Estimado Candidato(a):
La intención única de esta CARTA CIUDADANA es presentarte algunos argumentos para justificar la propuesta que he de hacerte para impulsar el desarrollo económico de nuestro municipio.
Inicio por reiterarte, Candidato(a), mi profunda preocupación por la postración económica de Cajeme y su deterioro social y urbano. Ya he declarado que la situación regresiva de Cajeme, o de estancamiento si quieres que la relativice, inició hace treinta años.
Conste que a las culpas de gobernantes y ciudadanos del país que son los responsables de la crisis nacional, debemos reconocer y sumar nuestras culpas de gobernantes y ciudadanos para entender el origen y la dimensión de nuestros problemas locales. Pobres, pobres, pero tenemos nuestra propia crisis. Con poca conciencia y mucha dejadez, hicimos los cajemenses nuestra propia crisis.
Estamos metidos en una bronca muy seria, Candidato(a). Cajeme cada día empeora en la mayor parte de sus componentes económicos, sociales, urbanos, políticos y morales. Algunos ciudadanos y la mayor parte de los políticos me podrán llamar extremista en mis opiniones, o pesimista. Pero seguramente reconocen en su fuero interno y muy a su pesar, que tengo razón.
Si soy extremista en mis juicios, es por lo que aprecio a mi municipio, por lo que quiero para él y para los que lo habitamos. Simplemente su cabecera, Ciudad Obregón, ya no es la Ciudad Próspera, Limpia y Segura que fue hace años. ¿Podrías argumentar lo contrario, Candidato(a)?
Seamos realistas: las revistas especializadas en economía y urbanismo ya no consideran a Ciudad Obregón un lugar atractivo y seguro para vivir. ¿No es lamentable?. El Índice de Competitividad Urbana 2014 del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), por ejemplo, ubica a Obregón en la mediocre posición 28 entre 78 ciudades del país. Un dato adicional: Obregón desciende 3 posiciones respecto al ranking de 2012.
Es necesario decirlo: hace tiempo que la nuestra dejó de ser la Ciudad más Moderna del país y una de las más ricas y pujantes. Lejos en el tiempo quedó la imagen de la ciudad de las calles anchas y bien pavimentadas, de alumbrado impresionante, con mansiones majestuosas y limpieza general.
Ya no se ven los ánimos positivos de la gente, la confianza en su futuro y el placer de la convivencia comunitaria. La red de caminos vecinales que fuera el acceso a un impresionante escenario dorado, generador de grandes riquezas, en la actualidad es un suplicio y un gran peligro para los usuarios.
Aceptemos, para poderla enfrentar, que padecemos una crisis muy severa. Reconozcamos que nuestra ciudad demanda acciones decididas de remozamiento, de reequipamiento urbano básico y que urge que la dotemos de una nueva orientación estratégica.
Es imperativo e impostergable que creemos empleos para nuestra gente de los estratos medios y populares, que por no tenerlos en cantidad y calidad convenientes, buscan sus opciones básicas de vida en las actividades informales o ilícitas. Requerimos empleos de calidad para nuestros jóvenes profesionistas y técnicos, para que permanezcan en Cajeme al concluir sus estudios.
Convengamos en que nuestra ciudad exige a gritos que la sujetemos a un Plan de Desarrollo Integral, de Largo Plazo por necesidad y conveniencia, que la oriente en su crecimiento espacial, que la armonice en su crecimiento demográfico futuro y que la dinamice con opciones novedosas que le confieran nuevos derroteros económicos y sociales.
Y por supuesto, debemos establecer la prioridad en la acción. Y te aclaro, Candidato: No puede haber muchas o varias prioridades. La prioridad es solamente una y para nuestro caso, el de Cajeme, la prioridad es inobjetable e indiscutible: es el Empleo.
Si resolvemos el problema del Empleo, reduciéndolo a valores manejables, los demás aspectos de la vida comunitaria mejorarán por necesidad. Por tanto, a la creación de Empleo debemos canalizar la creatividad, los recursos y esfuerzos.
Una vez planteadas así las cosas, Candidato(a), procedo a hacerte la propuesta que tengo almacenada desde hace ya 20 años. Espero que sea de tu interés y que lo sea también de los cajemenses todos. De llevarse a la práctica, todos resultaríamos beneficiados. Así lo creía yo entonces. Y ahora lo creo más intensamente porque la urgencia ha crecido desproporcionadamente.
Respecto a mi propuesta y en calidad de justificación, quiero comentarte que visitar la capital del país es una experiencia inolvidable. Su Centro Histórico muestra los logros impresionantes de una exitosísima intervención de cirugía urbana. Cirugía mayor. Y no sólo plástica, porque sus beneficios son muy diversos y notables.
Monterrey también tiene una zona remodelada que modificó, embelleciéndola, su imagen urbana. De Guadalajara, te podría referir el espacio citadino remodelado que va del Hospicio Cabañas hasta el hermoso Teatro Degollado. Si te contara de Querétaro, me faltarían adjetivos para justipreciar ¨su nuevo look colonial¨, que no es otra cosa que el producto de la remodelación de su área central.
Podría platicarte de las remodelaciones de Tequisquiapan, hermoso pueblo Queretano y de un gran número de pueblos de los Estados de México y Morelos, que recuperaron bríos con su nueva fisonomía. Puedo citarte a Mérida, que es ahora más bella luego de la remodelación urbana de su “centro viejo”.
En el mismo tema, conviene recurrir a este expediente que para muchos cajemenses es un referente común: Tucson, nuestra Ciudad Hermana, hizo un rescate impresionante de su “centro”, convirtiéndolo en un bello y exitoso espacio comercial, cultural, gubernamental y turístico.
No te hago más cansada la lectura, Candidato(a). Simplemente te propongo que en aras de rescatar a Cajeme en lo económico y lo urbano, aceptes mi invitación para considerar con toda seriedad la conveniencia urgente de Remodelar el Centro Urbano de Ciudad Obregón. Lo que conocemos como el “centro”, aunque estrictamente ya no lo sea por el crecimiento desordenado y caótico de nuestra atribulada ciudad.
Solicita el concurso de los Colegios de Arquitectos y de Ingenieros Civiles, de las Cámaras de Comercio y Servicios, de CANACINTRA, de los demás Colegios de Profesionales y Organizaciones Sociales de nuestra localidad para que conjuntamente, habitantes y gobierno, hagamos el PROYECTO DE REMODELACIÓN DEL CENTRO DE LA CIUDAD.
Candidato(a): te va a parecer excesivo mi optimismo y ojalá que te contagie, pero me consta que los dineros necesarios para la remodelación urbana existen y son accesibles en BANOBRAS, que presta a los Ayuntamientos los fondos necesarios para el rescate y modernización de sus activos urbanos básicos.
En serio, Candidato(a): ya podrías acercarte a sondear la posibilidad de este financiamiento para que en calidad de Compromiso, presentes a la ciudadanía el PROGRAMA DE REMODELACIÓN DEL CENTRO DE LA CIUDAD durante tu Campaña para la presidencia municipal. Podrías incluirlo en tu PROGRAMA DE DESARROLLO ECONÓMICO MUNICIPAL 2015 – 2018.
¿Te imaginas el centro de la ciudad con una nueva, moderna, funcional y atractiva presentación?
No más edificios vetustos y deteriorados, no más escaparates estrellados, no más fachadas decrépitas, no más refugios de vagos y drogadictos, no más calles invadidas con estacionamientos irregulares, no más banquetas desniveladas y rotas, no más atarjeas reventadas, no más luminarias fundidas, no más roedores visibles, no más callejones tétricos y no más vergüenzas citadinas. Y un etcétera más largo que esta CARTA.
En pro de la propuesta, seguramente coincides conmigo en que la construcción es la rama económica que genera más “derrama”. Es la que tiene el más alto multiplicador de la Inversión y el Empleo. Todos los sabemos ¿no es cierto?
La próxima semana te contaré algunas cosillas precisas que en su momento expuse a los ciudadanos, arquitectos e ingenieros, que se interesaron en el proyecto y que inclusive, lo llevaron a la consideración del gobernador Beltrones, que lo alentó, ¨que le dio para adelante¨. Pero como te comenté la semana pasada, vino el Error de Diciembre y hasta allí llegó la intención. Hasta allí llegó el país, por mejor decir. Hasta la próxima CARTA CIUDADANA.