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Angélica Beltrán
Al PRI en la Cámara de Diputados se le ha hecho bolas la masa, pues no ha podido concretar la operación política que anunció tan valentonamente durante su plenaria en Ixtapan de la Sal; de que presidiría la Mesa Directiva.
Anuncio que sirvió además de mensaje político para dejar en claro que hará valer su mayoría y demostrará (al PAN, que los traicionó con las alianzas electorales con el PRD) que el tricolor no es ingenuo, a pesar de ser una oposición responsable.
Y sin importar que le corresponde –por lo lógica-- al PRD dicha presidencia, de acuerdo a lo que establece la ley orgánica del Congreso; el PRI se ufanó entonces de su poderío numérico para justificar el anuncio, que no tiene sustento en términos legales, como se ha concluido en los últimos días.
Lo que ha propiciado un caos en la definición de las presidencias de los dos órganos de gobierno de la cámara baja; y una nueva amenaza de toma de tribuna.
De ahí que habiendo vencido el plazo ordinario para definir qué partido político presidirá la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, a la fecha no hay definición, ni tampoco acuerdos; aunque la prorroga vence el próximo domingo 5 de septiembre.
Día de asueto en que deberán sesionar los diputados para votar la propuesta de la Junta de Coordinación Política para conformar la siguiente Mesa Directiva.
En este asunto el PRI se ha encontrado con varias piedritas en el camino; pues como en el México de hoy, el de la pluralidad, los partidos políticos ya no pueden transitar tan libremente; en esta ocasión el PRI no ha podido hacer valer su decisión unilateral.
Así, y por falta de acuerdos que garanticen que no se violará la legalidad en la casa de las leyes y para evitar una crisis de ingobernabilidad, los grupos parlamentarios PRI, PAN y PRD negocian con pocas posibilidades de encontrar acuerdos; pues el espacio que le correspondía al PRD busca arrebatarlo el PRI, y el PAN no cederá lo que le corresponde que es la Junta de Coordinación política.
Y es que como lo establece la ley orgánica del Congreso, la rotación de los órganos de gobierno del Congreso: Junta de Coordinación Política y Mesa Directiva, se hace entre las tres primeras fuerzas políticas; sin que en ningún momento una misma fracción pueda ocupar simultáneamente ambas presidencias.
En ese sentido, si al PRD se le relega al tercer año de la LXI legislatura, y en los dos primeros años no se le permite ocupar ninguna presidencia; en el tercer año le correspondería la dirección de ambos órganos; lo cual prohíbe la ley.
En este enredo que ha causado el PRI con su decisión unilateral se ocupar la Mesa Directiva, los propios priistas se han enredado. Pues en conclusión, serían los responsables de una crisis en el Congreso; cuando paradójicamente han declarado ser los adalides de la institucionalidad y de la estabilidad política, cuando arreció la pugna PAN-PRD en 2006.
Aunque ahora, el PRI está creando el vacío, pues este martes en que se instaló la sesión preparatoria para el inicio de sesiones ordinarias y la recepción del Informe Presidencia el miércoles; los trabajos siguen a cargo de la Mesa Directiva que encabeza el panista Francisco Acuña. Y así será por cinco días más.
