Le puse Cócori a propósito, pues de acuerdo con mi historiador personal, Manuel Cuamea, así se debe de decir y no Cócorit como le decimos todos. Esto lo pensé dos veces antes de escribirlo, pero al leer sobre el nombre que se deriva de la lengua yaqui: Ko’okoi, que significa chile, aunque unos preferimos pensar que significa chiltepín, creo que sí debería decirse Cócori; pero en fin eso viene a ser secundario después de tantos años de existencia, pues este pueblo fue fundado por los misioneros jesuitas Andrés Pérez de Ribas y Tomás Basilio por allá de 1617, hace ya casi 400 años.
Estaba leyendo en Infocajeme, que un grupo entusiasta está buscando que a Cócorit se le dé el nombramiento oficial de Pueblo Mágico, lo que lo incluiría entre los poblados mexicanos que merece recibir un trato especial por parte de las autoridades, un esfuerzo loable y que ojalá se logre en poco tiempo, se lo merece.
Sin embargo, para mí Cócorit ya es Pueblo Mágico, su historia y situación actual avalan este calificativo que le damos algunos de los que vivimos en esta parte bendita de Sonora, y que a la menor provocación nos vamos a dar una vuelta para este hermoso pueblo; quien viva en Cd Obregón y no haya ido a Cócorit a tomarse un “obispo”, comprar empanadas de guayaba, piña, piloncillo o cajeta y tortillas sobaqueras de harina, no puede decir que vive aquí.
Sus fiestas de Semana Santa son todo un poema de conjunción de celebraciones Yaquis y Católicas, fusión de dos culturas que han sabido complementarse una con otra; en lo personal no recuerdo una sola celebración que me haya perdido, yendo por lo menos un día a pasar los calorones y terregales celebrando la devoción de estos días con muchos amigos a quienes no conozco, pero que en esos momentos hacemos un vínculo de amistad difícil de explicar. Cuantas veces me ha tocado la bendición de escuchar “La Flor de Capomo” (Kapo Sewa) cantada en la lengua acompañada de violín y guitarra, por habitantes del Conti durante esta celebración, no puedo evitar que se me derrame una lágrima de emoción.
En Cócorit vive mucha gente suertuda que trabaja en Cd Obregón, pero que al final del día se va a disfrutar de un entorno que en otros lugares ya se ha perdido. Ahí habitan todo tipo de personajes que conforman la personalidad del Sur de Sonora: yoremes jornaleros, regadores, agricultores, artesanos, comerciantes, escritores, pioneros, artistas, profesionistas, etc. Ojalá y algún día yo pudiera hacer lo mismo e irme a vivir a Cócorit.
Su arquitectura es de estilo colonial, pero en gran parte presenta una gran influencia de las presencia de los chinos a principios del siglo pasado, todavía se ven muchas casas con adornos, sobre todo en la parte superior de las puertas y ventanas, de caracteres chinos, lo que les da un toque muy especial.
El Conti sigue respetando su entorno Yaqui, con ese sabor único que lo hace a uno viajar en el tiempo.
Cócorit se ha estado ubicando desde 1998 como un espacio cultural gracias al trabajo de varios grupos de ciudadanos que han fomentado este aspecto tan importante para la calidad de vida de todos nosotros, este año el Festival de Otoño Cultural de Cócorit se realizará del 19 al 23 de octubre; ahí estaremos gozando de las tardes-noches estrelladas en la Plazuela.
Cócorit…. Desde hace mucho eres Pueblo Mágico, déjanos seguir disfrutando de tu hospitalidad por mucho tiempo. Por lo pronto mañana me daré una vuelta a tomarme un “obispo”.