A raíz de la muerte asistida solicitada por la joven Norteamericana, por tener un cáncer terminal, pone de nuevo en la mesa de discusión el tema de la eutanasia (el buen morir, muerte con dignidad sin sufrimiento).
Esta jovencita – podría considerarse valiente ya que aceptó su “irremediable” muerte, por su enfermedad misma- que se decidió por una muerte asistida o suicidio asistido; aunque cierto, ella misma se administró el medicamento letal para lograr su objetivo y no esperar a sufrir más.
Pero el único problema desde mi muy particular punto de vista, es que la prescripción del medicamento fue extendida por un médico a sabiendas del objetivo deseado por la paciente y eso convierte al médico en un “bondadoso asesino”, pero irremediablemente un asesino. Esto es polémico ya que es muy fácil opinar o decidir bien o mal sobre la muerte de otras personas y no de nuestra muerte, que por lo general solo aceptamos la muerte de los otros y no la de nuestros familiares o la de uno.
El término eutanasia, del termino Eu –bueno, bien o normal- Tanatos- muerte o morir- o sea significa el buen morir o muerte digna, la aceptación de la muerte. El término nace en la segunda guerra mundial, cuando los nazis de Adolf Hitler la legalizan en aras de una raza pura y condenan a la muerte cruel e inhumana a más de 70 mil gentes nada más por este procedimiento “eutanásico”; muertes asistidas pero involuntariamente, no aceptadas por las personas ni familiares, ni por sentido común; porque no llena el requisito del concepto del buen morir. No fue eutanasia como lo hicieron saber los nazis, sino un asesinato masivo, POLITICO.
El sistema imperante en la Alemania Hitleriana asesinó a los adultos no productivos, niños con anormalidades congénitas, enfermedades mentales, invalidantes e irreversibles y además de “depurar a la raza, que ellos consideraron indigna de vivir” lo hicieron con fines de “investigación” médica violando los principios de la bioética que actualmente trata de regular la investigación biomédica en base a los derechos humanos, con respeto a la dignidad de persona.
La Tanatología (que no es lo que algunos léperos imaginan), sino más bien es la ciencia que trata de la muerte, del buen morir y la aceptación de la muerte tanto de los familiares como del mismo enfermo; en los familiares ayuda mucho a enfrentar el duelo por la muerte de un pariente, al consuelo y la resignación.
En relación a esto de la muerte asistida, también el aborto provocado (asistido), sigue siendo un asesinato, que por malas políticas públicas ha sido aceptado en algunos estados en México, por la nefasta y cruel “Ley Rosario Robles” cuando ésta ocupó la jefatura interina del gobierno del Distrito Federal y ahora arribista del PRI gobierno, en cargada de la lucha contra el hambre, quizás este fraguando más abortos para que no haya, más niños que alimentar…La antigua ley de Herodes, quien por temor de que en aquellos niños contemporáneos del nacimiento del niño Jesús, estaba quien podría destronarlo optó por asesinar a niños menores de 2 años.
Los asesinatos de Ayotzinapa, y otros de la misma índole, por supuesto que fueron asesinatos políticos, por temor a quienes piensan diferente. No más falta que quien fraguó este asesinato masivo tipo hitleriano, también lo consideren “EUTANASIA POLITICA”…ya ni la Chi… no hay respeto para la vida humana, desde la concepción. Dios nos agarre confesados.
Saludos.
Dr. Raúl Héctor Campa García