Me llegó este escrito de mi compañero en la Televisora del Yaqui, Alejandro Jiménez, haciendo remembranzas sobre un amigo de ambos: el Lic Jorge Coello Rebolledo, una persona a la que me hubiera gustado conocer mejor, pero con lo que lo conocí fue suficiente para sentir un fuerte respeto y admiración por él, tanto como persona como abogado amante y apasionado de su profesión. Es obvio que Alejandro lo conoció mejor, pues en su escrito así lo pone de manifiesto. Me permito transcribir textualmente el escrito que Alejandro Jiménez le dedica a Jorge Coello.
Jorge A. Lizárraga Rocha.
No, Señor Apache!!!!
Por Alejandro Jiménez Espíndola
Llegó al noticiero "BUENOS DÍAS" de canal dos por varios motivos, los que más recuerdo y con ellos me quedo, primero, por una idea de nuestro antiguo jefe de producción Javier Ojeda para ofrecer a la población información tan compleja en una sección sobre temas legales, la segunda, por invitación de nuestro siempre querido y recordado Arturo Campos y la tercera, porque sabíamos que ese ser humano especial, podía hablar al tú por tú con la gente sin que se ofendiera, de manera clara y sencilla, es así como se incorporó a nosotros en Canal Dos, con su excelente sección legal, el licenciado Jorge Coello Rebolledo.
A las nuevas generaciones, tal vez este nombre lo relacione con un analista de televisión que todos los lunes, eso sí, puntual y elegantemente vestido, siempre dispuesto, abierto, amable, contagioso de su cariño por el Derecho y hasta irónico; el licenciado Coello, no solo hacía su sección, la explicaba, la saboreaba, se deleitaba con cada pregunta, analizaba cada respuesta, cada punto, respondía lo que para él era lo mejor en ese momento y hacía de lo legal algo fuera de serie, tan fácil que se veía. Sí, solo en la boca de él, cada artículo de la constitución lo decía como algo tan común y el espectador lo entendía igual, tan común, tan sencillo, tan fácil.
A quienes tuvimos la dicha de conocerlo y tratarlo, pues sabíamos de su basta experiencia en la capital, en su despacho, su gran carrera como abogado y defensor de las causas justas, un abogado respetado en el medio, no he conocido algún miembro del Derecho que cuestione la honorabilidad de este hombre y menos que se tenga algún pasado gris donde se le relacione, y lo que son las cosas, un hombre de 23 años que llegó de su natal Guanajuato por solo 3 días, se quedó décadas en nuestro estado ejerciendo el derecho y formando su familia, la cual es reconocida y estimada en Cajeme.
En la tele y dentro de su sección todo era sencillo, para uno como conductor y creo que mi amigo Marco Polo Armenta estará de acuerdo, era sencillo tener una pregunta y lanzarla al aire cuando lo veíamos sentado en la sala, sabíamos que había una respuesta sabia, profunda, amable y hasta neutral, su voz la recordamos, tajante, gruesa, con su tono de ironía y sus ojos puestos en la idea central, era único en su materia y único en sus respuestas, al público le gustaba, por eso llamaba para saber que respuestas tenían sus problemas, así era el Lic Coello y así será recordado.
Todo esto lo escribo ingeniero, a manera de homenaje a un hombre que jamás faltó a su cita los lunes al Canal, sí, un tiempo se nos ausentó, pero fue para librar una lucha contra un cáncer en la boca, que al final de cuentas ganó y su única arma fue el corazón y las ganas de vivir; no se lo llevó esa enfermedad, el corazón y el licenciado se pusieron de acuerdo para ir a los tribunales eclesiásticos y a Dios, le hacía falta un hombre justo, como muchos que tiene allá.
Al momento de su misa, en donde las cenizas de nuestro amigo y compañero reposaban al centro del templo, una de sus nietas pasó al ambón principal, habló de su abuelo, lo recordó con enorme cariño y devoción, y mencionó que cuando al licenciado no le gustaba algo de inmediato decía: !!!No señor apache!!! y yo pregunto: Quienes tuvimos el enorme gusto de tratarlo y conocerlo, ¿Olvidaremos la sección legal y a la grata persona del licenciado Jorge Coello Rebolledo?, mi respuesta, ¡!!NO SEÑOR APACHE!!!
Descanse en Paz.
Hasta aquí el escrito de Alejandro Jiménez sobre Jorge Coello Rebolledo. Repito, me hubiera gustado conocerlo mejor.