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Pues cuestiones propias del rumbo que ha venido tomando el caso de la inseguridad en México y la serie de declaraciones que en relación a esto han venido haciendo algunos altos funcionarios del gobierno de Obama, me disponía a abordar el tema, concretamente en lo que tiene que ver con la única defensa, seria y responsable que se ha dejado escuchar de este lado del Río Bravo, en voz del rector del Alma Mater, el doctor, José Narro Robles.
Al académico y a un buen número de mexicanos que siguen sin alzar la voz en este sentido le parecen que las declaraciones de estos funcionarios en las que se encuentra la misma Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Nacional, están cargadas de una torpe ligereza que bien merecen la intervención o respuesta del gobierno mexicano.
La intención del columnista, luego de ver que nadie secundó al rector de la UNAM en sus declaraciones, se enfocaría, en todo caso a subrayar la legítima defensa del académico, su encomiable postura, pero sin dejar de reconocer que los funcionarios gringos tienen sobradas razones para sospechar que la lumbre que despide el incendio en que se ha convertido el país, podría llegarle a ellos y convertir la frontera norte en una delicada zona de riesgo.
No alcancé a dar los primeros teclazos.
Apenas dar el rápido vistazo por el mundo con la velocidad y la facilidad que permite el internet, tuve ante mis ojos la información de primera mano y que, ojo, anticipa una fuerte andanada de declaraciones que obligadamente habrán de subir de tono en tanto no se aclaren las cosas. Dos agentes de la oficina de Inmigración fueron baleados ayer en territorio mexicano, falleciendo uno de ellos.
El cable, tal vez por cuestiones de seguridad o para no entorpecer la labor de investigación que seguramente ya realizan algunos agentes federales en territorio nacional no precisa el lugar en que sucedió la agresión, pero el hecho es oficial y ya ha sido confirmado por las cancillerías de ambos países.
Como quien dice, llueve sobre mojado en lo que hace a las relaciones diplomáticas de México; primero con el asunto de la francesa Florence Cassez a quien el gobierno de su país insiste en hacerla víctima de la justicia mexicana y está a punto de mandar por un tubo sus relaciones con México y ahora el asesinato del agente de migración, ocurrido ayer martes. Por cierto, el periódico el Universal le propinó el tiro de gracia a la defensa de la Cassez y al mismo gobierno galo luego de mostrar al mundo la serie de fotos en las que la francesita se muestra al lado de su novio, el criminal secuestrador Israel Vallarta, sirviendo como anfitriones de los padres de ésta, en uno de los ranchos en donde habrían sido rescatadas algunas de sus víctimas.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Seguramente que al columnista y buena parte del teleauditorio de México nos hubiera gustado mucho decir que gracias a la solidaridad mostrada por los colegas de Carmen Aristegui esta vuelve con su programa a la cadena de televisión MVS de la familia Vargas, sin embargo, qué pena, los señores, como la consignamos en los pasados apuntes, se dedicaron a hacer leña del árbol caído y salieron en defensa de los verdugos de la comunicadora, los principales inquilinos de los Pinos a quienes les asustó más que una llamada del Chapo Guzmán en plena madrugada, el que Carmen Aristegui se siga preguntando si a don Felipe le gusta el curado de tamarindo.
Por supuesto que se valen las dos cosas: el preguntar si le gusta no creo que ofenda a nadie y tampoco está para asustar a nadie el que le guste no solo el curado de tamarindo sino hasta el wiskhi en las rocas y de vez en cuando, hasta la charanda michoacana el que aquí entre nos, es el equivalente a nuestro Bacanora. Finalmente, hip!, se impone la razón y la cordura por encima de los hip!, gustos y preferencias presidenciales y doña Carmen estará de nueva cuenta al aire con su gustado programa a partir de este próximo 21 de los corrientes.
¡Salud! Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com
