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En política, lo que parece es, axioma que dejó como enseñanza don Jesús Reyes Heroles, sin embargo, en Sonora, el PRI está dudando en aplicar el apotegma
Bernardo Elenes Habas
Aunque gran parte de la sociedad civil repudie el accionar de los partidos políticos, éstos son indispensables como estructura legal para el impulso de candidaturas, procesos electorales, y por ende, conformación de gobiernos y poderes legislativos.
Tradicionalmente en Sonora, durante los comicios, prevalece y sobresale el trabajo de PRI y PAN, conformando un arraigado bipartidismo que, al final de las campañas y a la hora de la verdad, cuando la voz de papel de las urnas dicta su veredicto, es aceptado por los votantes, y aunque existan evidencias marcadas de abstencionismo, aquellos que por diversos motivos son parte de esas filas ciudadanas, acatan la decisión de los sufragios.
En Sonora, pues, los efectos del bipartidismo hasta ahora inevitable, comienza a remarcarse en esta hora, más cuando el PAN, en un acto de autoritarismo, decidió desde hace varios meses, que su abanderado sería el empresario hermosillense Javier Gándara Magaña, clausurando de un solo golpe cualquier pretensión de militantes que albergaban y albergan sueños de colocarse en el campo de la lucha interna, exigiendo piso parejo, condiciones de igualdad, como es el caso de David Figueroa Ortega, quien apela, con voz que no escucha la nomenclatura azul, a ese derecho partidario, porque su batalla es contra un Goliat, que lo considera, de antemano, aplastado.
En el PRI, los tiempos, las coyunturas y la realidad político-social que predomina a su interior, han frenado, temporalmente, las prácticas de un autoritarismo cruel (no debe olvidarse que el tricolor es creador de esos métodos, a veces no muy sutiles y sí extremos, acordes a la fortaleza del grupo que los aplica), y se percibe indecisión, hasta el momento, en la postulación por la Entidad, porque la experiencia, las condiciones objetivas y subjetivas que se viven, les dicen que ante el más mínimo error podrían abrir, ellos, los propietarios de grupos y nadie más, la oportunidad de otro sexenio al PAN.
Y es que los notables del instituto fundado por Plutarco Elías Calles para acabar con las castas de hombres únicos y providenciales, tienen en sus manos información privilegiada revelándoles que las expresiones populares no se equivocan y crecen día con día, en el sentido de que, alcanza notoria vigencia el axioma dimensional forjado por don Jesús Reyes Heroles:
En política, lo que parece es; y por supuesto que sería una aberración que los avezados observadores y seguidores de las huellas internas y externas de su partido, su gente, y de la ciudadanía en general, no supieran traducir el silogismo que les heredó su ideólogo más preclaro, confundiéndose por conveniencias, y revirtiéndolo con la antítesis de: En política lo que parece no es; sino la única verdad es la que digan los señores…
Le saludo, lector.
