Francisco Garfias / Excélsior
Al sonorense Guillermo Padrés Elías lo podríamos bautizar como el góber atolladero. Vive su peor momento. Todo se le ha complicado. Balconearon su presa particular en el rancho familiar que tiene en su estado.
Fotos satelitales lo exhibieron como mentiroso. Dijo que el embalse ha estado allí por décadas, pero imágenes captadas antes de 2011 lo desnudaron. La obra hidráulica es de reciente construcción. Le cayó también encima el “peor desastre ambiental de la industria minera” —el derrame de tóxicos sobre los ríos Sonora y Bacanuchi— que perjudicó seriamente siete municipios y alrededor de 22 mil habitantes.
Ese tema lo enfrentó con la Federación.
Su exigencia de que sacaran a los delegados federales de Conagua, Profepa y Semarnat, por considerar que lo grillaban, y la solicitud de que le cortaran la cabeza al titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, envenenaron las relaciones el Ejecutivo de la Unión.
Por si fuera poco. La región sureña que habitan las tribus yaquis es un volcán en erupción, por la terquedad de abrir la llave del Acueducto Guadalupe para llevar agua a la sedienta ciudad de Hermosillo.
Hay un fallo sobre el litigio de la Suprema Corte, que el gobernador interpretó muy a su manera para mantener el flujo de agua hacia la capital.
Agregue que sin mayor reflexión —y con una orden de aprehensión muy vieja, según nos dicen— metió a la cárcel al vocero de los bloqueos carreteros de esa etnia indígena, Mario Luna, bajo cargos de secuestro y robo de vehículo. Se habla también de homicidio.
Eso provocó un mayor brote de lava.
El problema ya traspasó los límites del estado. No sólo trae una pésima relación con el gobierno federal. Un grupo de notables de izquierda se sumó a la lista de sus críticos.
Políticos, académicos, intelectuales, actores y curas —Cuauhtémoc Cárdenas, Adolfo Gilly, Javier Sicilia, Salvador Nava, Daniel Giménez Cacho, Miguel Concha, entre otros— enviaron una carta a la Procuraduría del estado para exigir la libertad del líder yaqui.
La mayoría de los conflictos que enfrenta Padrés son derivados de su forma vertical de gobernar. Es hombre sin oficio político, de mano dura, terco, impulsivo.
El otro problema grave que enfrenta emana de la irresponsabilidad de una poderosa empresa sin el menor respeto al medio ambiente (léase Grupo México) con la que, por cierto, tiene muy buenas relaciones, según sus propios paisanos.
El gobernador de Sonora no tiene muchos apoyos fuera de su partido. Se agarra desesperadamente de lo que puede. Nos enteramos de que hoy asistirá a la reunión previa de los senadores del PAN para hablar de la situación de su estado, pero también de cómo le puede ayudar el grupo parlamentario que coordina Jorge Luis Preciado.
Allí mismo, en el Senado, la otrora campeona mundial de los 400 metros, Ana Guevara, hoy legisladora del PT, oriunda de Sonora, suscribió ayer un punto de acuerdo presentado por la perredista Dolores Padierna.
El texto exige que detenga a “escalada represiva” contra integrantes de la tribu yaqui y se “libere inmediatamente” a Mario Luna.
Se sumaron igualmente los priistas Claudia Pavlovich y Ernesto Gándara.
Buscamos a la senadora Guevara para preguntarle sobre las causas de la conducta del gobernador.
“Es su desesperación. Lo problemas se le han acumulado en los últimos meses. Faltan soluciones. Hay mucha pasividad para tratar los temas. Trae descompuestas muchas cosas”, nos dijo la petista.
Y más:
“En el tema de los ríos contaminados me parece un grave error haber retado al presidente (Peña) de esa forma. Tiene que buscar puentes y diálogo para sacar adelante la problemática y no generar este encono que va a polarizar aun más la situación que se va a reflejar en 2015.
“Y lo del Acueducto. Los bloqueos carreteros ya regresaron con la detención de Mario Luna.”
—¿Cómo se van a reflejar estos problemas en las elecciones del 15?— atajamos.
—No hay que perder de vista que un factor que ayudó a ganar al actual gobernador fue la tragedia del ABC. El gobernador saliente (Eduardo Bours) cometió una serie de errores que alentaron el voto de castigo. Su actitud ante la tragedia generó encono. Estábamos en una coyuntura electoral.
“Hoy estamos nuevamente en una coyuntura electoral. Otra vez se generan enconos. Quizá no del mismo nivel de la tragedia. Pero sí hay malestar social por las decisiones y los sucesos que se han dado en los últimos días.
“Una de las principales vías que debe buscar un gobernante es mantener la estabilidad social y no generar ese encono que obstruye las posibilidades de desarrollo. El estado está polarizado. El camino está abierto a quienes vamos a contender por la gubernatura…”.
Padrés tuvo sus defensores en la tribuna de la Cámara alta. El senador del PAN, Héctor Larios, sonorense por adopción, considera que el trasfondo de la bronca contra Padrés por el Acueducto y el arresto del vocero yaqui tiene un tinte “político partidista”.
“Venir aquí a exhortar a que el gobierno del Estado retire las órdenes de aprehensión que no fueron emitidas por la Procuraduría, que fueron obsequiadas por un juez, me parece que también está fuera de la legalidad.
“Lo que procede es que se haga la investigación, que el juez valore si los elementos que consideró a la hora de otorgar la orden de aprehensión subsisten y otorgue o no el auto de formal prisión. Eso es lo que procede y no está ligado absolutamente con ninguno de los otros temas.”
Otro defensor, el panista sonorense, Francisco Búrquez retomó el tema de los delegados federales en la tribuna y criticó la decisión de Miguel Osorio de cancelar un encuentro con Padrés.
Le echó la bronca a la Federación:
“Mejor poner orden a un gobierno federal soberbio, que en persona del secretario de gobernación, la semana pasada, a nivel nacional dijo que no iba a recibir a las autoridades de Sonora. ¿Por qué? Porque tienen la piel muy sensible.
“¿Por qué? porque el gobierno de Sonora los acusó, a sus delegados federales, de usar políticamente, de lucrar políticamente, con el tema.”