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Columna de Hierro

Sergio Ibarra
Martes 30 de Novimiebre de 2010
 

Y, si como dice el titular de la Comisión Estatal del Agua en Sonora, Enrique Martínez Preciado,--- un funcionario que debería de estar viendo el asunto del Novillo de manera imparcial y no cargado, por completo a favor de su jefe político y de quienes lo pusieron en el cargo -- en el litigio no hay un solo afectado y los que pudiera haber, sólo existen en las mentes de los “contras” que nunca faltan, cómo es que se ha podido levantar el mayor movimiento, nunca antes visto en la historia de Sonora, en contra de un gobierno que no ha sabido o no ha querido escuchar a esos miles de “invisibles” afectados que insiste en no ver ni oír, pese a las muchas marchas que se han organizado para manifestar su rechazo a la construcción del acueducto de marras, recientemente bautizado con el nombre de Independencia, en un intento por confundir a la sociedad en general?.
 De igual forma, si no hay afectados, cómo es que se promueve, con qué fundamento, pues, un amparo en contra de este que  pretende hacer un arbitrario acto de autoridad al contar con el absoluto rechazo de muchos productores afectados y que mantiene en guardia, -- arcos en ristre—a buena parte de la etnia yaqui que tampoco autoriza el saqueo de la cuenca del río al que su estirpe ha dado su nombre.
Por otra parte, ¿por qué se recurrió a la faramalla de “compra” de derechos de agua a supuestos usuarios de la cuenca, aguas arriba, como si el agua “comprada” no perteneciera a la misma cuenca?

El saqueo sigue siendo el mismo como lo mismo es el Novillo que  “ Independencia” y sus aguas son y seguirán siendo parte de la cuenca del Río Yaqui por más que don Enrique Martínez insista en que en este empapado litigio no haya afectados y su obtusa visión solo le permita observar beneficiados, locos de contento, por todos lados,  porque unos cuantos iluminados vengan y les arrebaten lo que de tiempo atrás les pertenece.

FIERRITOS EN LA LUMBRE.

Ni duda cabe que el deste y el corazón presienten. Y si no, que le pregunten al toñito Gándara Astiazarán que muy a tiempo retiró sus aspiraciones --- desde luego, en bien de la unidad partidista—para alcanzar la dirigencia del PRI estatal, aunque para lograrlo, tendría que haber derrotado en el camino a la hoy líder del tricolor, Claudia Pavlovich Arellano y a Julián Lozanilla, su más cercano competidor y que a fin de cuentas, decidió permanecer en la lucha antes que caer de rodillas y sin haberse presentado al combate. Por lo pronto, y para los que apuntan, la hija de doña Alicia Arellano, la ex alcaldesa de Hermosillo y de Magdalena de Kino, además de ex senadora de la república, a fin de cuentas, se impuso prácticamente por la vía del cloroformo ante sus dos adversarios; con el primero, el ex alcalde de Guaymas, oficina por la que pasó con más pena que con gloria por la vía del nocaut técnico, luego de que uno de sus “ seconds” tiró apuradamente la toalla, mucho antes del llamado a zafarrancho y en el caso de Luzanilla, quien sí se animó a subirse al ring, por la vía del cloroformo, para convertirse así en la primer mujer en alcanzar la dirigencia del ahora ex invencible.

A partir de la fecha, el nombre de Claudia Pavlovich se sumará a los de ex connotados miuras de la grilla sonorense como Jesús Enríquez Burgos – ex secretario general de gobierno con el malogrado, en lo político, Carlos Armando Biébrich, Daniel Acosta Cazáres, quien ya había pasado por la alcaldía de Navojoa, Samuel Ocaña García, que del PRI estatal brincó a la candidatura al gobierno del estado; Manlio Fabio Beltrones, otro ex gobernador que antes pasaría por el principal sillón del PRI estatal, Roberto Sánchez Cerezo, Armando López Nogales que de ahí pasaría a la senaduría y de ahí a la candidatura del PRI al gobierno estatal; Bulmaro Pacheco Moreno y Miguel Angel Murillo quien hasta ahora tiene la honrosa distinción de haber sido dos veces dirigente del priismo.

PUES CIERTO O NO, el supuesto regreso a su casa y a la vida pública del ex senador y ex candidato a la presidencia de la República, por el PAN, Diego Fernández de Cevallos, volvió a acaparar la atención de la opinión pública nacional que todavía no alcanza a distinguir entre la realidad o la fantasía; lo que dicen los rumores y lo que supuestamente afirman sus familiares en el sentido de haberse pagado un rescate de 20 millones de dólares por su liberación. Lo único cierto hasta ahora es que no ha habido una sola autoridad que confirme la especie y dé pelos y señales de la supuesta liberación del influyente político en los tiempos del foxismo. De no ser cierto el que el llamado jefe Diego ya haya sido regresado a sus familiares, todo indica que el hombre sigue en manos de sus captores los que aquí entre nos, pudieran ser parte de algún grupo guerrillero con tintes paramilitares. Al menos, hasta ahora el actuar que se ha visto en el caso, así lo hace presumir. Y para quienes pudieran tener la duda de que un personaje de la talla de Fernández de Cevallos pudiera ser víctima de un secuestro de alguna célula guerrillera, ahí está el secuestro cometido en años pasados, en perjuicio de un no menos importante personaje como lo fue en su caso don Fernando Gutiérrez Barrios, cuyo secuestro se dio en las barbas de sus propios guardias de seguridad.

Para los que apuntan, don Fernando Gutiérrez Barrios fue el eterno policía del régimen priista, los ojos y los oídos de políticos como Luis Echeverría, López Portillo y Carlos Salinas de Gortari, siendo éste último quien primero lo hizo gobernador de su natal Veracruz y después se lo llevó con él para ponerlo al frente de la Secretaría de Gobernación y en donde Manlio Fabio Beltrones, haría el uno- dos, con el político veracruzano como subsecretario del ramo, cargo del que pasaría a la gubernatura del estado con el total y absoluto respaldo de Salinas y de su entonces padrino político, Gutiérrez Barrios.

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