Aristóteles, filósofo de Estagira, Grecia; en su obra la Política, define al hombre como un animal político, que lo diferencia del resto de los animales, solo por el razonamiento. Zoon Politikon (animal político o animal social). Pero ciertamente a veces individuo político se comporta socialmente peor que un animal.
El ser humano desde la antigüedad tiene la capacidad natural de relacionarse políticamente, o sea crear sociedades y organizar la vida en ciudades-estado. Cuyo fondo esencial es buscar el bien común, es servir al hombre. Hacer realmente política, es pugnar por lo que aquí se menciona. Hay gente que realmente vive para esa política, la de servicio. Y si hay gente que verdaderamente actúa en política con convicciones, con espíritu de servicio…afortunadamente cierto. Peeerooo.
Pero tal parece que la mayoría de los “políticos” viven de la política, la toman como su modus vivendi; definiendo esto último como un medio de que se vale una persona para ganarse la vida… pero una vida de lujo, donde uno se pregunta ¿de dónde se hizo de mulas Pedro? Ejemplos hay muchos solo echando un vistazo a vuelo de pájaro, donde además, en ese simple “paneo” se pueden encontrar “muchos pájaros de cuenta”, que militan en diferentes partidos. Entre unos de estos especímenes, uno está en boga en estos días es el ex convicto, ex edil de Iguala, Guerrero, presunto autor intelectual de la desaparición de los estudiantes normalista de Ayotzinapa, quizás (deseo que no) asesinados. Pero en las investigaciones de este pajarraco de cuentas, en dos años de ocupar la presidencia, se adjudicó una cuantiosa fortuna…”ne none, cuano” diría un gangoso.
Quizás esa fortuna la hizo, por otros ilícitos y la reafirmó con su excursión en la “mala política”, pero no mala de seguro, para él.
Armando Fuentes Aguirre (Catón), en su muy singular humor, dice que la más antigua profesión del mundo, no es la prostitución, como tal se conoce, sino una más peor y muy parecida…la política.
El legendario o misterioso (que no se si existió) filósofo de Güemes, decía que las convicciones en política son como la virginidad; una vez que se pierden ya no se recuperan. Por eso, ahora que en México se está dando la alternancia del poder, esto se ve muy seguido, en los políticos chapulines o saltamontes (o asalta puestos), que van de partido en partido a ver que medran, perdón a ver que puestito les dan. Son “variopintos”. Un excelente amigo, saco esta conclusión, cuando algunos de estos “políticos multicolores” arribaron al Partido Acción Nacional, saltarines de circo de tres pistas, que si los metieran en un tambo de 200 litros con pintura azul, al irlos sacando poco a poco en lugar de salir pintos de azul, van saliendo rojos…o algunos amarillos “con rayitos de esperanza”.
También decía Güemes que meterse en política es como un gato en una chimenea, si no sale tiznado, sale chamuscado.
Otros ingresan a la política como un negocio familiar (partido verde, entre otros), otros entran para ser cabeza de agencia de colocaciones nepóticas (dar chamba a familiares, amigos, compadres o alguno que otro incondicional lacayo…esto último puede sonar como pleonasmo). Unos participan familiarmente, pero en varios partidos; se distribuyen para cuidar sus intereses de sus empresas o negociosos, por lo general militan o apoyan a 2 o 3 partidos, o sea tienen una “pata” metida en un partido y la otra en otro. Nunca pierden. Otros sin ser miembros, influyen o tratan de influir en los quehaceres partidistas, con un “halo mesiánico”, se sienten con el poder, atrás del poder. Esos me dan miedo y no es albur.
Actuar en política de estas últimas formas es hacer de la política un muy buen, pero criticable modus vivendi. Estos políticos bien pueden encajar en la definición de política que hizo el comediante estadounidense Groucho Marx:
“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
Dr. Raúl Héctor Campa García.