Adolfo G. Riande
(1ª Parte)
Revisar algunas de las cintas de Luis Buñuel, realizador español (1900-1983) es un buen ejercicio para hacer un análisis del carácter ideológico como sello determinante que el autor imprimía a sus guiones.Cabe señalar, que el carácter ideológico es determinante en la divulgación de las ideas, y que en el caso de Buñuel, en su etapa de realizador en México, logra una de sus cintas más memorables, como lo es “Los Olvidados” (1950).
De acuerdo con lo citado por el propio director aragonés, en sus ya muy célebres memorias “(“Mi último suspiro”, Plaza y Janès, 1982) dictadas a su co-guionista Jean Claude Carrière, a Buñuel le fascinaban los temas de depauperados, de niños de la calle, y varias veces declaró su admiración por “El Limpiabotas” (De Sica, 1946).
Con estos antecedentes, ahora uno puede darse cuenta, cómo cuando le proponen realizar en México trabajos de temáticas sociales, él se inclina por “Los Olvidados”.
Buñuel no la pensó dos veces cuando le propusieron filmar este tipo de temàticas.Durante más de un año, el personalmente, como ya decía Carrière, y con la compañía fiel de su inseparable pistola, recorrió los arrabales de la ciudad de México, esos sitios como “prietitos en el arroz” de la etapa de industrialización con estabilidad que ya vivía nuestro país, vieron peregrinar a este hijo pródigo de Calanda y su equipo de colaboradores, para escuchar, anotar, conversar, y observar a la gente.
Como parte de esta tarea, de reconocimiento del sitio de estudio, dirían los expertos en metodología social, Buñuel llevó a la imagen gran parte de lo que vivenció, gran parte de esas realidad vivida.
Buñuel no hizo más que retomar elementos vivos del entorno pobre y miserable de la periferia del DF y llevarlo a la pantalla.El resultado, de sobra conocido, levanto rápidamente una ola de protestas institucionales y particulares. De todo le llovió al director español. El atrevimiento de mostrar un “Mèxico diferente” al de la ideología oficial, tuvo una respuesta feroz.
De acuerdo con datos de la época, las reacciones de protesta de varios sectores fueron violewntas, tanto que la cinta alcanzó sólo cuatro días de exhibición.
Se sabe, que sindicatos y asociaciones pidieron de manera unánime que Buñuel fuese expulsado del paìs.Como si un frente único nacionalista se levantar en una sola voz, para exigir su destierro del país.
Tras los barruntos que presagiaban un nuevo fracaso económico, como el de “Gran Casino”, el destino le tenia preparado unos redobles de esperanza, redobles como los de su natal Calanda, que despertarían la atención de propios y extraños.
(Continuará)