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Desde luego que ni el SNTE ni la maestra Gordillo son responsables que, de una recua de 145 mil aspirantes a maestros, sólo el 25 por ciento de estos, pasaron el examen de admisión. De lo que si son absolutamente responsables es que este vicio se siga dando año con año y que gracias a favoritismos y compadrazgos, aquellos que no alcanzan a pasar la prueba, al tiempo los tengamos como flamantes maestros de nuestros niños y jóvenes. Aquí en Sonora, para no ir muy lejos se tiene el caso de maestros e incluso hasta directores de escuelas que ya no digamos no tienen el título de maestros sino que ni siquiera cuentan con el mínimo de escolaridad. La consecuencia de todo esto los tenemos en las pruebas de Enlace que se presentan cada año y arrojan una triste realidad entre la mayoría de los educandos que va desde primaria hasta profesional.
Esto, sin descontar la enorme deserción que se presenta en los casos de secundaria y preparatoria y en los que por cierto, muy poco tiene que ver la cuestión económica y si la enorme vocación de los maestros por estar al frente de un grupo de estudiantes. A este respecto, platicando en días pasados con un director de uno de los planteles públicos educativos más grandes de Cajeme hacía referencia a una kilómetrica verdad contra la cual no hay defensa. Su respuesta respondía a la siguiente pregunta; ¿ A qué se debe el bajo aprovechamiento que arrojan nuestros estudiantes en los niveles de secundaria, preparatoria y universidad?. La respuesta no puede ser más contundente: “ A que los maestros de hoy se han dedicado a alcanzar la plaza de maestro, no son maestros, son profesionistas que nunca han ejercido en sus respectivas carreras y descubrieron que el camino más fácil estaba por el magisterio y sencillamente se han preparado para ser maestros; van por la seguridad del empleo, el cheque, las prestaciones y muchas otras ventajas que ofrece el magisterio, pero que nada saben de vocación como mentores, como educadores”. Esa es la gran diferencia, --- insistía el funcionario—entre aquel que tiene la vocación de servir, el apostolado que hace mucho se dejó de lado, el de educar, el de llevar de la mano al educando como tal es la raíz del pedagogo, por aquel o aquella que teniendo la seguridad de un título, deja de lado su carrera para prácticamente invadir, incursionar, otro terreno como el de la educación que no es el suyo. Y por supuesto, aquí si tiene mucho que ver el SNTE y aquellos otros a quienes la educación les viene importando un comino. Y de las famosas “normales” y otras “especialidades”, ni hablar; según nuestro amigo, son la más cómoda fábrica de maestrías Light o estilo Maruchan en lo que, para lo único que sirven es para agrandar el cheque de nuestros flamantes maestros, si, pero maestros en el arte de la huelga y el dispendio del valioso tiempo. Esto, sin contar aquellos otros que no obstante a que cobran como maestros, jamás, así, jamás han sabido lo que es tener un gis entre sus manos. Ah, y eso si, inamovibles, porque ha de saber usted que hasta son discutidos delegados sindicales y ni quien les venga a la mano porque son capaces hasta de tumbar directores si así se lo proponen. Y si no, que le pregunten al profe Adrián Esquer, hombre dedicado a la docencia de tiempo completo y quien tuvo que salir a fuerza de carrera de uno de estos establecimientos educativos los que, hasta la fecha, son manejados como propiedad del sindicato. ¿Alguna duda, mi estimado maestro, Oscar Ochoa Patrón, titular de la SEC en Sonora?
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Es muy posible que hoy anden por rumbos del Ayuntamiento en busca de los regidores del PRI y del PRD, las señoras esposas de los asaltantes a quienes según los policías municipales que los detuvieron siguen sin salirles las cuentas. La idea de las féminas, preocupadas, te decía por aquello de que no caiga sobre la humanidad de sus maridos la maldición aquella de que “ ladrón que roba la ladrón, tiene cien años de perdón”, es entrevistarse con los regidores Guillermo Patiño Fierro, del PRD y ArmandoAlcalá, del PRI, a efecto de hacerles llegar la denuncia que ya llevaron ante la representación local de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, debido a que en la dirección de Seguridad Pública, también no les salen las cuentas. Va de nuevo para los que apuntan: Los esposos de las damas en cuestión (cuyos nombres, lo mismo que los nombres de los policías, tenemos en nuestro poder ) asaltan una gasolinera del sur de la ciudad, son atrapados con el botín y ahora resulta que no salen las cuentas, pues mientras que la negociación afectada habla de poco más de 200 mil pesos de faltante, los policía solamente entregaron algo así como cerca de cien mil pesos, mientras que los cacos aseguran (tehuacanazo por las narices de por medio) haber obtenido un botín de algo así como 200 mil pesos, mismos que entregaron constantes y sonantes a los enviados por el doctor Landeros, el que también sigue enredado en el affaire ahora conocido como “Ladrón que roba a ladrón”.
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