Ante el magno proyecto de recuperar la presidencia de la República en 2012, los priistas han evitado, en esta primera etapa, enfrentarse entre sí; por lo que sin tropiezos se avaló un “candidato de unidad” para la renovación de la dirigencia nacional.
Es claro que con esta “madurez política”, como lo calificó el coordinador Francisco Rojas, el priismo lo menos que busca es un desgaste interno. Así que sin mucho forcejeo, la cúpula aceptó a Humberto Moreira, gobernador de Coahuila, como el único aspirante a dirigir el PRI para los siguientes cuatro años.
Aunque en esa decisión, es de resaltar, pesó mucho el respaldo del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto y de la líder vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo, para hacer del maestro Moreira el único contendiente a dirigir los destinos del PRI y organizar la elección presidencial.
Así, este viernes, sólo como un mero trámite, el gobernador de Coahuila, con licencia, Humberto Moreira y la diputada federal Cristina Díaz, quien también goza de licencia, se registraron como la fórmula única para competir para la presidencia nacional y secretaría técnica del PRI.
Este sábado el coahuilense recibirá sin ningún aspaviento su constancia de mayoría, con lo cual se convierte de facto en el nuevo presidente del CEN priista; y con ello se espera que dé inicio su trabajo; quedando la todavía dirigente, Beatriz Paredes, desplazada, a dos meses de finalizar su cargo.
De tal suerte que el siguiente cambio de relevancia en el PRI, se rumora, es la sustitución del yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín al frente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; para que el lugar sea ocupado por la mujer fuerte del PRI, Beatriz Paredes, desde el inicio del próximo periodo ordinario de sesiones el 1 de febrero.
Sobre los cambios que ya comenzaron al interior del gabinete presidencial y los que están por verse en los siguientes días, sólo resta comentar que con éstos no se busca corregir el rumbo del país, que se debate entre la falta de empleos, la delincuencia desatada y el narcotráfico como la fuerza más importante del país, sino el triunfo electoral en las siete gubernaturas que se disputarán este año y la obtención de la corona de todas las elecciones, la presidencia de la República en 2012.