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No le fue nada bien a Calderón en su gira por el estado de Nuevo León, acaso, uno de los estados en donde mayormente se han dejado sentir los estragos de la narco guerra que el gobierno federal libra en contra de las mafias del crimen organizado.
Estudiantes, rectores y líderes ciudadanos coincidieron con el punto de vista de usted, de su vecino, el de la mayoría de los mexicanos y por supuesto, el de este columnista; la guerra es un rompecabezas a troche y moche y nadie parece responsabilizarse por ella.
De las tres opiniones, las de los alumnos, sin lugar a dudas, fue la más precisa y contundente por cuanto a que más que opinión, es un angustioso grito que recorre los caminos de México: “¿Cuántos muertos más faltan, señor presidente”?. Coincidentemente, al momento en que estudiantes y rectores ponían en el banquillo de los acusados a Calderón con esta serie de preguntas y afirmaciones como aquellas de indagar a narco políticos y de que el uso indiscriminado de las balas, no basta en esta desigual guerra que incluye a cientos de civiles que nada tienen que ver en este conflicto, en Juárez se daba otro fatal grito de alerta; en un solo día, el del pasado miércoles, veintiún personas más habían sido asesinadas lo que viene a incrementar a 128 el número de asesinatos en esta frontera desde el día en que la Policía Federal Preventiva “ retomó” el control de la ciudad. Imposible, entonces, imaginar qué sería de Juárez sin la presencia de la Policía Federal. Pero, retomo la participación que en calidad de espontáneo tuvieron dos de los jóvenes estudiantes que increparon, en voz de la república a Calderón; el primero de ellos, identificado como Joel Gastélum, lanzó a boca de jarro la pregunta: “¿Cuántos muertos más faltan y cuál va a ser el saldo de la guerra antinarco”? Y otro más, no identificado, se encaró al ejecutivo para reclamar; “Exigimos que, como empleado que es de nosotros, rinda cuentas sobre lo que haga en contra del narco y esclarezca la muerte de civiles y de dos estudiantes del Tecnológico caídos en marzo en un enfrentamiento entre militares y narcotraficantes”. Y agregó: "Exigimos que se deje de discursos y se esclarezcan las muertes de civiles provocadas por el crimen organizado en enfrentamientos con las fuerzas militares como las de nuestros compañeros del TEC y otros civiles porque tanto su secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, como usted, llevan diciendo que nos van a entregar un informe y éste no ha aparecido; queremos saber qué pasó con esas muertes”. La pregunta, aquí, naturalmente, llevaba implícita también, la larga lista de muertes ocurridas en Durango, Guerrero, Sonora, y los juvenicidios de Juárez, y por supuesto, llevaba también el desgarrador grito de la señora madre de los dos jovencitos, que meses atrás, increpó también a Calderón, a quien le pidió que se pusiera en sus zapatos. – Estoy segura, le dijo, que si se tratara de dos de sus hijos, usted estaría buscando hasta por debajo de las piedras a los asesinos de sus hijos--.Calderón, naturalmente, como ha venido siendo su costumbre, nada tuvo que decir a la señora que desgarrada por la desgracia, suplicaba la atención presidencial para dar con el paradero de los asesinos de sus hijos, como tampoco la tuvieron, en esta ocasión, maestros, grupos de civiles y rectores de las universidades de Nuevo León.
FIERRITOS EN LA LUMBRE:
Se les podrían salir de cauce las aguas a quienes, tras bambalinas, lograron la remoción del director de la Sociedad de Usuarios del Distrito de Riego del Río Yaqui, Eduardo Flores Moreno, por su abierta participación en el Movimiento Ciudadano que se opone, como la mayoría de la gente del sur del estado a que la camarilla, encabezada por Carlos Slim, se lleven el agua del Novillo, con rumbo a la capital del estado. Sorprendido por la turbiedad de las aguas, Flores Moreno, había advertido ante los medios de comunicación que su salida de la Sociedad de Usuarios podría darse hoy viernes o en las primeras horas de la próxima semana, sin embargo, se adelantaron los pronósticos por lo visto. Y, finalmente, te dejo, lector amigo, con esta carta que nos hace llegar la señora Monroy de la colonia Sochiloa:
Señor IBARRA le saludo y le agradezco como siempre tome en cuenta este correo.
El asunto es un tanto desagradable, viene de parte de muchísimos vecinos de la calle Francisco Urbalejo, en la colonia Sochiloa.
En dicha calle se encuentra una empacadora de camaron propiedad del señor OSCAR YAÑEZ, el cual como buen "empresario" prepotente, grosero y falto de educación se esta apoderando poco a poco de esa calle prácticamente, ha mandado cerrar por sus pistolas una calle interior que se encuentra entre el numero 218 y 219 alegando que el la compró y que tiene los papeles para respaldar dicha compra. ha habido altercados con vecinos por motivos de la prepotencia de dicha persona, se le ha mandado hablar a patrullas, a servicios urbanos etc. pero hacen caso omiso, o sea el señor, al parecer esta muy respaldado como dice el es INFLUYENTE, ya van para 3 años lidiando esta persona los vecinos de la colonia Sochiloa; cuando no tapa los drenajes por falta de trampas y otras cosas ,es su prepotencia, su influyentismo etc. me gustaría que se diera una vuelta por esa calle e hiciera un reportaje amplio y vasto sobre esto y sabe porque? ? porque están tan ofuscados los ánimos en esa calle que si ya llegaron a palabras altisonantes que caso tiene que corra sangre?. No cree usted? Y lo peor de todo esto que ya este señor YAÑEZ hace alarde de este "NUEVO SONORA Y SUS PRIVILEGIOS" un beneficiado mas.
Por su atención gracias y como siempre un placer leerle a usted y al señor Gaspar Navarro
SRA. CARMEN MONROY
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