La información la maneja la agencia internacional, AFP, pero por desgracia tiene lugar en México, concretamente en Ciudad Juárez en donde el desbordamiento del río de sangre que recorre el país está dejando en estos momentos cincuenta muertos por semana.
Tan solo en esta frontera.
Sumados, uno tras otro, desde el 2007 que se recrudeció la violencia en esa frontera, nos da la catastrófica suma de siete mil quinientas muertes cuyas vidas oscilaban entre los 17 y los 35 años de edad, lo que nos lleva a otra fatídica realidad; producto del daño colateral de esta guerra que no parece tener pies ni cabeza, 12 mil niños han quedado huérfanos, a veces del padre y en algunas otras ocasiones hasta de la madre.
La publicación del caso que le cuento a continuación tiene lugar, por desgracia, en los mismos momentos en que seguramente se llevan a cabo los funerales de una señora que ayer tuvo la mala fortuna de quedar en medio del fuego cruzado que sostenían elementos del ejército y un grupo de sicarios. Por desgracia, la señora se hacía acompañar en esos momentos por una de sus pequeñas hijas, de tan solo ocho años de edad, la que se debate entre la vida y la muerte al haber sido alcanzada por las balas.
A este enorme ejército de huérfanos a que se ha sumado la niña en referencia ( de quedar viva, por supuesto y ojalá que así ocurra ) pertenece precisamente, “Jorge”, un niño de apenas seis años de edad que espera llenar muy pronto su alcancía para poderse comprar un cuerno de chivo ( un fusil AK- 47 ) para matar a los asesinos de su padre.
Otro más espera llenar también su alcancía, pero no para adquirir armamento y vengar la muerte de su progenitor sino para llevarla a la televisora en que se exhibió, en vivo, la cabeza degollada de su padre.
Mirna Pastrana, autora del libro “ Cuando las banquetas eran nuestras”, residente de Ciudad Juárez, es al lado del visitador de los Derechos Humanos de Ciudad Juárez, Gustavo de la Rosa, la fuente a la que recurren los periodistas internacionales para asomarse a la penosa realidad que desgarra el alma de muchos de nuestros connacionales.
–Casos como el de Jorgito -dice Pastrana—se viven por cientos en Juárez y otras partes de la república en donde la violencia está sobrepasando los límites de la fantasía. En su opinión, Calderón desde hace mucho que debió de haber salido en busca de auxilio internacional y pedir la intervención de la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ) ante el escandaloso número de huérfanos que está alcanzando esta guerra en la que no parece haber tregua.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Como dato curioso, escasa una hora después de que estuvieran a punto de concluirse estos apuntes, 5; 30 de la mañana, las ráfagas de metralla y el ulular de las sirenas despertaron sobresaltados a los vecinos de la colonia Santa Anita, infonavit Yucujìmai y alrededores. Con esa hora tenía lugar el ataque que un grupo de sicarios emprendió en contra de la recién designada jefa de grupo de la PEI en Cajeme, Leobarda Bartola Flores, en su departamento.
La embestida en la que salieron a relucir armas largas tuvo lugar en los momentos en que la funcionaria salía de su departamento ubicado en la calle Tácale, casi esquina con Náinari. De acuerdo a los últimos informes proporcionados por voceros de la Procuraduría Estatal, la mujer policía se debatía, hasta en las altas horas de la noche de ayer, entre la vida y la muerte, tras haber sido alcanzada por las balas de sus atacantes, refriega en la que también habrían salido heridos algunos otros agentes que le servían de escolta, lo mismo que algunos sicarios que habrían participado en el atentado.
Y va de nuez; como ocurre en cada ocasión que un agente es alcanzado por las balas, los miembros de los medios de comunicación se convierten en el blanco fácil (a falta de resultados) de los esbirros con placas de agentes de la judicial preventiva y estatal, como ocurrió ayer al mediodía frente a las instalaciones de la Escuela Secundaria Técnica de la colonia Sochiloa, y en donde habría tenido lugar un enfrentamiento de policías y sicarios y hasta donde había llegado el procurador del Estado, Abel Murrieta.
El incidente que muy a punto estuvo de llegar a las manos y fue deplorado abierta y públicamente por el director de noticias de TV Azteca, Cajeme, José María Urrea y demás directivos de TV Azteca Sonora, se presentó en los momentos en que el reportero Alejandro Robles y su camarógrafo, su hijo, David, intentaron abordar a Murrieta Gutiérrez, siendo prácticamente vejados y maltratados por los agentes a cargo de la seguridad del fiscal estatal. Lo que los reporteros querían saber, era el estado de salud de la mujer caída y si había o no detenidos en relación a los enfrentamientos que se estaban dando en varios puntos de la ciudad.
Por desgracia, la respuesta fue la agresión y el silencio, a todas luces condenable de parte del número uno de la Procuraduría Estatal y quien más atento debería de estar de que sus agentes cumplieran con la recién desempacada ley en supuesta protección de los representantes de los medios de comunicación, ley que, por lo visto, se pasaron por las armas y por donde te cuento, los trogloditas estatales. En Guaymas, y en más de temas policiacos, el comandante Ramón Aguirre se sigue afianzando en su cargo de director de la Policía Municipal, encargado del despacho, luego de las dos fallidas designaciones anteriores en las personas de José Bolaños Cruz y Librado Romero.
Y en temas de productividad, que también los hay, hoy andará por Cajeme el diputado federal, Enrique Torres Delgado en un desayuno con los medios de comunicación y algunos sectores productivos en donde estará abordando, precisamente al respecto de algunos proyectos que se vienen impulsando por el legislador en beneficio de las familias sonorenses.
Y ya por la tarde, en punto de las seis de la tarde, el ombudsman estatal Raúl Arturo Ramírez estará encabezando el arranque de la caminata por el autismo, acompañado por el alcalde Manuel Barro Borgaro e integrantes del patronato La Voz del Autismo en Cajeme.
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