- Buenos días, me llamo Bernardo Elenes Habas, soy poeta, ¿puedo pasar?.-
- Nueva generación de empresarios muestran en Cajeme su visión de desarrollo plural.
- Estoy en los portales cibernéticos.
-“Buenos días. ¿Puedo pasar? Me llamo Pablo Neruda, soy poeta. Vengo llegando ahora, del norte, del sur, del centro…”
Con esa humildad, Neruda, el inmenso juglar chileno, pedía permiso para entrar a la conciencia de los seres humanos a través de sus poemas, luego de recorrer los caminos de la vida con todas sus vicisitudes.
Y, por supuesto, las puertas se abrían, para que la llama del diálogo, de la inteligencia, se encendiera, poniendo sobre la mesa las preocupaciones, los anhelos del hombre, de la mujer, de los jóvenes.
Hoy, como una oración, evoco el sentimiento de Neruda, y le digo, lector, que me llamo Bernardo Elenes Habas, que soy poeta, aprendiz de periodista, quizás de los últimos alumnos de los legendarios Maestros Jesús Corral Ruiz y Bartolomé Delgado de León, y que, ahora, en esta etapa de mi vida, busco e intento encontrar desde el corazón del Valle del Yaqui, las nuevas ramadas sencillas y plurales, donde cobijar mis sueños, mis comentarios, mis análisis políticos, mis poemas, para que les crezcan alas y aporten juicios y valores estéticos que se sumen al caudal maravilloso de la sabiduría de la sociedad civil.
-Buenos Días. Me llamo Bernardo Elenes Habas, soy poeta. ¿Puedo pasar?
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Cierto, en Cajeme, bastión rebelde que no se somete a caprichos políticos, cuando el poder público en Sonora da tumbos, surge una generación de empresarios que tienen visión de grandeza por la entidad, como Arturo Knapp Ramos, Regino Angulo Rodríguez, Mario Guerra, Enrique Burboa, José Guerra Fourcade, Gustavo Cárdenas García, Edgar Manríquez Barreras, Dyther Islas Camacho, Andrés González Bajeca, Jorge Saldamando, José de Jesús Nares Félix, Carlos Lares Ponce, Moisés Vázquez Orrantia, Procopio Almada Gozález, Gustavo Almada Bórquez, entre muchos más que, desde Canaco, Canacintra, Cmic, Canirac, sus organismos señeros, marcan un nuevo rumbo para el municipio, sin dejar que los avasalle el torrente de la política, aunque muchos de ellos no son ajenos a esas disciplinas y podrían convertirse en espléndidos candidatos de diferentes partidos, a cargos de elección popular.
¿Quién podría negar que Knapp Ramos, Lares Ponce, Angulo Rodríguez, Cárdenas García, Guerra Fourcade, Almada Bórquez, podrían desempeñarse con verdadera pasión por Cajeme y su crecimiento económico desde la alcaldía, regidurías, congreso local, defendiendo el desarrollo del solar nativo y por ende la alternativa de una economía que trascienda hacia las familias de los trabajadores, porque todos ellos son patrones y tienen la conciencia, de que cuando el trabajador es bien atendido y remunerado con justicia, aporta su mejor esfuerzo a favor de una empresa que considera propia?
Pero, de entrada, ellos, los directivos e integrantes de organismos de la iniciativa privada están empeñados, desde hace tiempo, en un proyecto que será detonador de la economía, no sólo en Cajeme, sino en el sur de Sonora, el lograr la reconversión industrial, el horizonte de más y mejores inversines, encontrar el campo fértil para que la producción regional alcance el valor agregado que desde hace muchos años debió haberse dado, para que el municipio tenga nombre y espacio en el mapa de la economía global.
Los partidos no deben encerrarse en el círculo anquilosado de sus militantes, hombres y mujeres que a base de persistencia, relación y servicios hacia quienes definen la línea de poder a su interior, consideran tener derecho a que sus nombres estén impresos en las boletas electorales. Están obligados dirigentes como Alfonso Elías Serrano, Juan Valencia Durazo, René Noriega Gómez, Jaime Moreno Berry, principalmente, a abrir sus cartabones y ponerse en el lugar de lo que la sociedad quiere, ya que ésta piensa en hombres y mujeres de carne y compromisos, con huella social y humana, los que podrían dar el equilibrio al quehacer político y ciudadano que los tiempos exigen.
Ya habrá tiempo y espacio para seguir abordando estos temas. Por lo pronto le ruego que busque mi puñado de letras e ideas en el hospedaje que me dan mis amigos en sus portales cibernéticos.
Le saludo, lector.