CARTAS CIUDADANAS (28) (Entre la utopía y la ingenuidad)
Estimado(a) Candidato(a):
Los tiempos de la república demandan que los ciudadanos aportemos lo que esté a nuestro modesto alcance para que el orden y la seguridad regresen y para que las instituciones sanen de sus graves males. ¿Acaso no son graves males la Corrupción, la Impunidad y la Ineficiencia administrativa en el gobierno?
Me parece oportuno presentarte una vieja historia que manifiesta la habilidad de los políticos nacionales para mantenerse en el poder y continuar sus fechorías sin que sean llamados a cuentas.
La narración se ubica en los Tiempos de la Presidencia Imperial. Los tiempos de ayer, de hoy y del futuro si los ciudadanos claudicamos en nuestras justas exigencias de ser debida y oportunamente consultados e informados de los asuntos nuestros, que son los asuntos de la república.
Inicio el relato: El Presidente Electo acude a Palacio Nacional para entrevistarse con el Presidente saliente. Es la noche anterior a la Ceremonia de Transmisión del Cargo y la Oficina muestra que todos los artículos personales del Saliente han sido debidamente retirados y empacados.
¨Señor Presidente¨, dice el Nuevo al Viejo Presidente: ¨Vengo a agradecerle que me haya concedido la oportunidad de trabajar con usted en su Administración tan exitosa. Deseo igualmente agradecerle su confianza y sus enseñanzas. Aprecio enormemente su influencia para que el Partido me eligiera como Candidato y su invaluable intervención para hacer posible mi triunfo electoral. Mi gratitud hacia usted no tiene medida y siempre seré su amigo y fiel servidor.¨
Continúa el Nuevo Presidente: ¨Pero quiero confesarle que me aterra, me tiene sin dormir la conciencia de la gravísima responsabilidad que asumiré mañana, cuando usted ponga la Banda Presidencial sobre mi pecho. No sé si tenga las competencias que demanda el ejercicio de esa elevada función Ejecutiva¨
El Presidente Viejo sonrió y dijo al Nuevo: ¨No río por lo que dices sino porque hace seis años yo estuve donde tú estás sentado ahora y dije al Presidente que me antecedió exactamente lo mismo que me dices tú. También estaba paralizado por el miedo y como tú, no conciliaba el sueño. E igual que seis años, ahora te digo lo que me fue dicho: No te preocupes y cuenta con los 3 Sobres que ya deposité en la Caja de Seguridad que se ubica atrás de aquella fotografía de Benito Juárez. Procedo a entregarte la combinación y llave de esta Caja.¨
El Viejo Presidente dijo con solemnidad: ¨Cuando sientas que una crisis política ha rebasado las opciones de control institucional, que ha superado los límites convenientes y pone en grave riesgo la seguridad nacional, vendrás a la Caja de Seguridad y sacarás el Sobre #1. Su mensaje, muy breve, te dará la respuesta efectiva que entonces necesitarás¨.
Continuó el Viejo: ¨Cuando tengas otra crisis igual de grave, que sientas que no tiene remedio posible, vendrás por el Sobre #2 y finalmente, sacarás el Sobre #3 cuando otra grave ocasión lo amerite. Una advertencia: no malgastes los Sobres. Sólo acude a ellos cuando la emergencia lo requiera¨. Así terminó el Presidente Viejo la entrevista con el Nuevo Presidente.
Pasados dos años, el Nuevo Presidente, ya en funciones, enfrenta una crisis política sin precedentes. La Opinión Pública le es adversa, su eficiencia es cuestionada y su integridad se discute en todas las instancias, foros y lugares públicos. Lo acusan de Nepotismo, Corrupción e Impunidad, junto con otros delitos de alta consideración. Se le acusa de actos de Autoridad excesivos que lesionan gravemente a ciudadanos en sus personas y patrimonio y en consecuencia, un gran número de mexicanos solicita al Congreso que el Presidente sea juzgado y depuesto.
Luego de fracasar en sus intentos de controlar la situación y presa de gran nerviosismo y tensión, recuerda que en la Caja de Seguridad de su Oficina tiene los Sobres que le fueron heredados por su antecesor en el Cargo. Apresurado abre la Caja y extrae el Sobre #1. Lo abre con nerviosismo y extrae un papel que simplemente dice: Échame a mí la culpa.
Al día siguiente el Presidente convoca a los Medios de Comunicación y suelta un terrible discurso en que acusa a la Administración pasada de haberle heredado una gran deuda financiera y un sinnúmero de problemas que inevitablemente habrían de causar los terribles efectos que ahora padecían todos los habitantes del país. Su discurso insistió machaconamente que ¨Los problemas que sufre el país son las consecuencias del despilfarro, corrupción e ineficiencia de ese nefasto Grupo Político que como Gobierno, traicionó la confianza nacional¨.
Los corajes ciudadanos de la emergencia nacional se dirigieron a los integrantes del Gobierno anterior, por lo que muchos de sus principales funcionarios debieron abandonar el país por razones de seguridad personales y familiares. La crisis, una vez señalados y escarmentados sus responsables, cedió su intensidad y en poco tiempo la paz retornó a México.
Luego de casi dos años, una nueva situación caótica envuelve al país. Agotadas y fracasadas las instancias convencionales de solución de conflictos, el Presidente debe acudir al Sobre #2, que lacónicamente sugería: ¨Corta cabezas¨.
Luego de meditar durante la noche, al día siguiente informa por TV y radio, en Cadena Nacional, que ¨los Secretarios X, Y y Z han traicionado la confianza y han sido desleales a México, anteponiendo sus intereses personales a los intereses sagrados de la Patria. En consecuencia, les he solicitado su renuncia y los pongo a disposición de las Autoridades correspondientes para que sean investigados y castigados con la severidad que merecen sus actos que lastiman y denigran a la Patria¨. Así aclaradas las cosas, la gran crisis fue superada y el país recuperó su tranquilidad y volvió a su vida rutinaria.
Dos años después, en medio de la Campaña Política para la Sucesión, los enfrentamientos entre Partidos Políticos y aspirantes a los diversos cargos de elección, generaron un problema de proporciones descomunales que cimbraban los mismos fundamentos de la nación. Las instituciones no parecían tener ya elementos disponibles para enfrentar la crisis. El Presidente se sintió incompetente para dar solución a los grupos enfrentados que ponían en muy grave riesgo al descontrolado país.
En medio de una noche de insomnio, el Presidente recuerda el Sobre #3 y se levanta de la cama, se viste apresurado y enfila a Palacio nacional. Ingresa a su Oficina, abre nerviosa y ansiosamente la Caja y extrae el contenido del mencionado Sobre #3, un papel que como los anteriores, tenía escrito el siguiente mensaje, lacónico y preciso: ¨Tú ya te vas. La bronca no es tuya. No olvides preparar los 3 sobres que debes dejar a quien te seguirá en el Cargo¨.
Estimado(a) Candidato(a), estimados(as) cajemenses: ¿Que Sobre debe sacar el presidente Peña Nieto? A mi juicio, el Sobre #1 fue malgastado desde el inicio de la presente Administración. Hubo anticipación que se confundió con oportunismo.
Yo creo, como la mayoría de ustedes, que Enrique Peña Nieto se ha tardado en sacar el Sobre #2. La pregunta es ¿Qué cabezas debe cortar? Les apuesto a que si nos expresamos con honestidad, coincidiremos en 100%.
Conclusión: para salvar la cabeza del presidente, deben rodar otras cabezas. La cosa es clara en el Sistema político nacional: el Presidente nunca se equivoca. Los que se equivocan son sus Secretarios y/o asesores.
Hasta la opinión pública se equivoca.
ESCRITORIO ECONÓMICO
M.N.I. Jaime E. Mondragón M.