habría que agregar la propuesta que de tiempo atrás ha venido impulsando el diputado local, Faustino Félix Chávez enfocada a secundar la exigencia del senador Jesús Murillo Káram en el sentido de que aquellas llamadas autopistas ( o aquellas otras que así se autonombran por más que estén muy lejos de serlo, como tal es el caso que nos ocupa en Sonora ) que no cumplan con los requisitos de seguridad o que sencillamente no cuenten con alguna vía alterna, decorosa, como sin duda, es el caso de las carreteras de cuota de Sonora, pues lo más justo es que no cobren. Y es que, desde sus inicios, en el gobierno de Rodolfo Félix Valdés la carretera que, se dice, es de cuatro carriles ha venido cobrando por un servicio que no presta; es decir, no cuenta con las elementales medidas de seguridad y ni qué decir de las condiciones en que se encuentra. Desconozco si a la marcha de este sábado habrán de sumarse los alcaldes aledaños y los diputados representantes de los distritos del sur, como serían los casos de Raúl Acosta, Faustino Félix, Antonio Valdez Villanueva, y los panistas, Eloisa Flores García, Sara Martínez de Teresa y Félix Rafael Silva, pero siento que, de hacerlo, la federación estaría poniendo sus barbas en remojo y ahora si, volteando a ver con detenimiento el caso Sonora.
Otra propuesta que tampoco tiene desperdicio y bien vale un Potosí, es la que acaba de hacer el diputado federal sonorense Samuel Moreno Terán y que, de lograrse, independientemente de los grandes bonos que allegaría a su impulsor, estaría siendo de grandes beneficios para los sonorenses, todos, es aquella que habla de ampliar por todo el año, es decir, durante los doce meses completos y no sólo seis, la llamada tarifa de verano que nos impone doña Comisión Federal de Electricidad a aquellos que tenemos el valor para enfrentar las inclemencias infernales del calorón en las que sobrevive nuestro estado. Y no para ahí la propuesta que, no es por nada, debería ser secundada por los 72 alcaldes sonorenses , pues lleva el propósito de alcanzar, también, una tarifa preferencial para la temporada invernal, sobre todo en el área norte de la entidad en donde esta vasta zona del territorio se convierte en un gigantesco congelador.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
A finales de los noventa, la Cámara de la Industria de la Radio puso en marcha una compaña de concientización de los padres de familia en la que después del mensaje se cerraba con una frase que hoy más que nunca se hace presente; “ Sabe usted dónde se encuentran en estos momentos sus hijos?”; es muy posible que los muchos padres de familia de apellidos de rancio abolengo con los que me topé la madrugada del sábado anterior en barandilla de policía, y que andaban abogando por la libertad de muchos de sus hijos, esta frase, que de seguro la escucharon, se les olvidó o, como diría doña Balvanera, mi madre, la escucharon como oír llover, porque es un hecho que esa madrugada del sábado anterior, de plano, no sabían, mucho menos, qué hacían, a esa hora sus hijos. Los nenes, como ya dieron cuenta la mayoría de los medios de comunicación locales, es decir, es un secreto a voces, se hallaban enfrascados “ haciendo “relaciones públicas” a base de golpes, pedradas y tubazos con sus vecinos, “los de abajo”, ubicados en la calle Nuevo León, entre Guerrero e Hidalgo.
Ojalá que ahí hayan parado las hostilidades y no se tengan que lamentar mayores daños, el día de mañana. Y a propósito de retrocesos, en donde se acaba de dar un gran salto, pero para atrás, es por lados de la Agencia Fiscal cajemense en donde desde hace algunos meses intenta hacerlas cantar el ex diputado Fructuoso Méndez, y en donde, al decir de los contadores y gestores que se comunicaron con el columnista, ayer, se está pidiendo cheque certificado, a la hora del pago de contribuciones, cuando la mayor certificación que puede tener el documento en cuestión es la elevada comisión del 20 por ciento que impone la agencia, además, por supuesto, la consabida comisión que encaja el banco a la que pertenece la cuenta. La anterior medida, dicen los quejosos, no es en sí el que se esté pidiendo la certificación, por más que la referida medida ya había sido abolida, sino el hecho de que no se les haya comunicado con al menos una semana antes y estos, a su vez, haber tomado las precauciones del caso. Esto, sin descontar, según los señores gestores, que cuando trataron de elevar su queja o saber el por qué de este retroceso, les fue más que imposible penetrar la enorme barrera de marfil que envuelve al señor agente, como en aquellos aciagos tiempos para los contribuyentes de la era de Julián Rivera, fiscal de horca y cuchillo. Servidos, señores.
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