Carlos MONCADA OCHOA
La candidata Claudia Pavlovich aprovechó el Día de la Mujer para replicar un artículo publicado hace varias semanas por Federico Arriola, periodista y amigo de Luis Donaldo Colosio.
Que haya respondido, aunque sea a destiempo (hasta ahora, porque antes era precandidata, dijo), es positivo pues no es frecuente que un político baje de las nubes a confrontar sus opiniones. Tienen amanuenses bien pagados que alegan en su nombre.
Por parte de él, hay que aplaudir la mesura y caballerosidad de su escrito y que haya reconocido un error: la predicción de que Ernesto Gándara “se iría por la libre”, si bien tal error no es punto fundamental del debate.
Claudia acusa a Arriola de misógino, lo cual es absurdo. Nadie es misógino sólo por mostrarse en desacuerdo con una mujer o por criticarla. Al acusar a alguien de misógino se busca provocar la animadversión contra él de otras mujeres. Y carece de fundamento otro señalamiento relacionado con el anterior: que Federico traiciona los ideales de Colosio. Los ideales de Luis Donaldo son demasiado amplios y elevados para limitarlos a un pequeño campo electoral.
Lo que Claudia en realidad combate en el artículo de Arriola es la insinuación, o más bien afirmación, que su candidatura fue prohijada por Manlio Fabio Beltrones y que se produjeron, como consecuencia, divisiones en el PRI.
Dejando aparte las presuntas divisiones, que me parece han sido en parte eliminadas, es de hacer notar que Arriola no se desdice de su postura en relación con Beltrones y que Claudia no consigue borrarla, misión imposible, de la mente de los sonorenses.
Podría servirle de consuelo saber que muchos no consideran un pecado capital haber obtenido la candidatura con apoyo de Manlio Fabio. Todo el que conquista una candidatura, en el PRI o en el PAN, lo hace gracias a que consigue el apoyo de un influyente aquí y el de otro influyente, allá. Así es el juego político. A los mortales comunes y corrientes el procedimiento que se nos antoja antidemocrático, es habilidad y audacia para los políticos profesionales.
Lo importante será que a la hora de ejercer el poder ---quien gane la elección—no se sienta obligado a retribuir la ayuda de los influyentes en perjuicio de los ciudadanos de a pie. Esto no se puede demostrar con palabras, sino con hechos. Y eso, como escribe casi siempre al final de sus artículos Bulmaro, habrá que verlo.
Mi libro "Asalto a Sonora", el jueves 19
El próximo jueves 19, a las 19 horas, será presentado mi libro “Asalto a Sonora” en el auditorio del Centro de las Artes de la Universidad de Sonora.
Sólo habrá un comentarista, el licenciado Alfonso Durazo, de cuya trayectoria política no hay qué decir mucho que no sepan ya los lectores. Será un privilegio escuchar sus puntos de vista.
En el curso de los próximos días les daré breves adelantos sobre el contenido de esta obra y les recordaré que los espero.
carlosomoncada@gmail.com