Peña Nieto borró de un plumazo al Poder Legislativo
Por Angélica Beltrán / Política en Movimiento
Todo iba bien para PAN y el PRD, partidos en concordancia con el PRI en eso de para no modificarle “ni una coma” al dictamen de las leyes secundarias de la Reforma Política procedente del Senado; hasta la mañana de este jueves en que fueron sorprendidos con una adición al dictamen para otorgar pensión vitalicia a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; responsables de calificar las elecciones.
Los “duendes legislativos” en esta ocasión fueron los representantes del gobierno federal, quienes participaron a toda hora, como una tercera cámara, además de las comisiones legislativas de la Cámara alta y baja, de las discusiones y negociaciones para definir las reglas secundarias en materia político-electoral.
Lo peor de ello, es que los representantes del gobierno de Enrique Peña Nieto condujeron las negociaciones al interior del legislativo; mientras que en un primer momento el ejecutivo federal se encargó de elaborar la base de los dictámenes que “discutiría” el legislativo.
Y por si fuera poco la usurpación de poderes; el ejecutivo federal en la recta final se pasó por encima de los acuerdos entre PRI-PAN-PRD y metió subrepticiamente el bono para los magistrados; un soborno anticipado, a decir de los diputados perredistas.
Gobierno federal volvió a chamaquear al PAN y PRD
Ante lo cual la chiquillada legislativa: PT, MC e IDN en la bancada del PRD, recordó al PAN y al PRD la advertencia pasada de no confiar en el PRI, porque sigue siendo el mismo lobo con piel de oveja.
Pero panistas y perredistas firmaron primero el Pacto por México y después aceptaron la injerencia del poder ejecutivo en el trabajo del Congreso de la Unión; con tal de que “las cosas buenas le pasen en México”, como repite Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados priistas.
Quien por cierto, en el revuelo por la violación que sufrió el dictamen por parte del gobierno federal, confió en que si no era en éste, sería en el próximo extraordinario en que se aprobaría lo relativo al bono para los magistrados.
Así, el legislativo con sus tres primeras fuerzas PRI, PAN y PRD, sin importar que tienen su peso específico en el Congreso, también fueron vulneradas por el Ejecutivo; no se diga ya la chiquillada: PT, MC, PVEM y NA, que ni siquiera participaron en las discusiones.
Centralismo en lugar del federalismo
El ejecutivo se impuso en la Reforma Política al centralizar desde el ámbito federal la responsabilidad de organizar las elecciones, a través de la sustitución del IFE por el INE; por encima de la soberanía de los gobiernos estatales.
Todas estas maniobras de centralismo, de violar dictámenes, de imponer criterios al legislativo y limitar alianzas electorales entre otros cambios a la ley en materia político-electoral tienden a afianzar un poder, el poder del partido en el gobierno, el PRI.
Ya algunas voces legislativas advirtieron del regreso de un PRI más autoritario y centralista que el viejo PRI ya conocido que gobernó –sin ceder el poder—a los partidos de oposición por más de 70 años.
Con este centralismo avalado por un Congreso débil, en tanto que se compone de legisladores “levanta manos” nada críticos y menos preparados en el oficio; se corren el riesgo del afianzamiento de un solo partido siempre en el poder, de una dictadura perfecta.
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