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Hace tres años, es decir, la legislatura federal pasada, reformó la ley electoral a efecto de homologar los calendarios electorales que permitieran entre otras cosas, ahorrar en los gastos de campaña, acortar el tiempo efectivo de campaña y contribuir a propiciar un clima de mayor entendimiento entre los partidos políticos nacionales.
Se trataba entre otras de hacer suyo—de parte de los legisladores—el reclamo social en contra de calendarios electorales dispersos que motivaban la contienda permanente entre los partidos y las campañas largas y costosas; esa situación, -- se dijo entonces, entre otras muchas argumentaciones—ha provocado el alejamiento ciudadano de las urnas, la erogación innecesaria de cuantiosos recursos públicos y la permanente actividad electoral de los partidos políticos, restando tiempo y posibilidades a la realización de otras actividades políticas inherentes a los partidos y sometiendo la relación entre ellos, y con las autoridades, a una tensión que perjudica el diálogo, la negociación y la deseable construcción de los acuerdos. Hoy, tres años después, esa última frase con la que seguramente se habrían ganado el premio a la mejor iniciativa de ley parlamentaria y con la que cerraban tan singular reforma, es letra muerta.
Ahora resulta que los próximos comicios que tendrán lugar en 15 estados del país, nos costarán MIL MILLONES DE PESOS más, esto es, 31. 46 por ciento más que hace tres años, sus campañas serán igual de largas y lo que es peor, los acuerdos entre los partidos y sus candidatos, no se ven por ningún lado.
El costo total para la renovación de doce gubernaturas; mil, 621 cargos de elección popular, 418 alcaldías y dos elecciones extraordinarias de alcalde en Coahuila, nos costarán a los mexicanos 3 mil 712 millones de pesos, mismos que en nada aseguran el cambio o la diferencia para que cada uno de estos electores accedan a mejores condiciones de vida.
Es decir, elecciones de país de primer mundo en el que se juega a la democracia con unos resultados que están a la vista de todo el mundo; un país con poco más de la mitad de sus habitantes sobreviviendo casi de milagro y 20 millones de estos en la pobreza extrema, con lo que un derroche de estos es, aquí y en China, un soberano insulto que no tiene nombre. Y lo peor. Sin chiste alguno, porque, -- remember el caso Sonora—a fin de cuentas, el triunfo no se obtiene en las urnas sino se define en los tribunales electorales con lo que los millones invertidos en las campañas se van por el resumidero.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Al estilo de los viejos políticos que cuando quieren que un asunto se vea estancado y duerma por siempre el sueño de los justos, crean inmediatamente, una comisión.Y la historia esta llena de estas comisiones; --- La comisión de la verdad del Santo Sudario, la de María Magdalena, la de Cuauhtémoc para comprobar si de verdad eran sus patas las que ardían y no las de San Judas; la del Papalopan, la del error de Diciembre, la Comisión de la verdad del 68 y la de los Halcones del echeverriato; la de Biébrich y los siete campesinos muertos en San Ignacio, Río Muerto; la de Colosio y ahora la del Novillo--. Así, su excelencia el Papa Benedicto XVI ha creado la figura de un Comisario, que para el caso es lo mismo, a efecto de guiar, dice el comunicado de la Santa Sede a los Legionarios de Cristo cuyo fundador Marcial Maciel – reconoció el vaticano- construyó una red de poder inescrupulosa que marcó a la congregación.
Lo que sigue a continuación, no lo dice el boletín enviado por el portavoz del Papa, pero es el sentir general; nada de esto estaría pasando ahora si, en sus tiempos de jefe de la nueva Inquisición, es decir, la Congregación de la Doctrina de la Fe, el entonces Cardenal Ratzinger, le hubiera ido a la mano a Maciel y lo hubiera enviado a las regaderas como tuvo que hacerlo más de 20 años después que se convierte en sucesor de Juan Pablo II. Ahora se tuvo que emplear a cinco obispos que durante ocho meses, vinieron a decirnos lo que ya desde hace mucho es historia; “ que los comportamientos inmorales de Maciel son auténticos delitos y manifiestan una vida carente de escrúpulos y de genuino sentimiento religioso”.
En asuntos más terrenales, seguramente que aquéllos que no quisieron o no pudieron registrar su teléfono celular a tiempo, ya se dieron cuenta que cuando quisieron efectuar una llamada se encontraron con dos cosas: que Telcel o moviStar, ganaron al fin la batalla o el amparo pues nadie ha sido dado de baja y si, en cambio, le permiten a usted que se active de inmediato y su línea sigue funcionando. Eso es lo que se tuvo que hacer desde un principio, que en realidad es lo que hacen las propias compañías cuando a usted se le acaba el saldo; sencillamente ya no “ salen” llamadas de su aparato y más que rápidamente usted busca la manera de seguir comunicado. O como decían nuestros viejos; sencillamente, nos levantaban la canasta y asunto arreglado.
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