Si a Juan Valencia Durazo, dirigente estatal del PAN le bastó llevar el asunto del senador Javier Castelo hasta los límites de una supuesta amonestación que tendrá que ser emitida en días más por la Comisión Interna del Comité Directivo Estatal panista, no creo que, conociendo al legislador, vaya a dejar las cosas de ese tamaño.
Vamos por partes.
A Castelo Parada se le señala de acusar – sin sustento, dicen ellos—al Sonora Si y al gobierno del Estado de posibles malos manejos en la licitación del acueducto Independencia.
Lo anterior motivó que saltara a la palestra el dirigente del PAN en Sonora, Juan Valencia Durazo y de inmediato, sin muchos rodeos, invocara el recurso de la expulsión en contra del legislador cajemense.
En respuesta a estos señalamientos, Castelo se limitó a precisar que lo que él ha dicho en referencia es que existe una presunción de corrupción y que sus sospechas se basan en varios hechos como los que siguen: la empresa ganadora de la licitación, los costos del proyecto tan diferentes y el que el Gobierno de Sonora no hubiera respetado las resoluciones de los juzgados; y agregó: Es curioso que ganara la propuesta más cara de 2 mil 440 millones de una empresa sonorense que no es experta en acueductos, mientras que la constructora ICA ofreció 1900 millones de pesos, y aun así se quedó en segundo lugar”.
“La verdad es que no tienen elementos para proceder, pero lo que me preocupa es el nuevo proceder del partido y de funcionarios que nomás llegan a un puesto del gobierno se vuelven mudos y ciegos”, señaló el senador por Sonora.
Otro dato curioso que conviene rescatar aquí es que, en menos de 48 horas se ha hecho una tormenta de un vaso de agua y en lo que pudiera ser un proceso frast track, el CDE panista emite su sentencia de amonestación, basado en los siguientes hechos: Número uno; faltar al reglamento de las Relaciones entre el Partido Acción Nacional y los funcionarios públicos de elección postulados por el PAN, además de que interpuso sus intereses personales a los del partido y, (se curan en salud, primero) aunque el PAN siempre ha defendido la libertad de expresión, sus declaraciones—agregan—están hechas de manera irresponsable y de forma dolosa, por lo que será la Comisión Interna del Comité Directivo Estatal la que se encargue de elaborar y de enviar en el transcurso de la semana la mencionada amonestación al legislador federal.
"La amonestación, dijeron, tiene que servir de precedente para todos aquellos que actúen de la misma manera. Dicho de otra manera, para todos aquellos que no piensen como los actuales dueños del partido, según se ve.
En opinión de Valencia Durazo el proceder del ex diputado local y federal, al parecer es motivado por los intereses del pequeño grupo de opositores al plan Sonora SI, lo que en sí ya es una directa acusación que tendrá que aclarar de cara no solo ante el cajemense sino ante los mismos opositores al Sonora Si que ni de chiste son un pequeño grupo, sino miles de cajemenses como se ha dejado de manifiesto a través de los mítines en que se ha salido a la calle a manifestar su inconformidad.
E igualmente el PAN tendrá que aclararle a la opinión pública y a esos pequeños grupos de que habla Valencia el cómo es que estos están presionando a todos sus proveedores para que se manifiesten en contra del progreso y desarrollo de Sonora y por otra parte que nos explique también cuál es el partido de atrás que está politizando el tema del proyecto.
Por otra parte, tres, son las lecturas que pudieran interpretarse en relación al affaire Valencia- Castelo.
Primero. Sin querer queriendo, desde el PAN y de Paliza y Comonfort, le están armando una campaña, que no lleva más propósito que sacarlo de la juagada política de cara al 2012 y que, de no salir bien librados, podría ser muy bien capitalizada por el legislador cajemense el que prácticamente ya no requeriría de hacer campaña alguna, teniendo, como hasta ahora, todos los reflectores a su favor. Aunque aquí conviene aclarar que, de darse la amonestación, como al parecer se advierte en la amenaza que se hace llegar con las declaraciones de Valencia, los derechos de Castelo ya no estarían a salvo y prácticamente ya no podría ir por ninguna candidatura.
La segunda y más importante lectura es la que ya habrán advertido los propios panistas y aquellos que le entienden sobradamente a la grilla:
La de desviar la atención del respetable en relación a las supuestas irregularidades de las que señala no solo Castelo Parada sino la vox populi en relación a la licitación del acueducto y se deje de pensar en esa diferencia de 550 millones de pesos que hay entre una constructora y otra.
Tu no estás para saberlo, lector, pero son algunitos los panistas de viejo cuño que presumen que don Juan Valencia no tiene, ni por asomo, la voz completa para hablar de irregularidades y como botón de muestra echan mano de los casos en los que, como diputado, al lado de otros dos panistas, el actual dirigente blanquiazul votó en contra de la fracción del PAN y entregó el manejo del Consejo Estatal Electoral al partido de atrás como dice el propio Valencia y, como no queriendo, “se acordaron” también de su trastabillante y provechoso paso por el FONAES y por lo que todavía podrían estar en posición de pedir su renuncia al partido para que aclare esto y algunos otros detallitos pendientes. Será?. Bueno, eso es lo que se cuenta en los corrillos políticos de Hermosillo, habría que esperar lo que diga a este respecto el mismo Valencia y la llamada Comisión Interna del PAN.
Por cierto, con este y son dos los frentes que se abren en el PAN en busca de la expulsión de uno de sus miembros; el primero fue ante Manuel Espino con el que tampoco no han podido…ni podrán, por lo visto.
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