Hace pocos años, un presidente municipal, de San Luís Río Colorado, en aras de disminuir la población de perros callejeros, supuestamente sin dueños, recompensó con 200 pesos a quienes “coadyuvaran” aplicando la “eutanasia” a esa pobre jauría vagabunda quizás infestadas de garrapatas, infectadas de Rickettsia Rickettsii, bacteria que causa en el ser humano la enfermedad llamada Fiebre Manchada de la Montañas Rocosas y que si no se atiende pronto, tiene una alta letalidad; más que el Dengue Hemorrágico; o quizás perros portadores del virus de la rabia.
Claro, nadie comprendió al político; ni a su “noble” tarea; que no les gustó a las sociedades protectoras de animales y desde entonces se le quedó el sobrenombre de “él mata perros”. Por aquello del dicho: mata un perro y por siempre te nombraran el “mata perros”; en referencias que cuando haces algo indebido, se te queda el estigma del mal realizado.
Ejemplo: el ejercicio de la mala praxis política, se cataloga y bien, como corrupta y el estigma de un político con esas características (casi todos), es gracias a los militantes del ancestral partido que ejerció por muchos años la hegemonía del poder absoluto e institucionalizó la corrupción. El partido que se apropió de los tres colores patrios (de la bandera de México); y como al mata perros, para la ciudadanía sin partido, ser político, es ser corrupto (en la “madere” diría Catón).
En referencia a este escritor y periodista, Armando Fuentes Aguirre (Catón), el menciona que la prostitución no es la profesión más antigua del mundo, es la segunda; la primera de las profesiones, es la política prostituida. Por este concepto, Catón es el autor de la parodia de la Canción La Casita (la que interpreta Oscar Chávez y muy de moda actualmente por lo de las “casitas blancas” de las lomas, con sus alberquitas y calefacción central). Por eso, como a los mata perros, a los políticos los estigmatizan de corruptos ¿será…a poco no?
Pero volviendo con los pobres animalitos (me refiero a los perros, no a los políticos…perros) y su “criminal extermino”; en Hermosillo causó asombro la noticia de la existencia de un mata perros anónimo (no se sabe a la fecha si es un político o un “modesto ciudadano”), quien hasta hace unos días había matado a sesenta canes, tanto callejeros “sin dueño” o con dueños, amenazando con seguir con el exterminio de estos animales, que son los mejores amigos del hombre. Como bien decían en una canción, aquel dueto de un invidente y ella mucho mayor de edad que él (Lupe y Raúl): “Oh humanidad, desde que trato a los hombres estimo a mi perro más”.
Los motivos de este “asesino de perros” (de animales, no de los otros) ¿serán los mismos de aquel presidente sanluisino? Quizás sea un vengador de alguno de los fallecidos por Rickettsiosis, al sufrir una picadura por una garrapata que fue trasportada por un perro callejero; donde el pobre perrito no es el causante, sino aquel feo animalejo (la garrapata, no el otro: el perro, no el político), que lo aborda o le brinca de la tierra para alimentarse de su sangre y después picar a un ser humano. Pues vaya usted a saber qué es lo que motiva a este furtivo cazador de perros.
Oh tal vez quiere ayudar en las tareas del centro antirrábico de la ciudad a sacrificar estos perros “sin dueño, quien nadie los cuida”; que cuando va el personal del centro antirrábico a recogerlos de las calles, para practicarles una “muerte digna“(eutanasia canina), aparecen los dueños de estos animalitos vagabundos, que inclusive hacen que los bajen de la perrera municipal, amenazando al personal de ese departamento que hacen esta tarea, si no acatan la “orden”.
Pero los dueños de estos perritos callejeros, no los cuidan, algunos ni los vacunas contra la rabia, y ni los desparasitan. Esto pobres animales andan llenos de garrapatas o pulgas que pueden provocar enfermedades mortales.
Algunos políticos – otros quizás se salven- son como las garrapatas, o el mosquito Aedes aegypti, chupan la sangre al pueblo. ¿Habrá algún mesías – no AMLO- que nos salve? Quizás el chapulín…pero que no sea colorado. #PARACAMBIARYOMEINCLUYO.
Saludos.
Dr. Raúl Héctor Campa García. (raulhcampag@hotmail.com)