De por si que seguimos sin ganar una por rumbos de la Inseguridad Pública en donde los últimos cartones demuestran que siguen arriba en el marcador los malos con goliza de chorromil a cinco miserables puntos a favor, y encima le sumamos los autogoles como el que según se sabe, se acaba de aventar el llamado jefe de delegaciones y comisarías del Ayuntamiento de Cajeme, Rubén Romero—el malo, porque son dos—a quien, de comprobársele el riegue, debería ser enviado, no al realito, a donde solía enviarlos el doctor Landeros, en calidad de castigados, sino a la helada Liberia, pues el oso cometido hace unos días no tiene progenitora. Sucede que, cuando al fin se habían puesto de acuerdo, municipales y estatales ( la policía Estatal Preventiva ) para efectuar algunos operativo en forma conjunta, la patrulla que integraban intercepta a tres sujetos y al momento de una revisión corporal, a uno de ellos se les detecta con cinco bulbos, al parecer de mariguana, por lo que es detenido y puesto a disposición de la superioridad. Con lo que no contaban los agentes que lo detienen es que en esos momentos llega el referido señor Romero y cual Chapulín colorado, pide hacerse cargo del detenido mismo al que, al corrérseles sus generales en la base de datos, resulta todo un pájaro de cuenta. Con todo y eso, Romero insiste en quedarse con el sujeto a quien sube a su patrulla y se lo lleva consigo. De acuerdo a versiones de los propios compañeros del jefe de delegaciones y comisarías, el detenido lanza una propuesta que mueve la codicia del jefe policiaco al proponerle que a cambio de la libertad le entregaría 30 mil pesos en efectivo y un lote de joyas que tendría en su casa. Mordido el anzuelo, el funcionario municipal la enfiló con rumbo al domicilio del detenido.
El caso es que, una vez que llegaron a éste, el sujeto se introdujo al mismo con la promesa de traerle su dinero y las joyas a su honorable benefactor quien esperó pacientemente a bordo de su unidad, quince minutos, veinte, treinta, cuarenta y hasta la fecha, sin que hasta el momento haya quien aporte dato alguno para dar con el burlador del comandante y de la ley. Bueno, eso es lo que apuntan las versiones, ahora habría lo que tengan que decir en descargo el mismo Rubén Romero y los jefes policiacos que hasta el momento no han dado una versión oficial al respecto de tan denigrante actitud del jefe policiaco el que todavía ayer seguía en su cargo.
Otro importante tema e interrogante en el que tendrían que ir trabajando las autoridades municipales es el correspondiente a la inconformidad de aquellas personas que de la noche a la mañana y de chaleco, las más de las veces, se convierten en “ usuarios” forzados de algunas grúas particulares mismas que no cuentan con un tabulador oficial que los rija, salvo, claro, el” acuerdo” a modo y a chaleco que les obligó a firmar el ahora ex jefe de la gendarmería de Cajeme, Victor Landeros Arvizu, cuando al mismo chaleco les metió la competencia de su muuuuuy querido amigo, el señor José Antonio Reyes Fernández, pagando de esta manera pasadas facturas políticas con el empresario, acuerdo del que, por cierto, tenemos copia a la mano, mismo que carece de toda validez, por dos sencillas razones; ni el pasado ni el actual jefe policiaco tienen facultades para celebrar este tipo de acuerdos, -- menos en lo oscurito como ocurrió con este en el que Landeros recurre a su secretario particular, Francisco Javier Valdez Juzaino y el jefe del departamento jurídico de la jefatura, Saúl Montoya Ponce, “ para dar formalidad y legalidad a la reunión”—en nombre de la comuna. Es decir, pasando por alto al cabildo y al propio alcalde, Manolo Barro, razón por la cual, el citado acuerdo chapatinesco carece de toda legalidad. En el acuerdo que está para el ARRASTRE, Landeros, aquí si que, por sus pistolas de agua, estableció una tarifa de 500 pesos, dentro de la ciudad, más IVA, y cincuenta pesos por pensión diaria o piso, contraviniendo así lo establecido en la ley de ingresos, sección VIII, de tránsito que claramente establece en su inciso A) que, por el almacenaje de vehículos, derivado de las remisiones señaladas en la fracción que antecede; vehículos ligeros, hasta 3500 kilogramos, diariamente, por lo primeros treinta días; 0.20 por ciento del sueldo mínimo diario general vigente, es decir, cuando mucho unos 35 pesos.
Por cierto que tienen razón aquellos regidores que opinan que luego de ver las capacidades desarrolladoras de Landeros, el que ahora quiere dotar de una flotilla de aviones al Ayuntamiento de Cajeme para “ chartear” vuelos al boyante empresariado cajemense ( y , ¿por qué no,? hasta de placer?, el hombre estaba desperdiciando el doctorado en infiernitos, a la caza de los punibles y bajadores de poca monta.
FIERRITOS EN LA LUMBRE.
Pues ufffff!, se acabaron por fin los panamericanos que tenían a Calderón y al gobernador Etilio González con el Jesús en la boca, en espera de un sorpresivo ataque de sicarios que le pusieran la mala nota a la fiesta deportiva en la que vale decirlo, México sale bien librado con un total de 42 medallas de oro y cuarto lugar en el medallero general.
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