Hoy inicia el Festival de Otoño Cultural de Cócorit, durante este mes de octubre en Ciudad Obregón se han tenido eventos culturales dignos de comentarse: dos de ellos relacionados con la promoción de valores y otros dos con la promoción de la lectura; esto es indicador de que en nuestro querido terruño la cultura ocupa un lugar importante, aunque algunos se quieran ocupar de decir lo contrario.
El Festival de Cócorit es un evento de lo más bonito que me ha tocado ver por acá, en años pasados nos ha tocado asistir y gozar de eventos que, a escala local, no le piden nada a otros eventos de grandes ciudades. En esta ocasión el tema es el reconocimiento al grupo de música latinoamericana Khenany, lo que se realizará el domingo 23 a las 9 de la noche. Me tocó, como estoy seguro a muchos de los lectores de Infocajeme, ver los inicios de este grupo ya hace 25 años, ahora después de una fructífera carrera musical se hacen merecedores a ese reconocimiento que algunos ya le hemos dado a lo largo de su carrera.
También ese mismo día, el grupo ícono de Cajeme en materia de folclore nacional, el Achai, se presentará en el evento de reconocimiento de sus compas de Khenany, ahí estaremos. Este tipo de eventos no puede tener mejor lugar para ocurrir que la Plaza de Armas Ignacio Zaragoza de Cócorit.
Los eventos dedicados a la promoción de valores fueron la Cena Pro-Seminario Diocesano, la cual se realiza para obtener fondos para mejorar las instalaciones del Seminario, el cual este año cumple 50 años de fundado para el bien de nuestra comunidad; la participación de la sociedad cajemense fue intensa y generosa, por lo que los edificios del Seminario están siendo remozados para que los seminaristas tengan un entorno adecuado para su preparación para su labor futura de educar por la paz. El Salón Campestre de Ciudad Obregón fue el lugar adecuado para este evento.
El otro evento de promoción de valores fue el de Voces con Vocación, durante el cual los sacerdotes de Cajeme tuvieron un acercamiento inusual de amigos con los miembros de sus parroquias; en esta ocasión, como ya ha sucedido durante tres años, nos tocó ver otra faceta de los sacerdotes: sus dotes artísticas al cantar música mexicana, lo que despertó el entusiasmo de alrededor de 1800 personas que nos reunimos en las instalaciones de la Expo Obregón para disfrutar de una velada extraordinaria y poder aportar algo para las labores de trasmisión de valores para la paz que realizan los sacerdotes junto con muchos laicos comprometidos con esta misión. El lugar también fue el adecuado para este tipo de eventos pues a todos se nos facilitó el llegar ahí.
Por otro lado, hace días se llevó a cabo el Bazar del Libro en la Biblioteca Jesús Corral Ruiz; evento al que asistieron muchos adultos, jóvenes y niños a hacerse de libros por medio del intercambio o la compra de libros “usados”, pongo lo de usados entre comillas, porque un libro si tuviera vida propia, que la tiene aunque no biológica, se sentiría orgulloso de que le dijeran usado, pues ya cumplió con su objetivo. El número de participantes a este evento superó las expectativas de los organizadores, hubo casos dignos de comentarse, como el de un jovencito que le pidió sus libros viejos a su abuelita para intercambiarlos por otros libros con los demás asistentes, algo que vino a darle nueva vida a los libros ya leídos. Este evento estuvo ubicado en el mejor lugar para ser realizado, la Biblioteca Pública.
Finalmente, también en estos días se llevó a cabo la ya tradicional Feria del Libro en el Centro de Usos Múltiples, durante la cual varias editoriales y grupos culturales relacionados con la promoción de la lectura pusieron a disposición de los cajemenses su producto literario; durante el recorrido que estaba haciendo por los lugares de los diferentes expositores me tocó testificar algo que habla muy bien de los participantes: un niño de alrededor de 10 años estaba viendo unos libros y no se podía decidir cual de los dos comprar, en eso el responsable del puesto de libros se dio cuenta y le dijo “llévate los dos” el chavalito le dijo con un tono de medio tristeza “es que no me alcanza el dinero, solamente traigo para uno”, a lo que el encargado le dijo “llévate los dos” y se los entregó por el precio de uno. Ojalá y así actuáramos todos cuando alguien está en problemas para hacer algo positivo.
Otro aspecto que me llamó la atención fue que de los pocos asistentes a la Feria del Libro, la mayoría eran niños y adolescentes, y digo pocos porque en el momento en que fui en realidad éramos pocos los presentes. Al preguntar a algunos encargados de los puestos me dijeron que así había estado la asistencia, algo baja pues el acceso al CUM no es sencilla. Este evento en mi opinión no se realizó en el lugar adecuado, tanto por el tamañote del local, que lo tuvieron que llenar con otro evento que no tiene nada que ver con la lectura, pues uno se duerme si lee acostado, como por el nada sencillo acceso al CUM. Ojalá y en años posteriores le encuentren un lugar más adecuado y accesible para la población para que siga siendo un evento de promoción de la lectura.
Por lo anterior ¿Quién dice que en Cajeme no hay eventos culturales? Es cosa de buscar la información y veremos que hay de todo y para todos, si no, vean la parte baja de la página de inicio de Infocajeme y corroborarán lo escrito.