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En ocasión del último mitin encabezado por Andrés Manuel López Obrador en el zócalo capitalino en el que exhortó a la regeneración nacional a través de su movimiento MORENA, el periódico Reforma, de la ciudad de México, hizo un ejercicio que seguramente ya debió abrirle otro frente más al gobierno federal, como si no le bastara con el que acaba de abrirse asimismo a raíz del Hankazo en el que menudearon las siembras de todo tipo, en plena residencia de uno de los hombres más ricos e influyentes de México y en cuyo pleito, no creo que le vayan a ver el fin de aquí a las próximas elecciones del dos mil doce.
Volviendo con el caso de la llamada asamblea de AMLO en el zócalo de la Ciudad de México, en donde también menudearon, pero los “ destapes” ( Fernández Noroña dijo que quiere todo con la ciudad capital ) me temo que el gobierno federal tendrá que tomar sus precauciones si, como se sospecha, se decide a hurgar en la boca del lobo ( de perredistas y priistas ) en busca de más evidencias, so pena de salir salpicado y en espera de oxigenar un tanto su alicaída imagen pues a juzgar del respetable, Calderón ya no aguanta un michoacanazo más que los ponga en evidencia.
El tope hasta las lámparas registrado el pasado cinco de junio, en el Zócalo, decíamos, no dejó lugar a dudas, mismo que se confirmó con el ejercicio del que hablábamos líneas arriba por parte del periódico Reforma y en el que el matutino de la familia Junco, acaso uno de los más influyentes a nivel nacional, puso en marcha un novedoso sistema de conteo ( por primera vez en la historia de México ) que seguramente dejó helados a los inquilinos de los Pinos y que obliga a los sabuesos de Calderón a renovar la estrategia que vaya más allá del hombre de “ las ligas”--- remember el bejaranazo-- en el caso del PRD y más, pero mucho más allá de la alcoba matrimonial como recién acaba de ocurrir en Tijuana con el heredero del profe Hank González y en donde las fuerzas castrenses, material y literalmente se tropezaron con las armas que se hallaban sembradas, perdón, regadas a lo largo y ancho de la alcoba; un ancho, por cierto, en el que pudieran tener acomodo, una arriba de otra, seguramente, ni más ni menos que ochenta y ocho armas largas y más de 40 mil cartuchos útiles.
Y bien, ¿Por qué tendrían que preocuparse los estrategas electorales del jefe del PAN y del gabinete que para el caso es lo mismo? ¿ En qué consiste el método empleado por Reforma que pudiera traerlos a ellos de cabeza y con sonrisa panorámica a los seguidores de López Obrador?
La razón es muy simple: Por primera vez en la historia de las concentraciones habidas en el zócalo, un grupo de personas se dio a la tarea de contabilizar, “ cabeza por cabeza”, a cada uno de los asistentes al mitin del pasado domingo y mediante una panorámica fotografía de satélite, -- un antes y un después— de más de tres metros de alto por 4.5 de ancho, se pudieron contabilizar los asistentes a la plancha del Zócalo cuyas medidas exactas son de 280 X 300 metros cuadrados, lo que da un total de 84 mil metros cuadrados, incluidas sus calles adyacentes, sumando un total de 135 mil personas, tan solo en la plaza; sumadas las congregadas a las calles que llevan al zócalo, que por igual fueron contabilizadas, una por una, dan un total de 348 mil asistentes, los que, llegados por su propio pie o acarreados son un titipuchal de personas, las tres cuartas partes de la población de Cajeme para acabar luego.
Las tareas de contabilizar uno a uno a los asistentes en el que López Obrador enlistó los diez puntos del Nuevo Proyecto de Nación, fueron avalados por tres notarios públicos por lo que no deja lugar a dudas la vigencia del tabasqueño en el ánimo del electorado, lo que aquí entre nos, ya puso a pensar a más de cuatro, entre estos, al propio jefe de gobierno, Marcelo Ebrard el que, por lo visto, todavía está muy a tiempo de definirse a favor de su padrino político y para que no se repita el error del 2006 en el que el llamado líder moral del perredismo, Cuauhtémoc Cárdenas prácticamente abandonó a su suerte a AMLO con los resultados ya de todo mundo conocidos.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Volviendo con el hankazo del sábado anterior, ahora si que le quieren vender chiles a Clemente Jacquez, pues para nadie es un secreto el mar de historias delincuenciales que se tejen alrededor del hijo del profesor, desde el tráfico de animales exóticos, acopio de armas, protección y solapamiento de esbirros a su mando y una larga cola que le garantizan a cualquiera una larga temporada en chirona, en hechos que no son de ahora. Lo malo de esto es que, mal llevado como ha sido el caso, casi con las patas, se corre el riesgo de que a la vuelta de la esquina nos encontremos que, desde Los Pinos, se haya dado lugar a la creación de un nuevo Frankestein al que tendremos de vuelta en busca de la gubernatura de Baja California y con ello, la recuperación de este importante bastión panista desde que Luis Donaldo Colosio, en su calidad de líder del PRI nacional, tuvo que admitir el triunfo de Ernesto Rufo, como el primer panista en alcanzar una gubernatura en toda la historia del país y de paso, se estarían esfumando los sueños del secretario de gobernación, Francisco Blake Mora de convertirse en el próximo gobernador emanado del PAN de su estado natal.
El que ya se echó a la bolsa a los 40 millones de pobres y a los diez en extrema pobreza es nuestro secretario de Hacienda y hasta la fecha, abierto caballo negro de Calderón para la grande, Ernesto Cordero cuando al ratificar su galimatías de declaración nos dice que no es cierto que el salario del miedo alcance para adquirir cada vez más cosas, sino lo ocurre es que antes estábamos más jodidos que ahora y, números al canto ilustra la desgracia nacional: En los años ochenta, la pérdida del poder adquisitivo fue del 49. 4 por ciento; los noventa, la debacle fue del 35 por ciento y a partir de la llegada del foxiato, hasta nuestros días, la pérdida ha sido de un apenas apreciable 2. 4 por ciento. Es decir, como quien le quita un pelo a un gato. Lo que para nada quiere decir que ya salimos de nuestra nada posición de tercermundistas y confirma el dicho de siempre; México es un país con un gobierno rico, pero lleno de pobres. O, como decían los mayores…Candil de la calle, oscuridad de la casa.
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