Nos hemos enterado por los medios de comunicación de que en diferentes metrópolis del mundo se han realizado manifestaciones contra los malos manejos del dinero por los bancos y gobiernos; esas protestas ya llegaron a México, D.F. con un “campamento” enfrente de la Bolsa de Valores, el cual permanecerá ahí hasta el viernes si es que las autoridades, empujadas por los representantes de los bancos lo permiten.
No, no voy, ni puedo escribir, nada sobre las teorías económicas que han llevado a esta situación de protesta contra el mal manejo del dinero, no soy Economista, ¡Gracias a Dios!, pues si lo fuera estoy seguro de que ni yo mismo me entendería. Soy un simple Ingeniero por lo que solamente voy a emitir una teoría ingenieril sobre el dinero: La relatividad del dinero.
Escucho a algunos de mis amigos que se quejan de tener fuertes problemas económicos, no les alcanza el dinero para lo que quieren hacer por lo que buscan formas de generar más dinero, pero este se les esconde y no se deja alcanzar. Lo curioso es que algunos de esos algunos no incluyen el producir bienes para tener dinero, sino el de esperar que otros produzcan para que ellos puedan comerciar con dichos productos y lograr los beneficios económicos al venderlos.
Yo digo que ahí es adonde empieza la problemática del dinero: mucha gente no sabe producir, solamente sabe ser intermediario en la comercialización de productos terminados, lo que los hace dependientes de quienes sí saben producir, aunque esa dependencia se han encargado de hacerla al revés: los productores se han vuelto dependientes de los intermediarios, así vemos que países como Japón, Suiza y otros, son potencias económicas mundiales a pesar de no tener los recursos para producir, por lo que su economía se basa en comprar productos naturales, transformarlos y venderlos como productos terminados, muchos de ellos no básicos para nuestra vida diaria.
Este esquema se repite a nivel micro, personas que no saben producir se escudan en que tienen dinero para hacer que otros produzcan por ellos y así hacerse de una ganancia, legítima por cierto, pero muchas veces injusta, basada en la capacidad productiva de otros. En la mayoría de los casos, esos otros, los productores, reciben la menor ganancia económica generada por su trabajo, que casi siempre requiere de un esfuerzo físico extraordinario, mientras que para los intermediarios su “esfuerzo” es “mental” lo que los hace “merecedores” de una ganancia mayor, a veces exorbitante.
Aquí es adonde empieza la teoría de la relatividad del dinero: en mi opinión los productores viven más felices, pues al producir ven el fruto de su esfuerzo en el resultado obtenido, así el ver una buena producción de verduras, por decir un producto verdaderamente básico para la vida, y si es que ellos son los dueños de la tierra que hacen producir, la satisfacción obtenida, aparte de que se podrán comer parte de ella, se verá aumentada por el dinero que podrán ganar al venderla. Aquí termina su participación en la cadena económica, retirándose a descansar a su “campamento” permanente, pues sus casas en muchas ocasiones son más austeras que los “campamenteros” de Reforma en el D.F. Sus necesidades económicas también son mucho menores que las de los demás componentes de la cadena comercial.
Después de los productores siguen los intermediarios, estrictamente necesarios para la cadena comercial pues sin ellos los productos no llegarían a los consumidores, lo malo de esta parte es que además de los costos que sus servicios deben cubrir, en muchos casos las ganancias económicas (en dinero) que quieren obtener, y obtienen, parecen ser excesivas. Adicionalmente, existen algunos intermediarios que no aportan nada a la cadena comercial, solamente son un eslabón que a veces es demasiado pesado. Sus necesidades económicas son mucho mayores, pues sus satisfactores son más complicados que los de los productores.
Adicionalmente, interviene otra élite que viene a ser un eslabón también muy pesado, a veces el más pesado de todos en la cadena comercial, los “dueños” del dinero, conformados por los bancos y los gobiernos, los cuales en esencia no aportan nada a la producción pues difícilmente se les ve sudando en el campo o en los caminos de transporte de los productos requeridos para la vida diaria. Estos componentes requieren satisfactores aún más complicados que los intermediarios y los productores, por lo que requieren de más dinero para obtenerlos.
Dentro de este contexto surge la pregunta ¿Quién tiene más problemas económicos?, la respuesta para mi mente ingenieril es simple: los bancos y los gobiernos pues al no tener contacto con el producto y manejar principalmente dinero, nunca van a lograr satisfacer sus necesidades; le siguen los intermediarios, los que al tener contacto con el producto le pueden dar una pellizcadita y comerse algo de ahí; finalmente los que menos problemas económicos tiene son los productores que en un caso de verdadera emergencia sí están en condiciones de producir lo básico que son los alimentos y que en un momento dado podrían sobrevivir al ser capaces de generar sus propios satisfactores.
Qué razón tiene mi tocayo Agustín, al decir “A mayor riqueza (en dinero) mayores problemas”.
¿Le entendieron a mi teoría de la relatividad del dinero? …. Yo tampoco, Dios mío me estoy volviendo economista!!!!!!!