Y cuando parecía que la batalla presidencia sería entre dos, los últimos acontecimientos apuntan que el candidato amoroso podría entrar en la pelea, como ya lo reportan encuestas que ponen en empate técnico a los candidatos del PAN y PRD, mientras Peña Nieto se mantiene muy por arriba.
Es cierto, las pifias en la campaña de Vásquez Mota ya beneficiaron al candidato de las izquierdas porque ya le “pisa los talones”, pero además está otro evento que pudiera operar a favor del tabasqueño, sobre todo si lo sabe capitalizar: los coletazos del PRIAN a partir de los nuevos spots.
La campaña de acusaciones entre el PRI y PAN de que sus candidatos son mentirosos, es la oportunidad de AMLO para convencer en qué se va diferenciar de sus adversarios en caso de ganar, pues si de algo están hartos los votantes es no ver un cambio auténtico en los últimos 12 años del PAN en el gobierno federal.
Porque con todo y su “golpe al timón”, como hace 6 años lo hizo el michoacano para remontar en las encuestas, el problema para la nueva “Jefa” es que carga con el desgaste por el ejercicio del gobierno, además que factores de poder que resultaron claves en la victoria de Calderón, como el SNTE, ya no están con el panismo.
Aun cuando a su candidato lo tachan de ignorante y arcaico, el PRI mantiene una cómoda ventaja que va ser muy difícil desplazarlo, sobre todo porque la experiencia de sus cuadros ha logrado mantener a flote al ahijado favorito de Arturo Montiel y por ahora no ha cometido los errores en que sí cayó el puntero en el 2006.
Para muestra un botón: ante los señalamientos de que Peña Nieto no había cumplido con una serie de compromisos que firmó ante notario público cuando fue gobernador, como respuesta el PAN fue evidenciado con sus mismos spots sobre la inconsistencia de cifras en materia de pisos firme.
Lo favorable para Amlo, testigo del duelo, es que ningún partido miente al acusarse de mentirosos, de ahí que si quiere “meterse en la pelea” debe aprovechar la coyuntura para posicionarse en el segundo lugar, provocar algo interesante en los debates que ponga en aprietos al priísta y conquistar a los indecisos.
De lo contrario, será inevitable el retorno de la nueva versión del “Ogro filantrópico”, la forma en que definió Octavio Paz al sistema político corrupto y autoritario que derivó de la Revolución Mexicana, pero que se mantuvo por generaciones por su estilo de gobernar a “pan y palo” y hoy renace cual ave fénix por obra y omisión de los gobiernos de la alternancia. Es cuanto.
PARA PENSAR, REIR O LLORAR
Como un acto de congruencia a la campaña que realiza la “Jefina”, si me permiten la síntesis, el PAN de Cajeme debería hacer la lista de los compromisos firmados ante el notario Antonio Aguileta y que su ahora candidato al Distrito 16 no cumplió cuando fue alcalde por el PRI durante el trienio 2006-2009.
Porque todavía auténticos panistas se preguntan cómo beneficiará a su partido la candidatura de alguien como Francisco Villanueva, cuyo gobierno fue sinónimo de frivolidad y sumisión política, además de una irresponsabilidad financiera que el mismo albiazul denunció ante las autoridades penales.
Para analizar y definir a este tipo de personajes más narcisistas que el personaje de la mitología griega, los altos mandos del panismo debieron atender la advertencia de Julio Scherer, cuando afirma que de “la traición no se regresa” y si no, al tiempo.