A propósito de los 25 años del PRD, llama la atención el ascenso vertiginoso en los últimos meses de la corriente IDN (Izquierda Democrática Nacional) que encabeza “el señor de las ligas”, como mejor se le conoce a René Bejarano; sin importarle a este su imagen desprestigiada ante la opinión pública.
Cabe mencionar que IDN representa la tribu mejor posicionada en cuanto a clientela electoral; y en esta se agrupa también la senadora Dolores Padierna, bien identificada por contar con números grupos sociales de acarreados que le siguen en busca de una vivienda, empleo o una despensa; la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Aleida Alavez, líder de Iztapalapa, donde el problema del agua es más grave que en la capital de Sonora; y el diputado federal Alejandro Sánchez, también secretario general del PRD, quien encabezó hace unos meses la toma de tribuna de la cámara baja para evitar el debate de la reforma energética –sólo él sabe por qué.
IDN es una de las tribus que cuenta con mayor peso dentro del PRD, apenas debajo de Nueva Izquierda; la corriente que dirige actualmente el partido y lo ha hecho en los últimos años con Jesús Ortega, Guadalupe Acosta y Jesús Zambrano.
Por lo que la lucha intestina en el partido está siendo protagonizada por estas dos corrientes IDN y NI; el resto se aliará a uno de los grupos depende de lo que ofrezcan en cuanto a candidaturas, esa es la medida de la unión al interior del partido.
Con esta manera de conducirse y presentarse ante los mexicanos desde hace 25 años, se observa que el PRD parece haber perdido el ideal de un partido de izquierda, que trabaje para frenar abusos del poder y tenga la misión de construir un México más equitativo.
El PRD se mantiene y no para cumplir los ideales. Así lo ha demostrado su historia de 25 años caracterizada por la lucha interna por el poder, el afianzamiento del clientelismo como el soporte de la organización política y la pobreza como su razón de ser. Por lo que el partido nunca buscarían erradicarla, todo lo contrario.
Ejemplos de estos son los grupos de colonos organizados en busca de vivienda, de becas, de juguetes el día del niño, de regalos el día de navidad, etc.; que se afilian al PRD como otrora se afiliaron al PRI.
PRD como gobierno mantiene pobreza, migración y desempleo
Ya en el gobierno, las cifras no desmienten el fracaso del partido del sol azteca en cuanto al cumplimiento de una izquierda responsable.
Donde ha gobernado el PRD con sus diversas tribus la pobreza no ha disminuido, sino aumentado; el empleo también ha ido a la baja y la migración ha permanecido e ido en aumento en estados que ha gobernado el partido como Zacatecas y Michoacán.
Sin embargo, quien considere que el desempleo, la migración y la pobreza son problemas nacionales que el PRD nunca podrá enfrentar hasta no ser gobierno federal, seguirá buscando pretextos para mantener a otro partido holgazán en el poder, que ha procreado a los nuevos ricos de la élite política, de entre los menos instruidos porque si en algo se ha caracterizado el partido amarillo es precisamente en llenar sus filas con personas de escasa preparación.
Ejemplos, la diputada federal Joaquina Navarrete profesora de Educación Física, cuyas participaciones no pasan de ser gritar “democracia, democracia, democracia” al interior del recinto, sin saber qué significa eso. Debilidad del PRD que ha reconocido el diputado Fernando Zarate, quien refirió que ante la falta de preparación en los cuadros perredistas, los más instruidos son los mejor posicionados y los únicos elegidos para participar en los procesos legislativos, debates y opinar ante la prensa; el resto, la gran mayoría sigue siendo de relleno.
Y eso que al PRD le preocupa la educación como un bien público.
La unidad del PRD
En esa maraña de lucha por el poder entre las tribus del PRD, la unidad, necesaria para mantener fortaleza electoral frente al PRI que ha resucitado— el partido mantiene las negociaciones para no cederse nada entre sí.
De ahí que la única opción que han encontrada, y que por cierto no es la mejor, es rogarle al octogenario Cuauhtémoc Cárdenas que dirija una vez más al partido. Y el michoacano no es la mejor opción porque a unos días de cumplir sus 80 años, se le avecinan más dolencias que fortalezas para dirigir al partido que representa la tercera fuerza política del país.
¿Acaso no hay sangre nueva en el PRD? Parece que no. Porque el PRD se ha convertido en lo que todos los partidos en un negocio, donde los objetivos son acceso al poder y la riqueza.
