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Un acto de justicia se propone Manuel Montaño, al rescatar solares destinados a resolver problemas sociales y que, finalmente, quedaron en manos de “engordadores”
Bernardo Elenes Habas
Va, el Ayuntamiento de Cajeme que preside Rogelio Díaz Brown, al rescate de solares baldíos en colonias populares, a través de Sindicatura Municipal.
Manuel Montaño Gutiérrez, titular de esa dependencia, anunció tan importante programa encaminado a hacer valer el espíritu social que tiene el otorgamiento de lotes a precios bajos a las familias de los trabajadores, las más desvalidas, para que en esos espacios dejen caer la semilla de su patrimonio, el único en sus vidas.
Y es que, a través del tiempo, de trienios y trienios, ha sido inevitable que en el forjamiento de nuevas colonias, se introduzcan con su mala fe, sus influencias y amiguismo entre la clase política de los gobiernos en turno, especuladores ambiciosos, los que compran espacios y los dejan “en engorda”, para después, cuando pasa el tiempo y el devenir del oleaje económico confiere altos precios a los terrenos, venderlos al mejor postor, con sus consecuentes ganancias, en una negociación redonda y fácil. pero envilecida.
Por supuesto, Montaño Gutiérrez, quien proviene de la raíz señera del pueblo, sabe que ese tipo de acciones se convierten en atentados contra las esposas y los hijos de los trabajadores, de aquellos que cifran su presente sólo en su capacidad de trabajo, y que están impedidos para mirar hacia el futuro, porque a los pobres, hasta la capacidad de soñar les han arrebatado los regímenes políticos.
En colonias como Los Pioneros, Los Presidentes, incluyendo a Pueblo Yaqui y Tobarito-Marte R. Gómez, entre otros asentamientos, esta problemática es notoria y lacera el sentimiento de cajemenses que quieren, con esfuerzos, tener un lote, construir una vivienda aunque sea de madera y cartón, pero que los llene de orgullo para poder decir que por fin, poseen algo en la vida.
Sin embargo, ahí están los espacios vacíos, enmontados, llenos de basura; esperando, sus “dueños”, que surja el mejor postor, para obtener las ganancias que les dará el tiempo y sus ambiciones.
Aquellos que compraron hace tres, cuatro, seis años los solares en cuestión, serán requeridos por el Ayuntamiento y se les pagará estrictamente las cantidades que entregaron por ellos, cuando hicieron los trámites oficiales, es decir, de acuerdo a los valores que se estipulen en los tarjetones expedidos por Tesorería Municipal, no a precios actuales, no tomando en cuenta las variables económicas de los tiempos.
Será, pues, una acción legal la que llevarán a cabo las autoridades, pero de paso darán una lección histórica a quienes se aprovechan de las circunstancias e impiden que los programas de profundo sentido social funcionen y rindan los objetivos para los que son creados, pero que, inexplicablemente, se permite que las leyes sean retorcidas por aquellos que ven, en todo, la oportunidad de sacar provecho.
¿Pero, y el Cabildo, y el mismo Congreso Local, en donde están para que levanten la voz y protejan a los desvalidos de siempre, si es que hay leyes que puedan aplicarse; o bien, construir las iniciativas para que se conviertan en normas que favorezcan a quienes son la fuerza de trabajo de toda comunidad, los que abren caminos, pavimentan ciudades, mueven la productividad de las maquiladoras y la industria, construyen desarrollos de vivienda, y que, en su devenir humano, no tienen para sus familias, una casa, sólo una casa dónde refugiarse?
Le saludo, lector.
