Y ahora lo que faltaba: multa a quien no vote.
Al diputado priista David Sánchez le acaba de entrar una preocupación por contrarrestar el abstencionismo en México y para lograrlo propone que a partir de las reformas que ya propuso al COFIPE, que a quien no vote, a quien no cumpla con su obligación ciudadana que establece la constitución, sea multado con 350 pesos, cantidad que se fija a partir de que, según el IFE, ese es el costo que tendrá el sufragio en la próxima jornada electoral del primero de julio de 2012 en la que estaremos eligiendo a los integrantes de las dos cámaras y al presidente de la República.
Vamos por partes; por cuanto a las razones que esgrime el legislador, no suena mal, sobre todo cuando habla de devolverle legitimidad al proceso electoral, sin embargo, aquí el pero y el prieto en el arroz.
Cualquiera que entienda medianamente de política echaría por tierra la endeble argumentación del priista, por una sola razón. Desgraciadamente han sido los mismos actores políticos los que han acabado con el espíritu democrático de las elecciones y han sido sus procedimientos los que han provocado, con el grave abstencionismo que esto genera, el que la mayoría de los procesos electorales termine dirimiéndose en los tribunales y no en las urnas, por más que las recientes declaraciones del titular del TRIFE nos digan que nadie gana en su tribunal lo que no se gana en las urnas.
La pasada contienda electoral del dos mil seis bastaría para echar por tierra el dicho del funcionario judicial.
Si así no hubiera sido, Calderón podría haber entrado por la puerta grande del Palacio Legislativo y no como lo hizo, por la trastienda, apoyado por los legisladores de su partido que en esos momentos se habilitaron de guaruras para sentarlo en la silla del águila, apoyados, a su vez, por los diputados priistas. Y en este derroche de imposición participan todos los partidos, los que a través de las infaltables cuotas de poder se reparten el poder a diestra y siniestra a espaldas del ciudadano común y a quien supuestamente, acaban “ representando”, ora en la alcaldía, ora en las cámaras de legisladores o las gubernaturas de los Estados. De ahí que resulte una absoluta barbajanada hablar de legitimidad y espíritu democrático cuando el ciudadano queda rezagado en calidad de espectador ante los actos de gobierno ante la falta de una figura legal y, esta sí, democrática, que a la mayoría de nuestros gobiernos les causa urticaria y mareos: el referéndum o el plebiscito.
La voz del Pueblo, esa que tiene años sin ser escuchada y que bien podría aplicarse no sólo en los cargos de elección popular, sino en aquellos funcionarios que simplemente no están cumpliendo a cabalidad, que no están dando resultados en sus respectivos puestos en que fueron designados.
Verbigracia aquellos que, como señala el líder del PRI en Cajeme, Adrián Manjarrez, duran meses y meses, ya sea en hacer reparaciones o llevar a feliz término alguna obra pública, convirtiendo a la ciudad en una zona minada en donde resulta difícil y hasta imposible, la más de las veces, desplazarse libremente, ante el peligro de quedar banqueado en una kilométrica zanja.
FIERRITOS EN LA LUMBRE
Con las renuncias de los funcionarios ( a propósito de muéganos en escabeche ) federales, Florencio Díaz Armenta, a la Conagua, que va rumbo al senado en fórmula con Pancho Búrquez quien entra en relevo del José Inés Palafox y de Fernando Miranda Blanco, quien deja la delegación de la SAGARPA en Sonora para buscar la candidatura del PAN que lo lleve a convertirse en diputado federal por el IV distrito, se da la voz de arranque para que se vengan en cascada el resto de las renuncias que ya están en puerta; algunos a los cargos de elección que ahora ostentan y, otros, a las dependencias en la que se dedicaron a hacer jaras en espera de su momento político. Entre estos, habría que anotar a los alcaldes de Navojoa, José Abraham Mendívil, el de Huatabampo, Próspero Ibarra quienes miran en dirección a la diputación federal en manos de Onésimo Mariscales Delgadillo.
Por lados del PAN, no hay mucho que buscarle por lo que hace a esta candidatura porque apenas quien no quiera ver, no acepta que la segura amarrada para buscarla es la actual diputada local, Sara Martínez de Teresa, lo mismo que la alcaldía, ya en la buchaca de la señora Flores, mientras que las candidaturas a la diputación local, por igual, se hallan palomeadas a favor de Héctor Rodríguez, el Pollo Raúl Castelo y Marta Patricia Espinoza por más que la espigada regidora nos diga que aun falta mucho.
Y a manera de entretenimiento, te dejo, lector, con esta frase para que la medites, todo este fin de semana y finalmente, si puedes, la interpretes. “ Es el momento de definir el futuro de Moreira”. Te voy a dar un tip como ventaja: La dijo ayer el virtual candidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto. Y es más, te doy otro: “Camarero, la chamarra del señor que ya se va”.
Es más, va una paella de por medio al que traduzca el acertijo anterior. Por cierto, si no ha probado la mejor paella española en Obregón, lo retamos a que lo compruebe. Sólo pida y recoja a los teléfonos, 6449 97 29 72 y 6444 60 56 51.
Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com