Hace varias campañas por la presidencia de nuestro querido México, uno de los candidatos usaba esta frase, bueno en realidad él decía “Contigo, sin ti o a pesar de ti”; estoy seguro que él no la acuño, pero parecía una frase adecuada para esos tiempos. Por no ser del PRI no ganó las elecciones y posteriormente murió en un accidente automovilístico, me refiero a Manuel Clouthier, “El Maquío”. Nunca lo conocí ni lo vi, pero su frase se me quedó en la memoria, y ahora en estos tiempos veo que sigue siendo vigente. En realidad se me hace una frase triste, pues indica división en sus dos terceras partes.
Veo que es difícil que los mexicanos digamos “estoy contigo y te apoyo”, incluso en casos en los que estamos de acuerdo con quienes estamos analizando. La tendencia para la mayoría es mejor no comprometerse y no decir “estoy contigo”, mejor me quedo “milando” y si te salen las cosas bien, entonces sí estoy contigo. Eso sí, el grupo de los “contigos” acepta lo que sea siempre y cuando sea para su conveniencia grupal.
La segunda parte “sin ti” parece que tiene más adeptos, muchos toman decisiones sin considerar o recibir la ayuda de los demás, y por tanto están trabajando “sintigo” y viendo cómo se las arreglan solos o con su grupo muy cerrado, esto siempre dificultará las cosas, la toma de decisiones y el avance en general.
La peor parte es la de “a pesar de ti”, aquí si hay muchísimos más tigos que se convierten en una carga para los tomadores de decisiones o que se han atrevido a querer hacer algo por la comunidad. Lo vemos cuando las personas que están ejerciendo los cargos públicos (de una manera muy circunstancial por cierto, pues la mayoría ganaron una elecciones muy divididas, por tanto con muchos tigos que por sistema se van a oponer a sus acciones) buscan el apoyo de los tigos que conformamos el resto de la población.
Si quieren analizar la validez de mi aseveración, basta que veamos o escuchemos los medios de comunicación escrita, oral y visual, para ver que en México, Sonora y Cajeme, las cosas que hacen los administradores públicos se hacen contigo, sintigo o a pesar de tigo, claro con todas las ineficiencias que esto conlleva.
Lo peor es que esta tendencia se da para los dos lados, déjenme me explico, cuando una persona o grupo de personas que no pertenecen a la “alta jerarquía de los administradores públicos” (quienes, repito, están ahí de manera circunstancial) quiere hacer algo en beneficio de la comunidad, muchas veces los administradores entonces se convierten en los tigos, y que van a decidir desde sus “cúpulas de poder” si lo que se propone se hará contigo, sintigo o a pesar de tigo.
Ojalá y en poco tiempo aprendamos las lecciones tan duras que estamos recibiendo como sociedad, y que las cosas buenas que cualquiera de los componentes de la comunidad queramos hacer, las podamos hacer contigo, sintigo o a pesar de tigo, y que la mayoría seamos “contigos”
Por otro lado, si las cosas que se quieren hacer son para “grupos privilegiados” haciendo de lado las necesidades de la mayoría, nos unamos al grupo de los “sintigos” y no participemos en sus planes.
Finalmente, si las cosas que se proponen estos grupos son para daño de la mayoría de nosotros, nos debemos unir al grupo de los “a pesar de tigo”, es decir que si quieren hacer sus cochinadas, encuentren un rechazo y dificultades para que dichas acciones se realicen y no seamos cómplices de sus barbaridades.
Seamos analíticos y decidamos continuamente a qué grupo nos conviene pertenecer, según sea lo que se desea hacer; los “contigos”, los “sintigos” o los “a pesar de tigo”.